1999
del Sitio Web BibleBelievers
traducción de Editorial-Streicher
29 Enero 2015
del Sitio Web Editorial-Streicher
En biblebelievers.org.au está el siguiente artículo (Allah, the Moon God) que presentamos ahora en castellano.
Es evidentemente una continuación directa de la entrada anterior, puesto que es un artículo directamente relacionado.
Este texto que hemos traducido, que carece de indicación de autor y de fecha, repite algunas citas del libro del señor Morey ya ofrecidas recién, y ofrece una gran cantidad de otras.
Es un suministro mayor de datos en cuanto a los orígenes de la religión racial-cultural del Islam, pero enfocándose en informaciones complementarias.
Pone este artículo, desde una mesurada óptica cristiana, un cierto énfasis en los antecedentes arqueológicos del Islam y en la falsedad de que éste deriva del Antiguo Testamento y de los Evangelios, recalcando la naturaleza (por paradójico que suene) pre-islámica del mismo.
Este mismo texto fue reelaborado con otro título (The True Origin of «Allah«) por el sitio nccg.org, cuyas adiciones hemos puesto con otro tipo de letra.
Con respecto a la influencia de las ideas del señor Morey, esto es lo quedice Wikipedia en inglés:
«Alá como el dios Luna es una afirmación planteada por algunos críticos del Islam en cuanto a que el nombre islámico para Dios, Alá, deriva de un pagano dios Luna de la mitología árabe local.
La implicación es que «Alá» es un dios diferente de la deidad judeo-cristiana y que los musulmanes adoran a un «falso dios».
Dicha afirmación está mayormente asociada con el escritor apologista cristiano Robert Morey, cuyo libro The Moon-God Allah in the Archaeology of the Middle East es una fuente ampliamente citada de la idea de que Alá es un dios lunar».
Alá, el Dios Luna
La Arqueología del Oriente Medio
La religión del Islam tiene como su foco de adoración a una deidad de nombre «Alá».
Los musulmanes afirman que Alá en tiempos pre-islámicos era el bíblico dios de los patriarcas, profetas y apóstoles. La cuestión, de esta manera, tiene que ver con la CONTINUIDAD.
¿Era «Alá» el dios bíblico o un dios pagano de Arabia durante épocas pre-islámicas?
La afirmación musulmana de una continuidad (del judaísmo al cristianismo, y de éste al Islam) es esencial para su tentativa de convertir a judíos y cristianos, ya que si «Alá» es parte del flujo de la revelación divina en la Escritura, entonces es el siguiente paso en la religión bíblica, y, de esa manera, deberíamos todos llegar a convertirnos en musulmanes.
Pero, por otra parte, si Alá era una deidad pagana pre-islámica, entonces su principal afirmación queda refutada.
Las afirmaciones religiosas a menudo caen en desgracia a consecuencia de los resultados de ciencias fuertes como la Arqueología (ver ‘The Moon God and Archeology‘). Podemos especular interminablemente acerca del pasado o ir y excavar y ver lo que la evidencia revela. Ésa es la única manera de averiguar la verdad con respecto a los orígenes de Alá.
Como veremos, la evidencia dura demuestra que el dios Alá era una deidad pagana. De hecho, él era el dios Luna, que estaba casado con la diosa Sol, y las estrellas eran sus hijas.
Los arqueólogos han descubierto templos al dios Luna a través de todo el Oriente Medio. Desde las montañas de Turquía hasta las orillas del Nilo, la religión más extendida del mundo antiguo era la adoración del dios Luna. Los sumerios, la primera civilización alfabetizada, nos dejaron miles de tablillas de arcilla en las cuales ellos describieron sus creencias religiosas.
Como ha sido demostrado por Sjöberg y Hall, los antiguos Sumerios adoraban a un dios Luna que era llamado por muchos nombres diferentes.
Los nombres más populares eran,
Nanna
Suen (Sin)
Asimbabbar
(Mark Hall, A Study of the Sumerian Moon-god, Sin, 1985, University of Pennsylvania)
Su símbolo era la media luna [crescent moon].
Considerando la cantidad de artefactos relacionados con la adoración de este dios Luna, está claro que ésta era la religión dominante en Sumeria.
El culto del dios Luna era la religión más popular en toda la antigua Mesopotamia. Los asirios, los babilónicos y los acadios tomaron la palabra «Suen» y la transformaron en la palabra «Sîn» como su nombre favorito para esta deidad (Austin Potts, The Hymns and Prayers to the Moon-god, Sin, 1971, Dropsie College, p. 2).
Como el profesor Potts señaló,
«Sîn es un nombre esencialmente sumerio en su origen que había sido tomado prestado por los semitas».
(op. cit., p. 4)
En la antigua Siria y Canaán, el dios Luna Sîn fue usualmente representado por la Luna en su fase creciente.
A veces, la luna llena era colocada dentro de la media luna para enfatizar todas sus fases. La diosa del Sol era la esposa de Sîn, y las estrellas eran sus hijas. Por ejemplo, Ishtar era hija de Sîn (Ibíd., p. 7).
Los sacrificios al dios Luna están descritos en los textos de Ras Shamra. En los textos de Ugarit el dios Luna era a veces llamado Kusuh.
En Persia, así como en Egipto, el dios Luna es representado en pinturas murales y en las cabezas de las estatuas. Él era el juez de hombres y dioses. El Antiguo Testamento sistemáticamente reprobó la adoración del dios lunar (Deut. 4:19; 17:3; 2º Reyes 21:3,5; 23:5; Jer. 8:2; 19:13; Sof. 1:5).
Cuando Israel cayó en la idolatría, fue por lo general por el culto del dios Luna.
En efecto, en todas partes en el mundo antiguo el símbolo de la Media Luna puede ser encontrado en sellos para imprimir, estelas, cerámicas, amuletos, tablillas de arcilla, cilindros, pesos, pendientes, collares, pintura murales, etcétera.
En Tell-el-Obeid fue encontrado un ternero de cobre con la media luna en su frente. Un ídolo con cuerpo de toro y cabeza de hombre tiene en su frente una media luna incrustada con conchas. En Ur, la estela de Ur-Nammu tiene colocado el símbolo de la Luna creciente en lo alto del registro de los dioses, porque el dios Luna era el jefe de los dioses.
Incluso el pan era horneado en forma de una media luna como un acto de devoción al dios Luna (Ibíd., pp. 14-21). Ur de los caldeos estaba igualmente dedicada al dios Luna, el que era a veces llamado Nannar en las tablillas de aquel período de tiempo.
Un templo del dios Luna fue excavado en Ur por sir Leonard Woolley.
Él desenterró muchos ejemplos de adoración lunar que son exhibidos todavía en el Museo Británico. Harrán era igualmente conocida por su devoción al dios Luna. En los años ’50 un importante templo dedicado al dios Luna fue excavado en Hazor en Palestina.
Dos ídolos de él fueron encontrados. Cada uno era una estatua de un hombre sentado sobre un trono con una media luna esculpida en su pecho. Las inscripciones acompañantes dejan claro que éstos eran ídolos del dios Luna.
También se encontraron varias estatuas más pequeñas que fueron identificadas por sus inscripciones como las hijas del dios Luna.
¿Y qué hay con Arabia?
Como lo ha señalado el profesor Carleton S. Coon,
«Los musulmanes son notoriamente reacios a conservar las tradiciones del paganismo anterior y les gusta tergiversar lo que ellos permiten que sobreviva de la historia pre-islámica en términos anacrónicos».
(Carleton S. Coon, Southern Arabia, Washington DC, 1944, p. 398)
Durante el siglo XIX, Arnaud, Halevy y Glaser fueron a Arabia del Sur [actual Yemen] y desenterraron miles de inscripciones sabeas [del reino de Saba], mineas [del reino de Ma’in] y qatabanias [del reino de Qataban] que fueron posteriormente traducidas.
En los años ’40 los arqueólogos G. Caton Thompson y Carleton S. Coon hicieron algunos asombrosos descubrimientos en Arabia.
Durante los años ’50, Wendell Phillips, W. F. Albright, Richard Bower y otros, excavaron los sitios Qataban, Timna y Marib (la antigua capital de Saba).
También han sido recolectadas miles de inscripciones de paredes y rocas en Arabia del Norte. Y se han descubierto relieves y vasijas votivas usadas en la adoración de las «hijas de Alá».
Las tres hijas,
Al-Lat
Al-Uzza
Manat,
…son a veces representadas junto con el dios Luna Alá, representado éste por una media luna encima de ellas.
La evidencia arqueológica demuestra que la religión dominante en Arabia era el culto del dios Luna.
Los hallazgos arqueológicos árabes del Norte acerca de Al-Lat son abordados en:
Isaac Rabinowitz, Aramaic Inscriptions of the Fifth Century, JNES, XV, 1956, pp. 1-9
Another Aramaic Record of the North Arabian goddess Han’Llat, JNES, XVIII, 1959, pp. 154-55
Edward Linski, The Goddess Atirat in Ancient Arabia, in Babylon and in Ugarit: Her Relation to the Moon-god and the Sun-goddess, Orientalia Lovaniensia Periodica, 3:101-9
H. J. Drivers, Iconography and Character of the Arab Goddess Allat, encontrada en Études Preliminaries aux Religions Orientales dans L’Empire Roman, Leiden, 1978, pp. 331-51)
En tiempos del Antiguo Testamento, Nabonido (555-539 a.C.), el último rey de Babilonia, construyó Tayma, en Arabia, como un centro de adoración al dios Luna.
Berta Segall declaró:
«La religión estelar de Arabia del Sur ha sido siempre dominada por el dios Luna en sus diversas variantes».
(Berta Segall, The Iconography of Cosmic Kingship, the Art Bulletin, vol. XXXVIII, 1956, p. 77)
Muchos estudiosos también han notado que el nombre del dios Luna, Sîn, forma parte de palabras árabes tales como «Sinaí», «el desierto de Sîn», etc.
Cuando la popularidad del dios Luna disminuyó en otras partes, los árabes permanecieron fieles a su convicción de que éste era el más grande de todos los dioses. A la vez que ellos adoraban a 360 dioses en la Kaaba en La Meca, el dios Luna era la deidad principal.
La Meca fue de hecho construida como un lugar sagrado para el dios Luna. Esto es lo que lo convirtió en el sitio más sagrado del paganismo árabe.
En 1944 Gertrude Caton Thompson reveló en su libro The Tombs and Moon Temple of Hureidah que ella había descubierto un templo del dios Luna en Arabia del Sur. Los símbolos de la media luna y no menos de 21 inscripciones con el nombre de Sîn fueron encontrados en ese templo.
Un ídolo que es probablemente el dios Luna mismo fue también descubierto.
Esto fue confirmado más tarde por otros famosos arqueólogos (véase Richard Le Baron Bower Jr. y Frank P. Albright, Archaeological Discoveries in South Arabia, Baltimore, John Hopkins University Press, 1958, p. 78 y ss.; Ray Cleveland, An Ancient South Arabian Necropolis, Baltimore, John Hopkins University Press, 1965; Nelson Gleuck, Deities and Dolphins, Nueva York, 1965).
El hallazgo revela que el templo del dios Luna estuvo activo incluso en la Era cristiana.
La evidencia recolectada tanto de Arabia del Norte como del Sur demuestra que la adoración del dios Luna estuvo claramente activa incluso en tiempos de Mahoma y era todavía el culto dominante. De acuerdo a numerosas inscripciones, mientras el nombre del dios Luna era Sîn, su título era Al-ilá, es decir, «la deidad», lo que significaba que él era el principal entre los dioses superiores.
Como Coon señaló,
«El dios Il o Ilá era originalmente una fase del dios Luna».
(Coon, Southern Arabia, p. 399)
El dios Luna era llamado Al-ilá, es decir, el dios, lo que fue abreviado en Alá en tiempos pre-islámicos.
Los árabes paganos incluso usaron la palabra Alá en los nombres que ellos daban a sus hijos. Por ejemplo, tanto el padre como el tío de Mahoma [Abd-alá y Obeid-alá] tienen a Alá como parte de sus nombres.
El hecho de que a ellos sus padres les hayan dado tales nombres demuestra que Alá era el título para el dios lunar aún en el tiempo de Mahoma.
El profesor Coon sigue diciendo:
«Del mismo modo, bajo la tutela de Mahoma, el relativamente anónimo Ilá se convirtió en Al-Ilá, el dios, Alá, el Ser Supremo».
(Ibíd.)
Este hecho contesta las preguntas de porqué Alá nunca es definido en el Corán, y por qué supuso Mahoma que los árabes paganos ya sabían quién era Alá.
Mahoma fue criado en la religión del dios Luna Alá. Pero él fue un paso más adelante que sus congéneres árabes paganos. Mientras éstos creían que el dios Luna Alá era el más grande de todos los dioses y la deidad suprema en el panteón de las deidades, Mahoma decidió que Alá no era sólo el dios más grande sino el único dios.
En efecto, él dijo:
«Miren, ustedes ya creen que el dios lunar Alá es el mayor de todos los dioses. Todo lo que quiero que ustedes hagan es que acepten la idea de que él es el único dios. No estoy quitando al Alá que ustedes ya adoran. Sólo estoy quitando a su esposa y sus hijas y a todos los otros dioses».
Esto puede ser visto en el hecho de que el primer punto del credo musulmán no es «Alá es grande» sino «Alá es el más grande», es decir, él es el más grande entre los dioses.
¿Por qué diría Mahoma que Alá es «el más grande» salvo en un contexto politeísta?
La frase árabe es usada para contrastar al más grande con los menores. Que esto es verdad puede ser visto en el hecho de que los árabes paganos nunca acusaron a Mahoma de predicar a un Alá diferente que el que ellos ya adoraban.
De esta manera, «Alá» era el dios Luna de acuerdo a la evidencia arqueológica. Mahoma con esto intentó tener dos cosas. A los paganos les dijo que él todavía creía en el dios Luna Alá, y a los judíos y los cristianos les dijo que Alá era el dios de ellos también.
Pero tanto los judíos como los cristianos sabían mejor y por ello rechazaron a su dios Alá como un falso dios.
Al-Kindi, uno de los primeros apologistas cristianos contra el Islam, indicó que el Islam y su dios Alá no provinieron de la Biblia sino del paganismo de los sabeos. Ellos no adoraban al dios de la Biblia sino al dios Luna y a sus hijas Al-Uzza, Al-Lat y Manat (Three Early Christian-Muslim Debates, ed. por N. A. Newman, Hatfield, Pennsylvania, 1994, pp. 357, 413, 426).
El doctor N.A. Newman concluye su estudio de los tempranos debates cristiano-musulmanes declarando:
«El Islam demostró ser… una religión separada y antagónica que había surgido de la idolatría».
(Ibíd., p. 719)
El erudito islámico Caesar Farah concluyó:
«No hay ninguna razón, por lo tanto, para aceptar la idea de que Alá pasó a los musulmanes desde los cristianos y los judíos».
(Caesar Farah, Islam: Beliefs and Observances, Nueva York, 1987, p. 28)
Los árabes adoraban al dios Luna como una deidad suprema. Pero ése no era el monoteísmo bíblico. Mientras el dios Luna era más grande que todos los otros dioses y diosas, aquél era todavía un panteón politeísta de deidades.
Ahora que tenemos los ídolos reales del dios Luna, ya no es posible rehuir el hecho de que Alá era un dios pagano en tiempos pre-islámicos.
¿Es alguna sorpresa que el símbolo del Islam sea la Media Luna?
¿Que una media luna esté encima de sus mezquitas y minaretes?
¿Que una media luna se encuentre en las banderas de las naciones islámicas?
¿Que los musulmanes ayunen durante el mes que comienza y termina con la aparición de la Luna creciente en el cielo?
Biblioteca Pleyades
*La élite de la inteligencia es una paradoja;
entre el docto y lo profano lo nutre,
profundizar este capitulo magistralmente
del islam,es extraordinario.
andres_leocadio1209@hotmail.es
Andres Leocadio Ante
Guayaquil Ecuador