El vehículo se encontraba en la Luna desde 1970 y era capaz de dar datos más precisos que los métodos existentes en la actualidad.
El robot soviético, llamado Lunokhod 1, fue el primer vehículo con control remoto que pisó la Luna en el año 1970. A pesar de que solo duro activo un año, 43 años después científicos franceses lograron encontrarlo y recuperarlo con éxito.
La ubicación final de la última misión del carro fue incierta hasta 2010. Sin embargo, gracias a las imágenes obtenidas por la NASA con el Lunar Reconnaissance Orbiter (LRO), el robot fue detectado a 2,3 kilómetros al norte de su punto de aterrizaje.
El Lunokhod 1, fue transportado al satélite natural por la sonda rusa Luna 17, el 17 de noviembre de 1970. El pequeño vehículo poseía ocho ruedas, tenía una longitud de 2,22 metros y 1,60 metros de ancho. Pesaba 756 kilogramos.
Teledirigido desde la Tierra, exploró ampliamente la zona conocida como Mar de las Lluvias, realizando en casi un año de actividad más de 10 kilómetros de recorrido y transmitiendo a la Tierra más de 20.000 imágenes y 200 vistas panorámicas.
Durante 10 meses lunares, el robot obedeció las órdenes dadas por el equipo de Tierra, superando con creces los 90 días terrestres que se estimaron de vida útil. En previsión de que no superara la undécima noche lunar, se estacionó al Lunokhod 1 en una zona plana para que, una vez agotada su vida útil, pudiera servir como plataforma del reflector láser que se dejó apuntando al planeta. Aunque, se desconocen con exactitud los motivos, no pudo continuar funcionando.
El Lunokhod 1 contaba con la utilización del reflector láser diseñado y construido por especialistas franceses, que permitieron obtener excelentes medidas de la distancia entre la Tierra y la Luna con una exactitud 100 veces superior a la de los métodos tradicionales de radio localización.
Luego de 43 años sin noticias del vehiculo, recién en marzo de este año se recibieron señales de retorno desde el reflector mencionado anteriormente, las mismas se obtuvieron a lo largo de tres noches según indicó Jean Marie Torre, autor de la iniciativa de búsqueda y rescate.
Ahora, los investigadores galos también consiguieron ponerlo en marcha nuevamente, y ya estarían trabajando sobre las fallas de funcionamiento del reflector, que de acuerdo a lo señalado por Torre, puede haber sido un exceso de polvo lunar.