Triste historia sobre los aborígenes en Australia….

La palabra “aborigen” significa “el primero” o “el primer conocido”. Los italianos y los griegos fueron los primeros que utilizaron este término para describir a los nativos o a los viejos habitantes. Después de muchos estudios e investigaciones, se cree que Australia puede fácilmente ser el hogar de los primeros habitantes de nuestro planeta.

Los aborígenes llevaban en Australia aproximadamente 60.000 años cuando los primeros ingleses desembarcaron en 1770. De 300.000 a 750.000 aborígenes habitaban el continente, pero en 1911 (123 años después de los primeros asentamientos ingleses), solo quedaban 31.000 aborígenes.

Los ingleses declararon que Australia era terra nullius, es decir, sin habitantes humanos, y así justificaron el despojo de las tierras indígenas y el saqueo del continente. Arrebataron las tierras fértiles y arrojaron a los aborígenes a las zonas áridas del interior.

A la gran mayoría de las familias aborígenes les quitaron hijos y en algunos casos eso se repitió varias generaciones. Muchos niños nunca volvieron a ver a sus padres y hoy en día todavía muchos los buscan.

A las familias que opusieron resistencia las sancionaban y castigaban cruelmente a los niños robados por hablar el idioma de sus padres o intentar huir y regresar a su familia.

El gobierno robaba principalmente a los niños de raza mixta, es decir, de piel clara. Los capacitaban para trabajar de sirvientas o trabajadores agrícolas, y les forzaban a rechazar su identidad y cultura.

“Jamás vi la cara de mi madre. No hablo su idioma…. La policía, los pastores o cualquier persona de alta posición social tenía el derecho de entrar a un hogar, decir que descuidaban a los niños y llevárselos. Era genocidio, simple y llanamente genocidio.” (Julie Wilson – Aborigen de la Generación Robada)

Hoy en día, existen más de 400 pueblos aborígenes australianos, cada uno con rasgos culturales diferenciados y una localización geográfica propia. Se les identifica por el nombre de su lengua indígena o por la palabra con la que ellos se autodenominan. Entre los principales tenemos:

  • Koori (o Koorie) y Guringai en Nueva Gales del Sur y Victoria
  • Murri en Queensland
  • Noongar en el Sur de la Australia Occidental
  • Yamatji en la Australia Occidental central
  • Anangu en la parte norte de la Australia Meridional y en las partes vecinas de la Australia Occidental y del Territorio del Norte
  • Palawah (o Pallawah) en Tasmania

Esos grupos pueden ser a su vez divididos en subgrupos. Por ejemplo, los Anangu (que significa “persona de la región del desierto de la Australia central”) incluye las subdivisiones locales Yankunytjatjara, Pitjantjatjara, Ngaanyatjara, Luritja y Antikirinya.

Un tercio de los indígenas viven en las principales ciudades australianas (32% o 165.800 personas). 45% se reparten entre las regiones continentales y los territorios insulares, y cerca de 25% viven en las regiones desérticas del interior, llamadas “remotas” o “muy remotas”.

Nueva Gales del Sur (NSW) concentra la mayor proporción de la población indígena (152.700 personas), seguida de Queensland (144.900 personas). La capital Australiana, Camberra y sus alrededores, es el que menos indígenas alberga (4.300 personas). En el Territorio del Norte, 30% de la población es indígena.

Hoy por hoy, por desgracia, las comunidades indígenas australianas presentan graves deficiencias sanitarias y económicas, y los indicadores sociales les colocan en posiciones inferiores en lo que respecta a la salud, la educación, el empleo, la pobreza y la delincuencia.

El gobierno Australiano dictó ayudas “extra” para toda la comunidad aborigen (facilidades y privilegios que el Australiano común no tiene). A pesar de que muchos Aborígenes están bastante integrados en la sociedad actual, la mayoría aún continúan viviendo aislados en tierras lejos de las grandes ciudades.

En 2008, El primer ministro de Australia, Kevin Rudd, pidió perdón a los aborígenes públicamente, por vez primera en la historia del país, por el dolor y el daño causados en el pasado.

Su discurso fue recibido, dentro y fuera del Legislativo, con gritos de alegría y muchas lágrimas por millones de australianos, aborígenes y no aborígenes. El discurso fue retransmitido en directo por televisión, desde pantallas colocadas en parques, jardines, museos, ayuntamientos, escuelas y oficinas.

Como veis es una historia muy triste, con muchas consecuencias en el presente y difícil de olvidar. Lo importante es que tanto el gobierno como la población, incluyendo los mismos Aborígenes, están superando estos hechos e intentando construir un futuro justo y de igualdad para todos los habitantes de Australia.

http://www.aussieyoutoo.com/triste-historia-para-los-aborigenes/

 

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