Según las creencias cristianas, dos de las alegorías burlescas de los encargados en crucificar a Josue “El nozrim”, mas conocido como Jesús de Nazareth. Una fue titularle como “I.N.R.I”. o Iesvs Nazarenvs Rex Ivdaerovm“, y otra investirlo con una “corona de espinas”. Tal decisión, la última, podría entenderse como un castigo mas dentro de la extensa pasión del icono del cristianismo y una ridiculizante alusión a su supuesta condición regia, pero tal vez, y digo tal vez, contenga un mayor significado del que en un principio podríamos suponer.
Dentro de los estudios realizados para datar la “Sabana Santa” y en 1997, el botánico de la Universidad Hebrea de Jerusalem Avinoam Danin informó de la existencia de hasta cincuenta y ocho tipos de polen en el lienzo, diferentes, y entre los que podían encontrar el del Chrysanthemum coronarium, Cistus creticus y Zugophyllum. Por último, aseguraba tal estudio que en la parte afecta a la corona de espinas, había sido posible observar pólenes de Gundelia Tournefortii, una planta del género de las farenógamas que actualmente se creen endémicas de las regiones semi-desérticas de Oriente Próximo, y que tienen como cualidad ser de tipo espinoso, y por tanto supuesta fuente de fabricación de la corona que portó Jesucristo. Independiente de los diferentes estudios que se han hecho aludiendo a que el “Sudario de Turín” es una reliquia con una antigüedad aproximada de 800 años, vamos a intentar, desde una perspectiva diferente a las pruebas del Carbono 14, corroborar la supuesta falsedad de las muestras aportadas por Max Frei.
«Estando pastoreando Moshe las ovejas de Yitro; su suegro, el sacerdote de Madian, dejó el rebaño a espaldas del desierto y se encaminó a Chorev/Horeb, Har HaElohim/ La Montaña de Dios. Y el Malach Hashem/ Espíritu de Yahweh se le apareció en medio de una llamarada de fuego dentro de una sēneh/zarza ; y él miró, y hinei/santa, la zarza ardía en fuego y la zarza no se consumía.» Éxodo 3:1-2 Biblia Ortodoxa Hebrea
Las alusiones bíblicas al término hebreo ” סְנֶה” ,”sēneh”, también se encuentran en otros pasajes, caso del Deuteronomio, y donde el epiteto “šoknî sēneh” es aplicado a Yahweh:
«Y por los regalos de Ha’aretz/La Tierra y de su plenitud; Y que el buen deseo de Aquel, el que šoknî sēneh/habita en el espino, permita que las bendiciones caigan sobre la cabeza de Yosef, y sobre la parte superior de la cabeza del que se separó de sus hermanos. » Deuteronomio 33: 16 Biblia Ortodoxa Hebrea.
Éste texto de alabanza hacia los parabienes recibidos por el renovado dios de la tribu de Yæhudah, hace mención a José y, tal vez, a Moisés como “el que se separó de sus hermanos” en las creencias, haciendo referencia al posible fundador de la desviación teológica yahwista. y que cuya afirmación, incluyendo una parábola con el espino, puede ser corroborada en Jueces 9: 14-15. Parábola que, según la mitología ugarítica, hace referencia a la montaña de ǧabal al-Aqra’, residencia de los dioses semíticos occidentales, y que estaba protegida por bosques de cedros:
« Entonces dijeron todos los etzim/árboles (sagrados) a la zarza: Ve tú, y reina sobre nosotros. Y la zarza dijo a la árboles, Si de verdad me elegís melech/Espíritu sobre vosotros, venid, y refugiaros en mi tzel/sombra, y si no, que Eish/fuego salga del espino y devore los cedros del Líbano. »
La vinculación de plantas espinosas con antiguas divinidades de Egipto y la Creciente Fértil tampoco no nos son ajenas. En Egipto, el arbusto denominado como el árbol “nbs”, “Paliurus Spina Christi” (LDÄ 1 (1975) 659,967), fue una planta sagrada, siendo el símbolo de dioses tales como Amon-Ra, Sodpu, “Señor de los shashu” – también era conocido como el “Guardián de las minas” del Valle de Timna en el Sinaí – y Hathor – Hathor que era sosias egipcia de la semítica diosa Aserah/Astarté, – , Shumacher (1998) y LDÄ 4 (1982, 1067-1068) Como ya ha sido comentado anteriormente y en éstas páginas, la importancia del culto a los árboles sagrados en los rituales semíticos occidentales es preclara. Incluido dentro de éstos “espíritu alados” de los árboles o residentes en ellos, podemos encontrar uno denominado ” il d’rgzm” o “Divinidad de los Espinos” y que se considera afecta a la “Diosa sobre la Rama”, una “diosa-pájaro- espíritu” que está vinculada con la Fertilidad. Casos similares de dioses afectos a arbustos espinosos, podemos encontrarlos también en los panteones mesopotámicos (CAD E 23), si bien éstos con significado desigual.
«[Permite a los Sal]vadores tomar parte del sacrificio. [Concede…] que los fantasmas se sirvan. [Consiente que ello]s coman como (con la necesidad de) un muerto tras la Muerte. [Permite a ellos se acerque]n y que los espíritus (de los muertos) vengan. [Permite a ellos…] en el Día del Fruto de Verano. Deja [a los fantas]mas comer. ¡Si, Concede a los [Sal]vadores beber…! Consiente a ellos descender, ¡ Dios del Árbol de la Jojoba..!, [ la Diosa] que está sobre la Rama. [Yo he sacrifica]do el holocausto para Amurru.. “Pasaje de la “Epopeya de Aqhat y Daniel” KTU 1.20; 1-10.
El género “Paliurus” incluye ocho especies diferentes de arbustos espinosos, entre las que se incluye la “Paliurus Spina Christi”, y que al igual que el “Zizyphus jujuba”, también de la familia arbustiva de las Rhamnaceas, son endémicas de la zona montañosa del Valle de HaArava o Wādī ʻAraba en el Sinaí-Negev de la actual frontera jordano-israelí, hallándose igualmente en el Mediterráneo Oriental y sur de Asia, y donde se pueden encontrar ejemplares con mas de trescientos años. El Paliurus “Espina de Cristo” es un arbusto de entre dos y cuatro metros de altura con tallos espinosos en zig-zag, que posee en unas estípulas, base de la hoja, que se han transformado en espinas desiguales, una de forma “recta” y otra con forma de gancho. La jojoba, cuya envergadura puede llegar a los 10 metros, al igual que el Paliurus mantiene el mismo tipo de configuración en las estípulas, pero no así en el tronco y cuya teórica protección es sustituida por una fuerte ramificación. Su fruto maduro es comestible y cuyo proceso de maduración culmina a finales del verano.
Otro argumento positivo para identificar a Yahweh como “El que Reside en el Espino”, en los antiguos cultos yahwistas y su importancia, es el hecho que haya sido mantenido con posterioridad a la conocida “expurgación” de los textos sagrados hebreos – La acepción “Malach Hashem”, “Espíritu de Dios” por el hecho mismo de aparecer el término “Hashem” (Éxodo 3:1-2) , un termino adoptado en el siglo V-IV a.c., certifica su modificación posterior – . H.W. Schmidt (1988), incluso considera posible que el término “sēneh” sea una incorporación posterior a Éxodo 3, certificando, de ésta manera, su trascendencia y la antigüedad de epíteto. -Se considera que los textos deuteronómicos son los mas fidedignos y los mas antiguos de la Biblia Hebrea – , concordando así con una pretérita asimilación de creencias entre el Yahweh del Paliurus Spina Chrsti y el dios del Zizyphus Jujuba ugarítico, cuando en sus primeros momentos el dios hebreo era todavía asimilado con el dios El semítico occidental (De Moor, 1990).
Llegados a éste punto, no resulta arriesgado conjeturar que la misma corona de espinas de Jesús, sea una segunda alusión en la cruz a su supuesta condición como “Rey de los Judíos”y en la que tal vez se hacía referencia, por parte de sus verdugos, al origen de las creencias hebreas a Yahweh: El dios que residía en un espino.
Referencias:
“Dictionary of the deities and demons in the Bible” Edited by K. Van der Toorn, B. Becking, P. W. van der Horst (1999)
“Guía de los árboles y arbustos de la Península Ibérica y Baleares” G.A. López González (2007)
Textos:
“An Anthology of Religious Texts from Ugarit” J.C. De Moor (1987)
Biblos.com
Imágenes:
people.fas.harvard.edu
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http://www.lamentiraestaahifuera.com/