Unas marcas recientemente descubiertas en el cadáver del Hombre de Hielo despiertan un nuevo debate sobre la función originaria de los tatuajes prehistóricos.
En septiembre de 1991, durante los primeros esfuerzos infructuosos por sacar a Ötzi de su prisión de hielo, en los Alpes de Ötztal, se descubrieron los extraños tatuajes que presentaba el cadáver en la región lumbar. Las investigaciones han demostrado que todo su cuerpo, de la cabeza a los pies, estaba cubierto de tatuajes, realizados hace más de 5.000 años mediante unos pequeños cortes que luego se frotaban con carbón.
Marco Samadelli, un científico de la institución EURAC en Bolzano (Italia), ha detectado todos los tatuajes que conserva Ötzi mediante una técnica fotográfica no invasiva creada por él mismo. El estudio ha descubierto 61 marcas en la piel, algunas no reconocibles a simple vista, consistentes en líneas de 0,7 a 4 cms. de largo, la mayoría dispuestas en grupos de dos, tres o cuatro líneas paralelas, además de dos cruces. Los tatuajes de Ötzi, entre los más antiguos que se han documentado, han despertado el debate sobre la función de los tatuajes prehistóricos. El estudio, desarrollado junto con otros investigadores, ha sido publicado en Journal of Cultural Heritage, según anuncia EURAC-Instituto de Momias y el Hombre de Hielo.
La localización de los tatuajes en diferentes partes del cuerpo hace sospechar que las marcas pudieron formar parte de un tratamiento médico, una técnica de acupuntura ancestral para calmar el dolor en las articulaciones. Los tatuajes de Ötzi, han despertado un nuevo debate: ¿los tatuajes prehistóricos tenían una función terapéutica, simbólica o religiosa?
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