Un grupo de científicos de Australia y Estados Unidos demostró a través de la física cuántica que en nuestro Universo interaccionan muchos mundos “clásicos”, entendiéndose entonces que además de la existencia que vemos, en un mismo lugar como la Tierra hay otros mundos paralelos, y estos se conforman con existencias similares, pero que no vemos.
“El mundo que experimentamos es sólo uno de un número enorme de mundos esencialmente clásicos, y todos los fenómenos cuánticos surgen de una fuerza universal de la repulsión que impide a estos mundos tener configuraciones físicas idénticas”, destacaron en su informe publicado por la American Physical Society, el 23 de octubre.
“Nosotros investigamos si la teoría cuántica puede ser entendida como el límite continuo de una teoría de la mecánica, en la que hay un enorme, pero finito, número de clásicos «mundos»”, fue lo primero que plantearon los físicos Michael Hall, Dirk-André Deckert, y Howard Wiseman, del Centro de Dinámia Cuántica de la Universidad de Griffith, Australia, y el Departamento de Matemática de la Universidad de California.
De esta premisa estudiaron “los efectos cuánticos derivados exclusivamente de una interacción universal, entre estos mundos, sin hacer referencia a cualquierfunción de onda”.
Al explicar como es uno de estos mundos, señalaron que cada uno “significa todo un universo con propiedades bien definidas, determinadas por la configuración clásica de sus partículas y campos”,
“En nuestro enfoque, cada mundo evoluciona de manera determinista. De ahí surgen las probabilidades debido a la ignorancia en cuanto a qué mundo un observador dado ocupa”, añadieron.
“Nosotros sostenemos que en el límite de un número infinito de mundos, la función de onda [que les permitiría expresarlo en la física cuántica], se puede recuperar (como un objeto secundario) a partir del movimiento de estos mundos”, señalaron Hall, Deckert y Wiseman en su estudio.
Es así que explican que introdujeron un modelo simple que se enfocó en representar como “interactúan muchos mundos».
Los científicos demostraron que los modelos de computación empleados “pueden reproducir algunos fenómenos genéricos cuánticos como el teorema de Ehrenfest, paquete de ondas de propagación, el efecto túnel [barrera de potencial], y de energía de punto cero, como consecuencia directa de la repulsión mutua entre los mundos”.
Luego de hacer algunas simulaciones numéricas revelaron además las bondades de la física cuántica. “Se demuestra, en primer lugar, que puede ser utilizada para calcular los estados cuánticos de la Tierra, y segundo, que es capaz de reproducir, por lo menos cualitativamente, el fenómeno de interferencia de doble rendija”.
Esto último que citan los físicos se refiere a que tal como se ven los rayos de luz no habría explicación de su forma si no fuera es por la existencia de «interferencias y difracción». ¿Interferencias de otros munodos?
Los físicos Hall, Deckert y Wiseman se adentraron a explicar en manera simple la probable existencia de los mundos paralelos u otros espacio-tiempos como denominan estudios previos, que a simple vista no podemos ver, pero que existen simultáneamente.
Ver estudio completo publicado en la revista Phisical Review X.
Me encantaria conocer lo que algunos enviados por el poder, llaman mundos paralelos. El unico mundo paralelo que conozco es el que nos conecta con el holografico que nos maneja. El resto es un mundo inmenso al cual pertenece tambien nuestro mundo holografico.
juancarlos
Es lo que se conoce como la teoría de branas. En realidad todas éstas teorías simplemente tratan de » rellenar » los agujeros que tiene la teoría cuántica.
Cuando una teoría plantea problemas o contiene aspectos que no es capaz de explicar convincentemente, aparecen: a) teorías alternativas y b) teorías complementarias.
Las alternativas plantean otras interpretaciones y las complementarias tratan de explicar lo que la original no acaba de hacer.
Ésta es la teoría de branas, que es complementaria a la cuántica. Y se centra en características, estructura y modos de relacionarse de supuestos universos paralelos o distintos.
Interesante pero demasiado técnico.