Aida. ¿Estamos Conscientes de Nuestras Palabras?

Se sabe que el sonido viaja a la asombrosa velocidad de 331 metros por segundo desde la fuente que lo produce hasta el oído de una persona, donde es interpretado por la mente consciente. Este es un descubrimiento científico asombroso.

La voz de una persona y más concretamente las palabras, son más asombrosas aún, porque viajan a una velocidad mayor que el sonido y llegan directamente al corazón o al alma de quien las escucha.

Esto se sabe, porque las palabras tienen efectos tan poderosos, capaces de producir cambios emocionales en quien las escucha. Si, las palabras al ser interpretadas por la mente de una persona, las capta inmediatamente el corazón o el alma y pueden causarle alegría, desazón, tristeza, amor o infinidad de reacciones que la animan o la devastan, aun y cuando no estén dirigidas a ella.

Las palabras tienen un gran poder
Una palabra malinterpretada puede causar confusión o conflicto. Puede herir, lastimar, degradar e incluso causar verdadero daño permanente en el alma.

El poder de la palabra ha sido conocido desde tiempos inmemoriales, no sólo por su significado, sino por la entonación que se les da. Así, encontramos que los bebés, los niños pequeños y los animales, interpretan la entonación de las voces que les hablan y de acuerdo a ella son sus reacciones de miedo, alegría, confianza, tranquilidad, etc.

Las voces conocidas como mantras que se utilizan en muchas culturas orientales para acompañar estados meditativos, originan frecuencias vibratorias que afectan los centros psíquicos del cuerpo y cada sonido vocal (A, E, I, O, U) activa glándulas afines que desarrollan la función de crear armonía en el cuerpo físico. Estos sonidos vocales son capaces de cargar de energía positiva la atmósfera de un lugar y de producir un estado de paz interior en quien los emite y en quien los escucha.

Nuestras Palabras
¿Estamos conscientes de nuestras palabras? Si y no. Cuando hablamos estamos conscientes de lo que estamos diciendo, sin embargo, ¿cuántas veces una palabra o una frase pronunciada es objeto de una mala interpretación? Al hablar debiéramos tener extremo cuidado, no tan sólo en lo que decimos, sino también en cómo lo decimos. Recordemos que las palabras y la vibración que transmiten, implantan imágenes en la mente, forman ideas y pensamientos que a su vez generan acción.

Es por esto que se debe cuidar en extremo lo que se dice, mantenerse callado escuchando lo que la otra persona tiene que decir, sopesar lo que vamos a contestar y procurar que las palabras que salgan de nuestra boca sean siempre conciliadoras, que no generen conflicto, que no puedan malinterpretarse y tratar siempre de que sean positivas a quien se dirigen o a quien se refieren.

Las palabras críticas, ácidas o dolosas, generan indefectiblemente sentimientos de dolor, de tristeza, de menoscabo en quien las escucha y aún cuando se refieren a otras personas ausentes sus efectos llegan a ellas, sin importar si las escuchan en ese momento o no.

Por lo general, las palabras revelan los conflictos internos de quien las emite. Así, una persona en paz y en armonía emocional, pronunciará palabras de consuelo, de amor, de amistad, camaradería, etc. y esas mismas emociones generarán en quien las escucha o de quienes se dicen.

Por el contrario, las palabras bruscas de ira, molestia, crítica, burla, etc, que no son sopesadas por quien las dice o peor aún, dichas con mala intención, también hablan de los conflictos internos de quien las pronuncia.

Tomemos en cuenta que las palabras que pronunciamos siempre tienen efectos. Hablemos pensando primero en los sentimientos de las demás personas y apliquemos la prueba de la amistad a nuestras expresiones verbales:

Las palabras que voy a pronunciar.

¿son iluminadoras y compasivas?
¿son ignorantes y egoístas?
¿crean armonía o discordia?
¿son palabras de comprensión?
¿son palabras de crítica o intriga?
¿son palabras beneficiosas y edificantes?
¿Son egoístas y carentes de comprensión?
¿Mantenemos en secreto la lucha interna de la otra persona, o violamos su confianza repitiendo ante otros su problema?

Bien haríamos en cuidar nuestras palabras. Tanto lo que decimos y cómo lo decimos.

PALABRAS POSITIVAS

Maravilloso – Excelente
Bravo – Espectacular – Gracias
Magnífico – Genial – Fenomenal
Glorioso – Formidable
Impresionante – Positivo
Espléndido – Hurra
Estupendo – Muy bien – Bueno
Fantástico – Encantador
Increíble – Grandioso
Brillante – Extraordinario
Único – Qué Bien – Especial
Notable – Bien Hecho
Buen Trabajo – Asombroso
Sobresaliente – Te Quiero
Te Admiro – Eres mi Héroe
Quisiera ser como Tú
Me encantas – Todo lo Hacer tan Bien
Aprendo Tanto de Tí

Revista Mundo Natural.

Un comentario en “Aida. ¿Estamos Conscientes de Nuestras Palabras?

  1. Las palabras pueden dar o quitar vida, tengamos cuidado con lo que decimos…los animales se hacen entender muy bien sin saber pronunciarlas.

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.