Cada año, cerca de 5 millones de peregrinos acuden al Santuario de Nuestra Señora de Lourdes. ¿Qué atrae a tanta gente a la famosa gruta? Sus aguas milagrosas. Desde que la joven de 14 años Bernadette Soubirous presenció una serie de apariciones de la Virgen María en ese lugar en 1858, e hizo brotar un arroyo en la gruta de las apariciones, la gente ha llegado desde el mundo entero en busca de milagros. Las curaciones han sido muchas, pero solo 68 han sido aprobadas como milagros.
Cómo se aprueba un milagro en Lourdes.
El poder sanador del agua de la gruta afecta de muchas maneras a la gente que se baña en ella. Sin embargo, solo aquellas curaciones que son espontáneas inmediatamente después de bañarse en el agua de Lourdes e inexplicables de manera científica tienen oportunidad de ser declaradas milagros.
El trabajo de investigación de las curaciones está a cargo del Bureau Médico del santuario desde 1905.
Hay tres fases para aprobar un milagro. Primero, el paciente que se sanó debe declararlo. Si se considera que la curación tiene posibilidades de ser milagrosa, los doctores del Bureau Médico comienzan una investigación profunda del caso. Por último, le entregan el caso a la las autoridades eclesiásticas para que le den la aprobación final.
Se recibe un promedio de 50 casos anuales, pero de esos solo se investigan cerca de 10 al año. También se requiere una espera mínima de 10 años para poder declarar que ocurrió una cura milagrosa.
Entre las 68 curaciones declaradas como espontáneas y milagrosas, se encuentran curaciones de enfermedades como esclerosis múltiple, cáncer, enfermedades del corazón, ceguera, paraplejía, tuberculosis y muchas más.
El primer milagro.
La primera curación que ocurrió en Lourdes fue la de Catalina Latapie. Ella había sufrido un accidente que le había causado parálisis en dos dedos de una mano. La mañana del milagro, Catalina sintió un impulso de ir a la gruta donde estaba Bernadette. Bañó su mano en el agua del manantial y pronto pudo mover los dedos como si nunca hubiera tenido problema alguno.
Otra curación que algunas personas cons
Otra curación que algunas personas consideran como la primera fue la de Louis Bouriette. Louis se había quedado ciego tras un accidente en la mina que trabajaba. Cuando supo de las curaciones que estaban ocurriendo a causa de las aguas de la gruta, sintió el impulso de ir. Cuando le tocó el turno de usar el agua, comenzó a rezarle a la Virgen y le imploró con humildad que estuviera con él cuando bañara su ojo en el agua del manantial. Se echó agua en el ojo varias veces. Cuando terminó, había recuperado completamente la visión.
Los últimos milagros aprobados
Anna Santaniello
El 19 de agosto de 1952, Anna Santaniello se bañó en las aguas del manantial de Lourdes. Había llegado con una severa enfermedad del corazón y artritis reumatoide aguda. No podía respirar, lo que le hacía muy difícil hablar e imposible caminar. Tenía ataques severos de asma, cianosis en la cara y labios, y edema en las dos piernas. Después de bañarse, pudo caminar inmediatamente, ir de procesión esa misma noche y regresó a su país, Italia, para trabajar como enfermera de niños desafortunados. El milagro se aprobó en septiembre de 2005. Anna tuvo una larga vida y falleció a los 93 años.
Sor Luigina Traverso
El último milagro reconocido oficialmente en Lourdes fue el de la curación de Luigina Traverso, una monja italiana que sufría de ciática paralizante en meningocele. En 1965, Sor Luigina viajó en camilla a Lourdes, pero volvió a Italia sanada después de un “fuerte calor” y el deseo de levantarse cuando pasó el celebrante con la hostia consagrada. El milagro fue aprobado el 12 de octubre de 2012.
Curaciones del alma
Las curaciones más dramáticas son las que se han aprobado según el proceso del Bureau Médico del Santuario de Lourdes, pero no son las únicas. Hasta hoy se han reportado más de 8,000 curaciones, de las cuales solo 67 han sido aprobadas. Hay también otros tipo de curación que casi nunca se reporta: la curación del alma.
En doctor que estaba a cargo del Bureau Médico de Lourdes hasta el 2009, Dr. Patrick Theillier, declaró a France Catholique que cualquier persona puede recibir un milagro en el Santuario de Nuestra Señora de Lourdes si reza con perseverancia y mantiene la esperanza.
Según él, aunque la cura no sea tan espectacular, puede tener un efecto profundo y permanente en la persona que la experiemente en todo su ser. Según el doctor, aunque los milagros dramáticos son necesarios para que la fe crezca, la gente de hoy necesita milagros que los liberen de «las heridas de la vida» para las cuales la medicina no tiene curas.
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