Un juzgado de Croacia ha satisfecho la demanda presentada por una persona cansada de escuchar el ladrido del perro del vecino, y ha emitido una orden temporal que establece que Medo (así se llama el perro) no puede ladrar por la noche, informa ‘The Guardian‘. En caso contrario, su propietario, Anton Simunovic, deberá pagar una multa de 2.800 euros.
En Internet se ha lanzado una campaña de apoyo para Medo, a la que ya se han unido 30.000 personas.
Prohibir a un perro que ladre…¡vaya tontería!