Vivimos tiempos extraños. Soy muy consciente de la suerte que tengo con vivir en el lugar del planeta en el que vivo en el momento en el tiempo en el que vivo, pero tengo la sensación de que está ocurriendo eso tan típico en el ser humano… Cuando todo está bien tendemos a abusar de ello y a perderlo, por nuestro tendencia a polarizarnos y esa adicción que tiene nuestro cerebro emocional a evitar la tranquilidad del equilibrio deslizándose de un extremo al otro.
La crisis vino a recordarnos que nos estábamos pasando y nos ha llevado al otro extremo, al de la carencia. Esto debería ser una oportunidad para equilibrar las cosas, ser más razonables, más responsables y más proactivos. Debería ser un estimulo para sacar lo mejor de nosotros mismos y crecer, dando un salto cuántico a un estado mejor. Pero tengo la sensación de que algo no está funcionando.
Los motivos son múltiples pero uno de los mayores es la falta de liderazgo político, o por lo menos, en mi opinión, de un liderazgo de calidad. Es muy triste para mi que cuando doy un curso de habilidades directivas, la mayoría de los ejemplos de lo que no se debería hacer sea fácil tomarlos del trabajo de muchos de nuestros políticos.
Tengo dos compañeros de instituto, que a la vez son amigos, que están teniendo cada vez más representatividad política y a ellos quería mandarles una carta abierta, más que por si nuestra opinión les puede servir de alguna manera, por hacerles una petición para que con su fuerza ayuden a cambiar las cosas que no nos dejan avanzar todo lo que nuestro potencial podría hacerlo. Pero ojo, no tienen que cambiar solo nuestros políticos, creo que la responsabilidad empieza en cada uno de nosotros y que cada ciudadano tiene que comprometerse, como decía Kennedy, con lo que nosotros podemos hacer por la sociedad en la que vivimos y no sólo esperar que los demás nos solucionen nuestros problemas mientras nosotros hacemos ese que, tras el fútbol, es el deporte nacional… criticar en los demás lo mismo que nosotros hacemos.
Carta abierta a un joven político
Estimado amigo. Tienes algo especial, algo que hace que te elijamos para guiar nuestro destino. Se que eso es una responsabilidad y que no es fácil, por eso desde aquí quiero mandarte mi apoyo. Aunque se que entenderás que mi apoyo no es gratis ni se basa en una confianza ciega. De hecho, los que te han precedido han roto todos los principios que generan confianza y el ambiente que te encuentras es difícil
Factores para el desarrollo de la confianza según Stephen M. R. Covey |
como consecuencia de ello. Yo estoy deseando darte mi apoyo y mi confianza, una confianza inteligente basada por un lado en la apertura y la intención de confiar y, por otro, en el análisis de tus actos (mucho más que tus palabras). Lo que te pido como ciudadano al que van a afectar las decisiones que tú tomes y también para que conozcas algunos de los aspectos que van a determinar mi confianza son:
– Que actues por principios y valores, que esos principios estén claramente descritos y desarrollados en tu programa electoral y que, con la flexibilidad propia del que se tiene que adaptar a las circunstancias cambiantes, lo cumplas.
– Que tu prioridad número uno sea servir a los ciudadanos y buscar su bien. Lo que más me decepcionará es que tu prioridad sea servir al partido o tratar de mantenerte en el poder. Mi confianza la encontrarás si eres capaz de hacer lo correcto aunque eso sea difícil o te perjudique a corto plazo. Te pido que seas transparente y compartas la información sobre tus objetivos y, cuando sea posible, el por qué de tus decisiones.
– Que seas valiente y no me mientas, quiero que cuando las cosas sean difíciles y exijan mi sacrificio confíes en que seré capaz de hacerlo y me lo solicites sinceramente. No quiero que me digas lo que quiero oír para conseguir mi voto y luego, una vez conseguido, hagas lo contrario de lo que dijiste porque no puedes hacer lo proclamado, me sentiré estafado con ello.
– Que no permitas la lacra de la corrupción. Se que no se puede controlar a todo el mundo, pero me dará confianza y seguridad que seas mucho más crítico y duro con la corrupción de los tuyos, donde si puedes hacer algo, que con la corrupción de los demás. Acusar a los demás mientras se justifica a los que en el propio partido hacen exactamente lo mismo me parece de un nivel bajísimo. Las acciones que tomes dentro y tu impecabilidad interna, haciendo responsables de sus acciones a los corruptos en vez de encubrirlos, te darán fuerza para combatir la corrupción de los demás.
– Que pongas mucho más esfuerzo, tiempo y creatividad en hacer propuestas y buscar soluciones que en criticar lo que hacen los demás. No me interesa lo que los demás hacen mal, me interesa sobre todo lo que tú eres capaz de hacer bien. Quiero que tu trabajo esté mucho más enfocado a crear que a destruir, si los demás lo hacen mal es mi responsabilidad no votarlos, si no me dices lo que harías tú entonces… ¿me pides confianza inteligente o ciega? Ya sabes, yo solo te daré confianza inteligente.
– Que te rodees de los mejores en cada área, que elijas a la gente que tendrá responsabilidad por su capacidad no por su servicio al partido. Si el mejor no está afiliado y es critico contigo ¿Serás capaz de ficharlo? Necesitamos profesionales en cada área capaces de tomar decisiones eficaces y resolver los problemas más difíciles, no necesitamos gente que lleve muchos años sirviendo a un partido. Éstos, si acaso serán especialistas en servir, pero no en dirigir. El partido es un conjunto de personas trabajando por unas ideas y al servicio de los demás no una empresa de colocación de amiguetes. El que vale, genial, el que no vale valdrá para otra cosa pero no le «coloques». Se valiente. Recuerda que un líder es juzgado por la capacidad de su equipo no por si él o ella destacan por encima de los de alrededor.
– Que escuches a los que te critican mucho más que a los que te alaban. Se que todas las decisiones que tomarás serán las que consideres más apropiadas, lo que haces bien ya lo haces bien, lo que necesitas escuchar es a los que piensan que lo haces mal, quizá haya algo en lo que no habías pensado o una información de la que no disponías. Una vez escuchado, entonces toma las decisiones que consideres oportunas según los principios y los objetivos concretos. Si tienes razón no te importará escuchar a los que están equivocados, si no la tienes podrás rectificar y aprender, eso lo valoraré mucho. Obviamente no te voy a exigir no fallar nunca, solo evitan fallar los que no hacen nada, te exigiré el compromiso de ser cada día mejor.
– Que tus palabras tengan contenido, que expliques el por qué de las decisiones que tomas y no solo que te preocupes por los titulares de los medios de comunicación. Se educado y respetuoso, eres un modelo para la juventud y para toda la población, honra tus valores y vete a la cama satisfecho y orgulloso de tu conducta. A veces tendrás malos resultados, pero mantén tu respuesta impecable.
– Que seas capaz de llegar a acuerdos con tus «oponentes» políticos cuando sea necesario, que el bien general esté por encima de intereses partidistas. Que fomentes el diálogo, pero de verdad no solo diciéndolo, y que tengas capacidad para negociar y llegar a acuerdos con cualquiera que respete la legalidad y defienda sus ideas democráticamente. Lo importante es el interés general no mis afinidades personales. Sobre todo en temas importantes como la educación, la sanidad, los servicios sociales, que el dialogo permita tener cierta estabilidad y que no cambien las leyes con cada cambio político porque no somos capaces de crear un marco legal sostenible a largo plazo.
– Ah! y un detalle más, si vas a tener responsabilidades internacionales… preocúpate portener un nivel de inglés suficiente para que la imagen de nuestro país no salga muy deteriorada
Seguro que se me olvida algo pero, en definitiva, lo que te pido ese dicho inglés que dice «Walk your talk«, que hagas lo que dices y que lo que hagas esté determinado por tus valores, tu misión y tus objetivos. Habrá muchas veces, incluida esta, en la que no estemos de acuerdo pero serás de fiar, sabré por donde irán tus decisiones y que pondrás antes lo importante que lo urgente. Yo por mi parte, también me responsabilizo en aplicar estos principios a mi propia vida, solo si yo lo hago primero luego podré exigírtelo a ti.
Soy consciente que siguiendo estos principios quizá sea difícil competir contra otros que hagan lo contrario, si eso es así lo siento mucho y será verdad aquello de que un pueblo tiene a los dirigentes que se merecen.
Muchas gracias, un abrazo.
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