En los primeros días del año se marca la agenda que protagonizará el año entrante: en Inglaterra hoy se han levantado con la noticia de que el Príncipe Eduardo de Inglaterra está implicado en las redes de captación de niñas convertidas en esclavas sexuales dirigidas a la extorsión de grandes financieros y aristócratas. El protagonista es el banquero judío Epstein, del cual ya informé hace meses, que ha sido llamado a declarar a Estados Unidos por este escándalo. En principio ha sido acusado por una joven que dice haber sido obligada por el banquero a mantener relaciones sexuales con elementos de la aristocracia en Londres, Nueva York y una isla privada del judío en el Caribe. El abogado judío en el propio proceso, así como profesor de Harvard, Allan Dershowitz también ha sido acusado de formar parte de esta red de captación de niñas. Un asunto que, a poco que os fijéis, es calcado al del “Pequeño Nicolás” en España. Como digo, la noticia aparece hoy viernes 2 de febrero en el diario The Guardian pero RT ya se ha hecho eco de él. Todo indica que este notición que alude a la Casa Real británica es el comienzo del “destape” de la trama de corrupción en el parlamento británico de la que os vengo hablando hace meses ¡y que sigue censurada por la prensa española!

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