El presidente que ha impulsado la mayor regresión laboral de nuestra historia, ha devuelto la inversión en educación o sanidad a niveles de hace treinta años, ha liquidado la Ley de Dependencia o se propone aprobar una Ley de Seguridad Ciudadanaque convierte en sospechoso a cualquier ciudadano que proteste pasa. Sin embargo, por ser un político que no toma decisiones, que se limita a estar y que siempre opta por demorarlo todo, Rajoy siempre es el presidente que no hace nada. Algo no cuadra. O nosotros no nos enteramos, o Rajoy no se ha enterado de que se suponía que ni tomaba decisiones ni tenía ideología.
Hay otra explicación. Rajoy ha aprendido a hacer política escondido detrás de la caricatura que entre todos le hemos fabricado y él nunca se ha tomado la molestia de desmontar porque le era muy útil. Mientras muchos se ríen de la caricatura y le menosprecian como adversario, él gobierna con la meticulosidad del opositor que sacó su plaza siendo el registrador más joven de España y con la contundencia de quien profesa una ideología conservadora donde la desigualdad es el orden natural de las cosas y no hay nada más injusto que tratar a todo el mundo igual.
No se puede entender a Rajoy ni su manera de hacer política y gobernar sin conocer bien al personaje, no a la caricatura. No se puede desmontar a al presidente Rajoy sin tener el manual de instrucciones para hacerlo, sin tener el código Mariano.
Hagamos una prueba. Dejen de analizar sus acciones y decisiones a la luz de ese retrato interesado de un Mariano Rajoy sin personalidad ni criterio, aparentemente desinteresado por la política, indolente ante el trabajo, fácilmente influenciable por poderosos asesores y temeroso ante la opinión pública y los medios de comunicación. Prueben a evaluar esas mismas acciones y decisiones de Rajoy utilizando las claves del código mariano.
Piénselas como resultado de la lógica de un político profesional que siempre ha querido ser presidente del Gobierno, hábil, calculador, buen estratega y lo suficientemente listo cómo para saber que no hay mejor ventaja que asegurarte de que tus rivales y enemigos se crean mucho más listos que tú.
Piénsenlas como la táctica de un gobernante que busca hacer política sin que parezca que la hace y sin que la gente se entere mucho de qué hace exactamente. Porque Mariano Rajoy hace política para la gente que no le gusta la política, no escucha las noticas en la radio y no ve los telediarios y la hace para que sigan así, pensando que la política no les afecta y es cosa de los políticos. Así es como se gobierna un país haciéndole retroceder treinta años en sus políticas sociales y del bienestar o en sus libertades públicas, sin que mucha gente se entere y otra tanta esté convencida de que no queda más remedio que aceptarlo.
A lo mejor entonces, empleando el código, esas cosas tan raras que le parece que hace tantas veces el presidente Rajoy no lo son tanto y empiezan a tener mucho más sentido…. O no.
http://www.huffingtonpost.es/anton-losada/codigo-mariano-todo-lo_b_6192740.html?utm_hp_ref=spain