Sin duda la Televisión es uno de los aparatos más importantes y que más influyen en la sociedad, es casi otro miembro de la familia, pero como todo, tiene su lado positivo y su lado negativo. Este aparato es capaz de producir “adicción”, ya que los comportamientos que nos producen una experiencia placentera tendemos a repetirlos, y con mayor razón si implican poco esfuerzo.
Investigaciones como las del estadounidense Herbert Krugman revelan que cuando una persona mira televisión la actividad cerebral cambia del hemisferio izquierdo al derecho.
El hemisferio izquierdo es la zona de pensamientos lógicos, la información recibida se separa para analizarlos críticamente. El hemisferio derecho recibe los datos sin crítica, procesa toda la información como un Todo y conduce a respuestas emocionales. Este desplazamiento de izquierda a derecha estimula la liberación de endorfinas (hormonas del sistema nervioso central similares a la morfina), estas tienen efectos analgésico y sedeantes, por lo que es posible convertirse en un adicto a la Televisión.
Después de este proceso, se produce otra transformación en el cerebro cuando vemos la televisión. La actividad en las zonas superiores, el neocortex (el que está dividido en izquierdo y derecho), disminuye, mientras que en las zonas inferiores, como el sistema límbico (mamífero) y el cerebro reptiliano, aumenta.
El cerebro reptiliano se relaciona con funciones mentales primitivas, está encargado de nuestra supervivencia como humanos (utiliza programas de respuesta de “lucha-huída”), pero no puede distinguir entre la realidad y la versión que se presenta en la televisión. Por ejemplo, aunque superficialmente estemos conscientes de que “solo es una película”, el plano subconsciente no lo ve así (incluso el corazón se acelera en determinadas escenas de suspenso). Las distorsiones que sufrimos suceden en el subconsciente muchas veces sin detectar.
Para que el cerebro pueda comprender y comunicar significados complejos debe estar en un estado de flujo dinámico de comunicación entre todas las zonas del cerebro, lo que facilita la comprensión y conduce a la formación de ideas complejas. Estos niveles de actividad están presentes en actividades como leer, escribir y trabajar en ecuaciones matemáticas.
En 1928, Edward Bernays, sobrino de Sigmund Freud decía: “La manipulación consciente e inteligente de los hábitos y opiniones de las masas es un elemento importante en la sociedad democrática. Aquellos que manipulan este mecanismo oculto de la sociedad constituyen un gobierno invisible que es el auténtico poder que controla nuestro país”.
-Hipnosis y buen uso:
Los efectos de las imágenes de la TV en el cerebro dependen de la velocidad en el cambio de referencia de las mismas, ya que el cambio rápido contribuye a un efecto hipnótico.
Un programa es educativo cuando la referencia de la escena dura de 30 segundos a 1 minuto.
Un Doctor llamado Thomas Mulholland observó las ondas cerebrales de unos niños cuando miraban sus programas favoritos. Los niños estaban mentalmente involucrados con lo que veían y experimentaban un cambio continuo en la actividad de las ondas cerebrales alfa y beta, en cambio a solo unos minutos de terminado el programa entraron totalmente en el patrón alfa. Significa que mientras estaban viendo el programa estaban lo que se podría decir “desconectados”.
La manera clásica de mirar la TV es parecida a un entorno típico para la inducción hipnótica (una habitación oscura y una luz parpadeante). Y bueno recordemos que la velocidad en el cambio de las escenas influye muchísimo para que el efecto sea normal o dañino.
-Experimento:
Un artículo de 1975 del Eastern Province Herald de Sudáfrica describe dos experimentos que se realizaron a personas de diferentes medios socio-económicos a los que se les pidió dejar de ver la televisión.
En uno de esos experimentos varias familias se propusieron apagar la TV solo por un mes. Una de esas familias se rindió después de la primera semana, las otras familias sufrieron depresión, incluso expresaban que sentían que habían perdido un amigo.
El otro experimento se hizo con 182 alemanes occidentales, a los que les pagarían por dejar de ver la TV un año. Ninguno pudo resistir más de seis meses, y con el tiempo mostraron síntomas de abstinencia (depresión, anisedad, etc.).
Y bueno, este experimento es de 1975 pero actualmente podemos considerar a la computadora como sustituto de la TV cuando se utiliza para lo mismo.
-Incitación sexual y depresión:
Investigaciones han demostrado que la influencia erótica de la televisión aumenta la actividad sexual en adolescentes y niños. Incluso se ha disminuido la edad de la primera relación sexual teniendo la televisión influencia en esto.
La incitación sexual a través de la televisión u otros medios como revistas o internet, estimula el hemisferio derecho del cerebro, exactamente la parte baja del lóbulo frontal derecho, según estas investigaciones. Esta estimulación aumenta la posibilidad de depresión, ya que esta se caracteriza por un nivel mayor de la actividad en el lóbulo frontal derecho en comparación con el izquierdo.
Muchos de los anuncios publicitarios y programas de categoría “aceptable” parecen calculados para estimular la excitación sexual de los espectadores. No estamos para nada diciendo que sea la única causa para la depresión, pero si la estimula.
También es más fácil vender cualquier cosa a la gente estimulando la sexualidad, si hablamos de chakras, la energía del chakra sexual es la más activa en las personas actualmente, por lo que es efectivo llegar al público estimulando esta energía.
Con esta información no se intenta insinuar que hay que ser puritanos, todos sabemos que los excesos son malos y la sexualidad se debe vivenciar pero de una manera natural.
Cada vez se acepta más la violencia dura en la televisión, y esto también se da en el mundo de los videojuegos, y se sabe que un 70% de los niños estadounidenses utilizan juegos para adultos. Los medios de comunicación muchas veces nos engañan, utilizando un principio llamadoproblema-reacción-solución. Quiere decir que se crea un problema, o se le permite ocurrir (por ejemplo el terrorismo, la inseguridad pública, etc.), después se espera la reacción de la gente (generalmente de miedo, por lo que piden controlar la situación para garantizar la seguridad), y al final la “solución”.
Entrando ahora en lo oculto, existe la teoría de que la Televisión es la versión moderna del antiguo Espejo Oscuro. En el antiguo Egipto los faraones utilizaban espejos negros para contactarse con sus ancestros, solo los gobernantes conocían y utilizaban este secreto. Posteriormente este conocimiento se trasladó a Roma e Inglaterra.
El Espejo Oscuro es una oxidada pieza de roca negra colocada al interior de un círculo, utilizada para comunicarse con espíritus, el Doctor John Dee, un mago de la reina Elizabeth, lo utilizaba, y supuestamente los espíritus le dictaron un sistema conocido como “Magia Enoquiana”, en donde se describe el mundo espiritual y como contactarse con espíritus “buenos y malos”.
El mago observa el espejo hasta llegar a un trance hipnótico, y así lograr una comunicación telepática con algún ser. Supuestamente hay seres en un plano paralelo al nuestro y pueden observar o incluso entrar a nuestro plano a través de los espejos. La pantalla de la Televisión de hecho es negra antes de encenderse, así que se tiene la creencia de que es el espejo oscuro moderno. Además trabaja con frecuencias y ondas de radio electromagnéticas que son transmitidas al cerebro, y como ya vimos anteriormente se recibe la información pasivamente y entra automáticamente al subconsciente.
El psicólogo Carl Jung en la década de los 20’s presentó su teoría del Inconsciente colectivo, que afirma que por encima y por debajo de la mente subconsciente flota un mar de imágenes y mitos, y no es propiedad de nadie, es compartido por todos nosotros, y aquí es donde moran los “demonios” a los que se refieren, por ejemplo, en las Clavículas del rey Salomón, pudiendo ser el mismo caso en la Magia Enoquiana.
No estamos diciendo que todo sea negativo con la Televisión, si a través de ella alguien vió por ejemplo, un documental que le ayudó a entender más la vida o a sí mismo está perfecto, pero es bueno saber los pros y los contras, como en todo.
La TV es la gran escuela del mundo, para todo lo bueno y para todo los malo. No sé qué podría sustituirla.