Las tortugas se encontraron a lo largo de la costa uruguaya el pasado junio. AFP / M. Rojo
Cerca de 800 voluntarios se dedicaron a limpiar el Río de la Plata
Los cinco ejemplares fueron rehabilitadas por la ONG Karumbé, dedicada al rescate y conservación de estos animales
En pocos minutos, Luna, Lucas, Aletea, Ramona y Flora entraron al Río de la Plata y fueron aplaudidas por cientos de familias que se reunieron al mediodía en la playa para despedirlas.
«Flora, tené cuidado con las redes de los pescadores, ojalá seas feliz», escribieron los niños a una de las tortugas que apadrinaron durante meses.
Los cinco ejemplares liberados el sábado forman parte de un grupo de 15 tortugas rehabilitadas por la ONG Karumbé, dedicada al rescate y la conservación de estos animales.
Las tortugas verdes, en peligro de extinción, aparecieron en distintos lugares de la costa uruguaya entre junio y julio pasados, afectadas por un «shock térmico» y la colonización de caracoles en el caparazón.
«Cuando las tortugas agarran el invierno, muchas migran, pero otras no. Sienten mucho frío y salen a la playa y ahí es cuando son rescatadas», dijo Andrés Estrade, director de Karumbé.
Durante varios meses, niños de nivel preescolar acudieron al hospital de tortugas de la ONG para cuidarlas: les llevaron acelga para alimentarse, algodón y otros materiales para curarlas, participaron del monitoreo de su salud y examinaron restos de plástico que aparecieron en su interior.
Según la directora del centro educativo, Verónica Larrosa, con el proyecto se busca reforzar el sentido de «solidaridad y responsabilidad» entre los niños, que participaron activamente de todo el proceso.
«Aprendimos que no hay que tirar cosas ni basura al mar, ni en ningún lado», contó a la Rocío, una de las «madrinas» de apenas 5 años.
En paralelo a la liberación de tortugas, unos 800 voluntarios se dedicaron a limpiar esa playa montevideana, cuando se celebra el Día Internacional de Limpieza de Costas.
El plástico, enemigo de la tortuga verde
El director uruguayo de Medio Ambiente, Jorge Rucks, sostiene que la contaminación del agua con bolsas de plástico es un problema «grave».
Rucks explicó que, buscando alimentos, las tortugas «a menudo confunden las bolsas de plástico con medusas y así se intoxican».
Basándose en su experiencia en Karumbé, Estrade sostiene que este problema las afecta sobre todo en verano, cuando comen más, y que en los últimos 10 años la ONG ha registrado una
mayor presencia de plástico en el estómago de las tortugas que examinan.
«Hoy en día todas las tortugas muertas que analizamos, su tracto digestivo, tienen presencia de plástico. Es más, tortugas vivas, que son mantenidas en rehabilitación, defecan plástico», apuntó.
Cada año, por las manos de Karumbé llegan unas 120 tortugas por diversos problemas: heridas o por enfermedades, o incluso semi-ahogadas porque quedaron atrapadas en redes de pesca.
Se trata de una especie en peligro de extinción, debido principalmente a la falta de conservación en los sitios donde anidan, señala Rucks.
«Los huevos son muy apetecidos, entonces por falta de cuidados se destrozan los nidales de huevos de tortuga y eso ha disminuido la población», explicó el director de Medio Ambiente.
Las tortugas verdes (de nombre científico Chelonia mydas) que se hallan en el Río de la Plata nacen en zonas tropicales del Océano Atlántico y migran a las costas de Uruguay cuando tienen alrededor de 4 años.
Hasta los 20 años permanecen en las aguas del pequeño país, migrando hacia el norte cada otoño e invierno para evitar las bajas temperaturas, y pasada esa edad, regresan definitivamente a zonas más cálidas.