Cuando la autoestima no está en los niveles adecuados se generan una serie de problemas que van afectando a todos los ámbitos de la vida. La inseguridad es uno de esos obstáculos que se interponen en el camino hacia la felicidad. Porque al sentirnos inseguras, aparecen los temores, las dudas y somos incapaces de tomar decisiones. Sin embargo, la inseguridad se puede superar, de la misma forma que se puede mejorar la autoestima.
Inseguridad y falta de autoestima
La inseguridad es producto de la falta deconfianza en una misma. La inseguridad genera temores, dudas y, si además va a acompañada de un sentimiento de ineptitud, puede llegar a paralizarnos. El día a día está lleno de decisiones que debemos tomar. Ya no se trata de decidir a lo grande el tipo de vida que queremos, sino de elecciones cotidianas. Pero al sentirnos inseguras, nuestra capacidad de decisión se reduce al límite. Tenemos miedo a equivocarnos.
Tenemos miedo a equivocarnos, a fracasar, a defraudar a los demás, a comprobar que somos incapaces de hacerlo, a hacer el ridículo…son miedos que provienen de esos pensamientos automáticos, negativos e irracionales que acompañan a los problemas de autoestima. Pero también son miedos irreales, porque en este momento estamos distorsionando la realidad y nuestra propia personalidad.
No hay ninguna persona tan incapaz o tan poco valiosa como la baja autoestima nos quiere hacer ver. Todas somos especiales para alguien o en algo. Y para ganar seguridad y confianza en nosotras mismas tenemos que encontrar eso que nos hace destacar. Ganar autoestima va de la mano de ganar confianza y seguridad y ese es el objetivo último.
Ejercicio para ganar seguridad
Porque al superar la inseguridad podemos tomar las riendas de nuestra propia vida,reconociendo nuestra valía objetiva y real, afrontando los problemas y aprendiendo de los errores. No buscamos la perfección, buscamos la felicidad. Uno de los mejores ejercicios para ganar seguridad se realiza a través de un diálogo interno.
Al tener la autoestima baja el diálogo interno que establecemos con nosotras mismas es negativo. Conversaciones del tipo, «me va a salir mal», » voy a hacer el ridículo», «seguro que me equivoco» o «yo no valgo para esto» deben ser transformadas hasta convertirlas en positivas. «Por qué iba a hacer el ridículo», «lo que importa es lo que yo piense, no lo que piensen los demás», «me sentiré mejor si lo intento» o » todo el mundo se equivoca».
En ambos casos se trata de un diálogo irreal, pero puestos a transformar la realidad, mejor convertirla en algo positivo. Si nos anticipamos a lo bueno, en lugar de a lo malo, estaremos poniendo toda la energía de nuestro lado, por lo que hay más posibilidades de conseguir lo que queremos y sentirnos mejor.
Laura Vélez
Fuente: diariofemenino
Al nacer el ser humano tan desvalido, tenemos que hacer un trabajo de reconstrucción y auto valoración a lo largo de nuestros primeros años. Pero una vez conseguido tenemos que estar atentos a no recarga nuestra propia supervaloración.