Cada día está más de moda el uso de ingredientes cosméticos de origen vegetal o marino con propiedades beneficiosas para nuestra piel. Los rituales de belleza se cuidan más y como consecuencia de ello podemos lucir un rostro, un pelo y en general un aspecto mucho más saludable.

Pero, ¿por qué cada vez más se acude a ingredientes cosméticos naturales antes que sintéticos?

La CTFA (Cosmetic, Toiletry & Fragrance Association)   es el ente encargado de regular los ingredientes bajo los cuales han de funcionar los cosméticos. La CTFA  ha clasificado como peligrosos ciertos ingredientes sintéticos encontrados en varios productos cosméticos.

Solo por poner un ejemplo, ciertas barras labiales (incluida la vaselina) contienen entre sus ingredientes “aceites minerales”. Bajo este nombre aparentemente inocuo, suelen camuflarse lo que en realidad son derivados de petróleo, temidos por ser altamente cancerígenos. Compuestos con sílabas paraffin- y methyl- aluden a este tipo de derivados que se suelen encontrar en ciertos productos cosméticos.

Ante tal riesgo potencial parece ser que la solución más saludable son los ingredientes naturales.

Son muchos los ingredientes que existen hoy, algunos de ellos muy conocidos, como el aloe vera o el aceite de argán, que son los más empleados. No obstante, existen otros principios activos más modestos, pero no por ello menos efectivos. La lista es muy grande, y te asombrarías de las increíbles propiedades que presenta cada uno, pero no los podemos abarcar todos. En este post te citaremos algunos para que puedas familiarizarte y añadir nuevos pasos a tu rutina de belleza.

Aceite de jojoba

El aceite de jojoba es muy indicado tanto para la piel de la cara como el cuerpo. Presenta propiedades similares a otros aceites más caros como la rosa mosqueta o el oro líquido de Marruecos. Se caracteriza por su poder de hidratación y efecto antioxidante.

Es un luchador contra el acné, la psoriasis y otros problemas cutáneos. La jojoba limpia profundamente y, junto a su acción antimicrobiana, desinfecta los granos y escamas tan molestos. De ahí que los dermatólogos receten aceites vegetales para mitigarlos.

La presencia de vitaminas lo hace realmente antioxidante, perfecto para tratamientos antiedad cuyo fin es reducir la formación de arrugas. Entre ellas se encuentran la vitamina C y E.

Los ácidos grasos insaturados se encargan de mantener un cutis sano e hidratado. Como los necesitamos para vivir, una buena forma de obtenerlos, además de la dieta, es a través de cosméticos naturales.

Hay varios artículos sobre el aceite de jojoba donde podrás leer un texto más extenso y especializado.

Hiedra

También llamada hiedra común, se caracteriza por ser una planta trepadora que puede llegar hasta los 30 metros de altura. Es capaz de trepar por todo tipo de lugares y objetos, ya sean árboles, piedras o paredes en las casas. De hecho se usa como planta decorativa.

Pero también es una planta funcional. A sus principios activos se le atribuyen propiedades más medicinales que de belleza. Por ejemplo, destaca por su efecto anticoagulante y vasoconstrictor. También presenta características antibióticas, por eso se emplea como desinfectante.

Puede consumirse vía interna o externa. Se suele tomar vía oral para remediar el estreñimiento o malestar digestivo en estómagos sensibles. A nivel cosmético, es normal verla en la lista de ingredientes de cremas anticelulíticas o cuya función es la reducción de masa corporal.

Estos son sus beneficios, pero si quieres más información sobre la planta puedes ver este artículo de Wikipedia.

Malva

El extracto de malva, perteneciente a las malváceas, contiene muchos compuestos activos ideales tanto a nivel facial como corporal. Es muy rica en mucílagos, vitaminas antioxidantes (especialmente la C), betacarotenos y flavonoides.

Del mismo modo que el aceite de jojoba, la malva tiene poder de hidratación intensa, y previene la formación de radicales libres que dañan las células gracias a las vitaminas antioxidantes.

Algunas personas se benefician de ella en serums hidratantes, o en tratamientos antiedad. También es característico su uso en anticelulíticos. Hay fabricantes de cosméticos que lo emplean regularmente en sus productos, ya que ofrece diversos beneficios para el cuidado del cutis.

Aceite de almendras dulces

Y terminamos con otro aceite. El aceite de almendras dulces es algo más conocido que el de jojoba, pero igualmente se ve eclipsado por el de argán. Al ser un aceite, es rico en ácidos grasos insaturados y demás principios activos.

Ayuda a regular los niveles de agua celular. Pero lo que le diferencia de los demás es su indicación para pieles sensibles. Es habitual verlo en cosmética natural y tratamientos de belleza para este tipo de cutis. Algunas mujeres lo aplican sobre su zona abdominal durante el embarazo para evitar la formación de estrías por el estiramiento de la piel. Por otro lado, resulta adecuado aplicar unas gotas sobre zonas enrojecidas por su acción calmante y anti irritante.

Otro de sus beneficios es capilar. Muchos champús contienen aceite de almendras debido a que le otorga suavidad y fortalece el cabello desde la raíz hasta las puntas. Quien tiene el pelo dañado o seco, se le suele recomendar principios activos oleosos con vitaminas para regenerarlo y devolverle su vitalidad.

Este es el resumen de algunos de los principios activos menos conocidos en la belleza. Hay muchos más, como el árbol del té, la caléndula, o hamamelis. Si eres apasionada de este mundo, te recomendamos que investigues más porque hay mucha variedad y algunos tienen propiedades muy interesantes.

por Guillermo

Biomanantial.Com