Gliese 436 b (GJ 436 b) es un exoplaneta del tamaño de Neptuno, que orbita la estrella enana roja Gliese 436.
Fue descubierto en 2004, por el equipo de caza de exoplanetas de Paul Butler y Geoffrey Marcy del Carnegie Institute of Technology de Washington, y de la Universidad de California, y fue el primer planeta extrasolar en el que se determinó que contenía agua.
Es el menor planeta que se conozca que tiene tránsitos con su estrella. Se ha medido perturbaciones en su órbita, y se cree que son causadas por otro planeta de menor tamaño, al que se ha llamado Gliese 436 c.
Tarda 2 días y 15.5 horas en completar una revolución alrededor de su estrella
Antes de que alguien diga que es imposible oler en el espacio (obviamente), los astronautas que han realizado caminatas espaciales han hablado del olor extraordinariamente peculiar que han sentido en el espacio.
En realidad no pueden olerlo mientras se encuentren flotando en el espacio, dado que el interior de sus trajes espaciales sólo huele a plástico. Pero al volver a la estación espacial y quitarse sus cascos, sienten un fuerte y distintivo olor de la ‘frontera final’. El olor se adhiere a sus trajes, cascos, guantes y herramientas.
Fugitivas del casi vacío –probablemente oxígeno atómico entre otras cosas-, las partículas adheridas tienen el aroma acre de carne quemada, metal caliente y humo de soldadura. Steven Pearce, un químico a quien la NASA pidió recrear el olor espacial en la Tierra para los astronautas con propósitos de formación, dijo que el aspecto metálico del aroma puede provenir de las vibraciones de alta energía de los iones.
Es difícil describir ese olor; definitivamente no es el equivalente olfativo a describir la gama de sensaciones de una comida nueva como ‘sabe a pollo’. La mejor descripción que puedo proponer es ‘metálico’; una sensación más bien agradable de metal suave. Me hizo recordar mis veranos de universitario, cuando trabajé muchas horas con un soplete de soldadura eléctrica reparando equipo pesado para un pequeño negocio maderero. Me recordó el agradable olor suave del humo de soldadura. Ese es el olor del espacio.
En el universo hay una gigantesca nube de alcohol.
Está compuesta del mismo alcohol que podríamos encontrar en cualquier cerveza, pero su composición no ha pasado por un proceso de fermentación como el de la bebida.
En estas nubes interestelares, moléculas simples como el hidrógeno molecular, el agua y el dióxido de carbono se unen sobre granos de polvo y reaccionan químicamente para formar moléculas complejas como el alcohol etílico.
Cuando los granos de polvo se desplazan, hacia el centro de la nube molecular, comienzan a acercarse a la estrella central, que se está creando en su núcleo, eso hace que se calienten, posiblemente, lo bastante como para evaporar algunas de las moléculas complejas como el alcohol etílico que acaba en el espacio interestelar.
La nube G34.3 reside en la constelación Aquila y su diámetro es mil veces mayor que el de nuestro sistema solar.
En ella hay suficiente alcohol como para suministrar 140.000 litros de cerveza cada día a cada persona de la tierra durante los próximos mil millones de años.
Eso sí, no sería muy aconsejable su consumo, ya que esta cerveza contendría entre sus componentes cianuro de hidrógeno, monóxido de carbono, dióxido de carbono, amoniaco y otras sustancias químicas muy desagradables.
La imagen muestra el cautivador aspecto que ofrecería Andrómeda en el cielo nocturno si su magnitud aparente, en lugar de ser de 4,36, fuese más cercana a la de la Luna llena.
La Galaxia de Andrómeda es el objeto visible a simple vista que se halla a más distancia de la Tierra. Situada a 2,5 millones de años luz, las observaciones realizadas por el Telescopio Espacial Spitzer han permitido determinar que contiene aproximadamente mil millones de estrellas y una masa total que se encuentra en torno a las 1,3×10^12 masas solares.
La galaxia se aproxima a nosotros a unos 300 kilómetros por segundo, de manera que en un periodo de entre 3.000 a 5.000 millones de años podría colisionar con la Vía Láctea y fusionarse dando lugar a una galaxia elíptica supergigante.