Cientos de miles de personas salieron a las calles o se expresaron en redes sociales en los últimos días para defender el derecho a la libertad de expresión.
«Je suis Charlie» (Yo soy Charlie) ha sido una proclama ubicua desde el ataque a la revista satírica Charlie Hebdo del miércoles 7 de enero en el que murieron 12 personas.
A una semana de aquel suceso, este miércoles fue arrestado el cómico francés Dieudonné M’bala M’bala, al parecer en relación a un comentario compartido en las redes sociales el domingo y que posteriormente borró.
En éste, el cómico mencionaba la multitudinaria marcha de unidad en París, que describía como «legendaria».
Y terminaba así: «Sachez que ce soir, en ce qui me concerne, Je me sens Charlie Coulibaly» (Debes saber que esta noche, en lo que me concierne, me siento Charlie Coulibaly).
Con ello hacía referencia simultáneamente a la publicación que sufrió el ataque y a Amedy Coulibaly, el hombre que supuestamente mató a una agente de policía el jueves y, en un evento relacionado, atacó un supermercado judío en la capital parisina el viernes, causando la muerte de cuatro personas que había tomado como rehenes.
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Dieudonné fue arrestado después de que los fiscales iniciaran el lunes una investigación contra él por presuntamente hacer «apología del terrorismo».
Éste es un crimen de acuerdo al artículo 421-2-5 del Código Penal de Francia, penado con hasta cinco años de prisión.
A su vez, el gobierno francés respondió que ese tipo de palabras incitaban al odio y al desprecio y que serían combatidas con «toda la fuerza posible».
Y ante este suceso no ha tardado en volver a salir a la palestra el debate sobre la libertad de expresión y sus límites.
Cómico controvertido
Antes del arresto de este miércoles, Dieudonné ya era un cómico polémico.
Fue él quien inventó la «quenelle», una especie de saludo nazi invertido que se hace así: con la mano derecha se toca el hombro izquierdo mientras se alza el brazo izquierdo.
El primer ministro francés, Manuel Valls, lo describió como un «gesto de odio, antisemita».
Y esas declaraciones no hicieron más que popularizar la variación del «Heil Hitler».
Se multiplicaron las imágenes de soldados franceses haciendo el ademán fuera de la sinagoga de París y de otra gente realizándolo en memoriales del Holocausto.
Incluso Nicolas Anelka, un futbolista francés del equipo de la liga inglesa West Bromwich Albion, celebró un gol de esa manera. Un gesto que le costaría después cinco partidos sin jugar y una multa de U$120.000.
Más allá de la «quenelle», Dieudonné causó controversia con su espectáculo «El Muro».
Las autoridades lo prohibieron en varias ciudades del país por contener expresiones que consideraban racistas y antisemitas.
La decisión, según los expertos, parecía ser la conclusión de una serie de ataques y contraataques judiciales.
«Derecho a hacer chistes de mal gusto»
Ante la pregunta de si la última acción emprendida contra el cómico cercena la libertad de expresión en Francia, Thomas Hughes, el director ejecutivo de Article 19, una organización con base en Reino Unido que defiende precisamente ese derecho, lo tiene claro.
«Las bromas hechas en Facebook sobre atrocidades terroristas, incluso si son de mal gusto u ofensivas, están protegidas por el derecho a la libertad de expresión si no son una incitación a actos terroristas», señala Hughes.
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El experto opina que el arresto es «una prueba de hasta qué punto las autoridades francesas están dispuestas a defender los principios que encarna (la revista) Charlie Hebdo«.
Y añade: «Las autoridades francesas deberían considerar el contexto de los comentarios de Dieudonné en su totalidad y proteger su derecho a hacer chistes ofensivos, de mal gusto o malos».
Hughes informa que desde la semana pasada se han abierto en el país al menos 50 investigaciones contra personas sospechosas de hacer apología del terrorismo públicamente.
Y explica que los estándares internacionales son claros al respecto, y que para imponer sanciones penales, tiene que haber una conexión directa e inmediata entre la expresión en cuestión y un acto de violencia.
Cuestión de estar dentro o fuera
Si el comentario de Dieudonné fue percibido como un llamado a la violencia, Amnistía Internacional considera que supera los límites de la libertad de expresión»
Entonces, ¿es la libertad de expresión un derecho total en Francia?
«Mientras ningún país del mundo proteja la libertad de expresión como un derecho absoluto, la protección de éste en Francia está lejos de ser robusto», responde Hughes a la pregunta de BBC Mundo.
La respuesta de la presidenta de Amnistía Internacional Francia, Geneviève Garrigos, es distinta.
«Sí, sí lo es», sentencia primero desde su oficina en París.
«Aunque hay ciertos límites legales, como cuando una opinión incita el odio o la violencia, o cuando se niega un genocidio, por ejemplo», explica.
En ese sentido, si el comentario de Dieudonné en Facebook «fue percibido como un llamado a la violencia, Amnistía Internacional considera que supera los límites de la libertad de expresión», señala a BBC Mundo. Aunque, prudente, aclara que no conoce todo el contexto.
Por el contrario, sí considera dentro de los límites de la libertad de expresión la caricatura del profeta Mahoma que publicó Charlie Hebdo.
«Puede que la percepción sea otra, pero no llaman a la violencia, no emplean un lenguaje de odio».
http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2015/01/150114_francia_limites_libertad_expresion_lv