Aida. El gobierno brasileño anticipa el recorte de gastos para recuperar la credibilidad fiscal

07/01/2015

VALDO CRUZ
GUSTAVO PATU
DE BRASILIA

Preocupado por rescatar rápidamente la credibilidad de su política fiscal, el gobierno de Dilma Rousseff decidió realizar un recorte de gastos antes de la aprobación del Presupuesto 2015.

Un decreto presidencial fijará los límites máximos para los gastos mensuales de cada ministerio, en montos inferiores a los previstos en el proyecto de ley presupuestaria que todavía está tramitándose en el Congreso.

Con eso, el gobierno pretende demostrar la forma en la que será alcanzada la meta de ahorrar US$ 24.500 millones. Se espera que el gobierno federal ahorre US$20.500 millones y el resto corre por cuenta de los Estados y municipios: se trata del 1,2% del PIB de este año.

De acuerdo con lo que Folha averiguó, uno de los escenarios que estaba bajo análisis del equipo económico proyectaba un bloqueo de un tercio de las inversiones, lo que iba a permitir un recorte de US$ 10.000 millones de los US$ 29.600 millones previstos en inversiones en la propuesta del Presupuesto 2015.

El valor final del recorte sería definido después de una conversación con la presidenta Rousseff, que anticipó su retorno a Brasilia para este martes (6), una vuelta que iba a tener lugar el miércoles (7).

Después de tres años de promesas incumplidas, los analistas permanecen escépticos en relación con los objetivos anunciados por el nuevo ministro de Hacienda, Joaquim Levy.

En una investigación hecha por el Banco Central, la estimativa central del mercado es un superávit primario equivalente al 1% del PIB, que son US$ 4000 millones por debajo de la meta oficial.

Desde el punto de vista de Levy, la recuperación de la economía del país dependerá de la rapidez de la respuesta de los empresarios a los ajustes en las cuentas públicas y la inflación.

Bajo ese razonamiento, la recuperación de la credibilidad de la política económica traerá otra vez inversiones.

En circunstancias normales, el Poder Ejecutivo espera la aprobación del Presupuesto por parte del Congreso y la sanción del texto por la Presidencia de la República para definir eventuales bloqueos de gastos.

Cuando un año comienza sin una ley de Presupuesto aprobada, como ahora, se aplica el siguiente procedimiento: gastos obligatorios, como salarios y jubilaciones, pueden ser hechos normalmente; el resto queda limitado, cada mes, a 1/12 de lo programado para el año.

Esta vez, será diferente: la autorización para los desembolsos mensuales de las carteras será inferior a 1/12 del presupuesto del año.

Una de las ideas en discusión era liberar 1/18 de las inversiones para este año. Esta regla llevaría a un bloqueo de un tercio de este dinero.

Además del bloqueo de recursos del Presupuesto, el gobierno espera ahorrar US$ 6600 millones este año con reglas más rígidas de concesión de beneficios previsionales y para los trabajadores, como el seguro de desempleo y abono salarial.

Para aumentar los ingresos, los impuestos también deben aumentar, lo que significaría la vuelta del impuesto para regular precios de combustibles (CIDE).

Traducido por NATALIA FABENI

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Sergio Lima – 22.dez.14/Folhapress

El gobierno de Dilma Rousseff busca por todos los medios recuperar la credibilidad fiscal

Fuente:   Folha de S.Paulo

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