Esta relfexión es de Ken Wilber[i], un filósofo estadounidense que ha integrado y materializado en su pensamiento una interesante unión entre psicología, religiones comparadas, historia, ecología, misticismo y ciencia, como en algún momento lo haría Carl Gustav Jung a principios del siglo XX. En esta entrevista podemos llegar a percibir la noción de simbiosis y emergencia que se desprende de todas las cosas en el universo y que muestran la constante de cambios en las cosas y su unión e integración.
BREVE HISTORIA DE TODAS LAS COSAS – KEN WILBER – (PAG 67)
El espectro de la conciencia
P: (..) sigamos hablando de la dirección de la evolución, del telos del Cosmos, que no es el azar sino la direccionalidad.
KW: Así es, la evolución tiene una dirección, un principio que, como suele decirse, pone orden en el caos y supone, dicho de otro modo, un impulso hacia el logro de una mayor profundidad. En este sentido, cada nuevo desarrollo supone una victoria sobre el caos que implica la aparición de un sentido y aumenta el valor intrínseco del Cosmos.
P: Eso es precisamente lo que afirma el principio número 12, el último que quisiera discutir. Usted señala que, según este principio, la evolución tiende, de manera general, a moverse en la dirección de una complejidad creciente, de una diferenciación/integración creciente, de una organización/estructuración creciente, de una autonomía relativa creciente, de un telos creciente.
KW: Sí. Esos son algunos de los indicadores típicamente aceptados -quiero decir, científicamente aceptados – de la evolución. Esto no significa la inexistencia de la regresión y de la disolución (porque, de hecho, la disolución es una de las cuatro capacidades de todo Holón[ii] y tampoco supone que cualquier desarrollo a corto plazo deba seguir esas direcciones. Como dice Michael Murphy, la evolución discurre a través de una línea que se asemeja más a los meandros de un río que a una línea de progreso ininterrumpido en una sola dirección. Pero, considerada a largo plazo, la evolución sigue un telos, una dirección, que resulta particularmente evidente con la diferenciación creciente que conduce desde un átomo hasta una ameba y un simio.
Todas esas descripciones científicas podrían resumirse diciendo que el impulso básico de la evolución es la profundidad creciente. Este es el impulso autotrascendente del Kosmos, ir más allá de donde estaba anteriormente y, de ese modo, subsumir lo que era anteriormente y aumentar su grado de profundidad.
P: Pero usted también parece relacionar todo esto con la conciencia al afirmar que «cuanto mayor es la profundidad de un Holón mayor es también su grado de conciencia».
KW: Así es. Conciencia y profundidad son sinónimos. Cada holón tienen un determinado grado de profundidad que va aumentando, al igual que lo hace la conciencia, a lo largo del proceso evolutivo. Sea cual fuere la profundidad que tengan los átomos, las moléculas son todavía más profundas. Y, en este mismo sentido, las células son más profundas que las moléculas, las plantas más que las células y los primates más que las plantas.
Existe un espectro de profundidades, un espectro de conciencia. Y el proceso evolutivo consiste en el desarrollo de ese espectro, un proceso en el que la conciencia se despliega cada vez más, se actualiza cada vez más y se manifiesta cada vez más. Espíritu, conciencia y profundidad no son más que nombres diferentes para la misma cosa.
P: Y, dado que la profundidad está en todas partes, la conciencia también está en todas partes.
KW: La conciencia es simplemente la apariencia de la profundidad vista desde el interior, desde dentro. Ciertamente, la profundidad está en todas partes, la conciencia está en todas partes y el Espíritu está en todas partes. Y, en la medida en que la profundidad aumenta, la conciencia también despierta y el Espíritu se desarrolla cada vez más. Así pues, decir que la evolución produce una mayor profundidad es otra forma de decir que despliega una mayor conciencia.
P: Usted utiliza los términos «desplegar» [unfolds] y «englobar » [enfolds].
KW: En cada nueva trascendencia, el Espíritu está desplegándose a sí mismo, con lo cual también engloba a su propio ser en cada nuevo estadio. Trascender e incluir, producir y contener, crear y amar, Eros y Agape, desplegar y englobar son formas diferentes de decir lo mismo. Podríamos resumir esto de modo muy sencillo diciendo que, dado que la evolución va más allá de donde se encontraba anteriormente, también debe englobar lo que era anteriormente y que su misma naturaleza es la de trascender e incluir, una direccionalidad inherente, un impulso secreto, hacia la profundización creciente, hacia el valor intrínseco creciente, hacia la conciencia creciente. Para que la evolución tenga lugar debe moverse en esa dirección. ¡No hay otra dirección posible!
P: ¿Cuál es el punto fundamental?
KW: Son varios. Por una parte, el universo tiene una dirección y nosotros también tenemos una dirección. El movimiento tiene un sentido y el proceso de inclusión tiene un valor intrínseco. Como dijo Emerson, nosotros yacemos en el regazo de una inteligencia inmensa, que es uno de los nombres del Espíritu. Existe un tema inscrito en el rostro original del Kosmos, una pauta grabada en el muro de la Nada, un sentido en cada uno de sus gestos y una bendición en cada una de sus miradas.
Nosotros -y con nosotros todos los seres- estamos inmersos en ese significado, flotando en una corriente de respeto y de valor profundo, de significado último, de conciencia intrínseca. Nosotros somos parte y parcela de esta inmensa inteligencia, de este Espiritu-en-acción, de este Dios-en-la-creación. No tenemos que pensar en dios como una figura mítica ajena a toda esta representación, a todo ese espectáculo, ni tampoco debemos considerarlo como una diosa inmanente perdida entre sus creaciones.
La evolución es simultáneamente dios y diosa, trascendencia e inmanencia al mismo tiempo. Es inmanente al mismo proceso, está entrelazado en la misma urdimbre del Kosmos pero trasciende por doquier sus propias producciones y se renueva de continuo instante tras instante.
P: Trasciende e incluye.
KW: Exactamente. Y, en mi opinión, nosotros estamos llamados a despertar a este proceso, el Espíritu en nosotros está llamado a devenir consciente o, como algunos dirían, superconsciente de sí mismo. En los pasos que conducen de la subconsciencia a la conciencia y, desde ésta, a la supraconciencia, la profundidad aumenta en la dirección de su propio reconocimiento hasta que finalmente terminamos despertando completamente fundidos con esa Totalidad radiante.
¿Qué piensa usted a este respecto? ¿Le parece una locura? ¿Considera que los sabios y los místicos están locos? ¿Por qué todos ellos nos ofrecen versiones diferentes de la misma historia? La historia de despertar un buen día y descubrir que es uno con el Todo de un modo atemporal, eterno e infinito. Sí, tal vez todos ellos estén locos, tal vez sean meros idiotas ante el rostro del Abismo, tal vez necesiten de un terapeuta que les comprenda, tal vez eso podría ayudarles.
Pero entonces me pregunto si la secuencia evolutiva realmente va desde la materia hasta el cuerpo y, desde ésta, hasta la mente, el alma y el Espíritu, trascendiendo e incluyendo cada vez con mayor profundidad, mayor conciencia y mayor globalidad. Y, tal vez, en los dominios superiores de la evolución, tal vez, sólo tal vez, la conciencia del individuo llegue a rozar el infinito en un abrazo total que englobe a la totalidad del Kosmos, en una conciencia Kósmica en la que el Espíritu despierte a su auténtica naturaleza.
Esto, al menos, es plausible. Dígame: ¿le parece, acaso, esta historia, una historia glosada por todos los místicos y sabios del mundo, más absurda que la que nos ofrece el materialismo científico de que todo esto no es más que un cuento contado por un idiota, henchido de rabia y de furia que no significa absolutamente nada? Preste mucha atención y responda. ¿Cuál de estas dos historias le parece realmente más absurda? Le diré lo que pienso al respecto.
Yo creo que los sabios constituyen la avanzadilla del impulso secreto de la evolución; pienso que ellos son la vanguardia del impulso autotrascendente que siempre va más allá de donde se encontraba anteriormente; considero que ellos encarnan el impulso esencial del Kosmos hacia una mayor profundidad y expansión de la conciencia; creo, en fin, que ellos cabalgan a lomos de un rayo de luz dirigiéndose hacia una cita con Dios. Y también creo que ellos apuntan a la misma profundidad en usted, en mí y en todos nosotros. Creo que ellos están conectados a la Totalidad, que el Kosmos canta con su voz y que el Espíritu resplandece en sus ojos.
Y también creo que ellos pregonan el rostro del mañana, un rostro que nos abre al corazón de nuestro propio destino, un destino que está también presente ahora mismo en la atemporalidad de este instante y que, en ese asombroso reconocimiento, la voz del sabio se convierte en su propia voz, los ojos del sabio se convierten en sus propios ojos, usted habla con la lengua de los ángeles y se ilumina con el fuego de una comprensión que nunca ha nacido y que nunca morirá, reconociendo su auténtico Rostro en el espejo del Kosmos, descubriendo que su identidad es, en realidad, el Todo y que usted ya no es una meraparte de esa corriente, sino que es la totalidad de la corriente, la Totalidad que no se despliega en torno a usted sino en su mismo interior. Las estrellas ya no brillan ahí sino aquí, las supernovas se originan en su corazón y el sol brilla en el interior de su conciencia. Al trascenderlo todo usted también lo abraza todo. Y no se trata de una Totalidad final sino tan sólo de un proceso interminable en el que usted es la apertura, la claridad o la Vacuidad pura en la que se despliega, incesante, milagrosa, eterna y luminosamente, la totalidad del proceso.
El juego ha terminado, la pesadilla de la evolución ha concluido y usted se halla exactamente en el mismo punto en el que estaba antes de comenzar la representación. Con la súbita conmoción de lo absolutamente evidente, usted reconoce su propio Rostro Original, el rostro que tenía antes del Big Bang, el rostro de la completa Vacuidad que sonríe en toda criatura y que resplandece como la totalidad del Kosmos y todo se desvanece en esa mirada primordial en la que lo único que perdura es la sonrisa y el reflejo de la luna en un estanque tranquilo, en medio de una noche transparente como el cristal.
[i] Mas Data sobre Ken (me parece bastante limitada! Lo mejor para conocerlo es leerlo!!!!):
http://es.wikipedia.org/wiki/Ken_Wilber
[ii] “Un Holón es algo que es a la vez un todo y una parte” El autor lo define bien al comienzo del libro pero si quieren entenderlo lean: http://es.wikipedia.org/wiki/Hol%C3%B3n.
Reseña realizada por Zeitgeist Argentina
http://elespiritudeltiempo.org/blog/el-espectro-de-la-conciencia-por-ken-wilber/