De las emanaciones del Amago Gabriel Arcángel surge este Ser que Guarda el mes de Enero, y tutela a los nacidos bajo el signo de Acuario. Su nombre en hebreo significa ‘Valiente de Dios’ o ‘Valentía de Dios’. Es el Angel de los fíat, los pactos y los compromisos.

Es un Angel de una joven apariencia, dulce, sonriente, emana paz y serenidad. Su poderosa luz se extiende produciendo vibraciones de dicha y felicidad. Es símbolo de la Alquimia, de la inteligencia, de la pasión. Es imagen de responsabilidad. Es el pastor a cargo de su rebaño. Con su luz se alcanza la sublimación y trascender. Es transformación y transmutación espiritual.

El Angel Gabriel nos enseña a auto examinarnos para hacer inventario de nosotros mismos y nuestras vidas. Nos da compañía mientras meditamos sobre esas largas, frías noches de invierno, ayudándonos a ser honestos con nosotros mismos y pacientes al mismo tiempo. Expresando el conocimiento de un anciano.

El Angel Gabriel toma nuestra mano mientras buscamos entendimiento de nuestras lecciones del año anterior. Con esta ayuda, nos podemos dar ambos reconocimiento y advertencia respectivamente. Con su ayuda podemos trazar un nuevo curso o alterar el presente. Gabriel te ayudará a cultivar la disciplina, la paciencia, la prudencia y la seriedad para que puedas cristalizar tus ideales.

Cada vez que te sientas confundido, o cuando se te presente una situación en la que no sabes qué hacer o pensar, cuando sientas como si Dios te hubiese abandonado, cosa que es falsa, invoca enseguida al Angel Gabriel, el Angel del Mes de Enero. El de inmediato dará consuelo a tu corazón y aclarará toda confusión que hayas tenido en tu mente y tu espíritu.

Su elemento Aire, representa la movilidad la conexión entre lo terrenal y las aspiraciones divinas. Representa el vehículo que transporta los anhelos, las plegarias y las oraciones hacia Dios.

Vibra bajo el día sábado. La flor que lo representa es la Orquídea, que es belleza, pureza y perfección. Su aroma purifica y ahuyenta a negatividad. Su perfume sería el Jazmín (símbolo de pureza).

Su piedra es la Amatista, la piedra de la nueva era. Tranquiliza el cuerpo emocional y facilita la meditación. Da intuición y transmuta la negatividad en situaciones benéficas y concede inspiración celestial. También se asocia con la gema llamada Onix, el Opalo o Cuarzo ahumado.

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