Bisontes en la sala de polícromos de la cueva de Altamira, en Cantabria. / THE GALLERY COLECTION / CORBIS
Fuente: EL PAIS.com| 19 de marzo de 2015
Altamira, patrimonio de la Humanidad de la Unesco, se juega su futuro en las próximas semanas. Después de un año de visitas experimentales, el patronato de uno de los yacimientos arqueológicos más importantes del mundo, situado en Cantabria (norte de España), debe decidir en breve si se abre definitivamente al público. En este momento crucial, el Departamento de Prehistoria de la Universidad Complutense ha enviado una carta a la Unesco extremadamente crítica con la gestión de la cueva, en la que asegura que “que el nuevo Programa del Ministerio de Cultura de España, un plan que incluye la apertura de la cueva a los visitantes, plantea cuestiones importantes de la conservación y pone en peligro un legado frágil de suma importancia para la comprensión de la sociedad paleolítica”. La misiva, firmada por 17 profesores, ha recibido el apoyo del Instituto de Historia del Consejo Superior de Investigaciones Cient…, que agrupa casi 70 investigadores.
«España tiene la obligación de estudiar científicamente la cueva para difundir los conocimientos adquiridos en este tipo de estudios y para preservar este patrimonio para las generaciones futuras», prosigue la carta, disponible en Internet en la web del Departamento. «Las acciones emprendidas por el Ministerio de Cultura de España representan una clara amenaza a esta conservación. Creemos que la UNESCO y otros organismos internacionales comprometidos con la preservación del patrimonio cultural deben tomar nota de los peligros que las decisiones políticas suponen para la conservación de Altamira».
Los argumentos de los prehistoriadores se basan en que, pese a los peligros potenciales que representa la presencia de visitantes en la cueva, el Ministerio ha hecho todo lo posible para que sea posible su reapertura, en contra de lo que ocurre en Francia, el país que junto a España alberga los máximos ejemplos del arte rupestre paleolítico. Allí las cuevas de Lascaux y Chauvet se encuentran cerradas al turismo. En el caso de la segunda, donde transcurre el documental La cueva de los sueños olvidados, nunca ha estado abierta al público y en el mes de abril está previsto que se inaugure una gigantesca réplica. Lascaux tiene réplica desde 1983. «Abrir la cueva con vistas al turismo es un peligro», explica Jesús Álvarez Sanchís (izquierda), director del Departamento de Prehistoria de la Universidad Complutense.
La cueva de Altamira permanecía totalmente cerrada al público desde 2002. Varios equipos del CSIC, coordinados por dos de los máximos expertos mundiales en arte parietal, Sergio Sánchez-Moral y Cesáreo Saiz-Jiménez, realizaron un estudio de la cueva entre 1996 y 2012, en algunos casos con visitas experimentales. Sus resultados se publicaron primero en la revista Science en 2011 y posteriormente en un informe entregado al Ministerio de Cultura y eran contundentes:«Cualquier umbral de riesgo se ha superado» afirmaba sobre la presencia humana en la cueva. Según este trabajo, el mayor peligro eran microorganismos fotótrofos, que se alimentan de la luz.
Sin embargo, en 2012 el Ministerio de Cultura encargó un segundo informe para elaborar un plan integral para la conservación de la cueva, dirigido por el francés Gaël de Guichen. La elaboración de este plan incluía visitas por sorteo: en total durante un año han entrado 250 personas, en grupos de cinco más un guía, que han permanecido cada uno 37 minutos en el interior de la cueva. Las visitas terminaron a finales de febrero y ahora el patronato de Altamira debe decidir en su próxima reunión, que todavía no tiene fecha, aunque estaba prevista para marzo o, como muy tarde, abril, si continúan de manera indefinida. La mayoría de los expertos creen que la decisión será reabrir la cueva, de manera muy controlada, ya que el resultado de este segundo estudio interdisciplinar fue que los procesos de deterioro del yacimiento son naturales y que no se han visto agudizados por las visitas.
El director de Altamira desde 1991, José Antonio Lasheras (derecha), ha preferido no hacer declaraciones sobre la carta. En una entrevista con este diario en octubre, señaló: “La gestión del patrimonio tiene por misión ordenar su conservación y uso adecuados, y puede que lo considerado antes adecuado no lo sea ahora, y al revés. Propuse cerrar la cueva en 2002 y asumo el actual régimen de vista pública. Desde que se creó el Museo de Altamira, los cierres han sido temporales y las aperturas al público supeditadas al control del estado de conservación”. En numerosas declaraciones públicas, se ha mostrado partidario de abrir la cueva.
Teresa Chapa (izquierda), catedrática de Prehistoria de la Complutense y una de las firmantes del documento, explica: «La tendencia en el tema de las cuevas decoradas es cerrarlas e invertir dinero en réplicas y, sin embargo, en Altamira, se opta por la opción contraria». Según esta experta, el documento enviado a la Unesco «refleja la preocupación entre los expertos».
La mayoría de los estudiosos internacionales del arte parietal son partidarios de mantener cerradas las cuevas, sobre todo después de los problemas que, tras años de aperturas sin control, padecieron Lascaux y Altamira. «Estamos en total desacuerdo con que la cueva vaya a volver a abrirse», señala por su parte Jesús Álvarez Sanchís. «El segundo estudio solo se puede entender en un contexto político, que busca una explotación turística, incluso propagandística de la cueva. Intentar abrir representa una falta total de sensibilidad hacia un lugar que es de toda la humanidad, no es ni de Cantabria, ni de España. La posible reapertura no responde a intereses científicos, ni patrimoniales, sino políticos».
La carta de los prehistoriadores mantiene que «puesto que ni la evidencia científica ni el número de visitantes previstos apoyan la apertura de la cueva, sólo queda reconocer que es la presión política y las posiciones electoralistas las motivaciones que subyacen a las acciones adoptadas por el Ministerio de Cultura de España». El Ministerio, que tampoco ha querido pronunciarse sobre el contenido de la misiva, ha rechazado siempre que la posible apertura de la cueva se deba a presiones políticas y defendió ante la Unesco, que pidió información sobre el plan experimental de visitas, que el plan integral de conservación ofrece un diagnóstico preciso de todo lo que ocurre en la cueva.
El Departamento de Prehistoria de la Complutense se encuentra entre los más importantes de España. El Instituto de Historia del CSIC cuenta con 67 investigadores de plantilla y edita varias revistas científicas, entre las que se cuenta Trabajos de Prehistoria, que es la principal publicación científica sobre prehistoria en lengua española. La Junta del Instituto (el órgano de gobierno, formado por la dirección y los jefes de todos los departamentos) acordó por unanimidad en su sesión de 9 de enero de 2015 enviar a UNESCO la adhesión del instituto a la carta de la Complutense.
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El Ministerio responderá a la Unesco sobre las críticas por Altamira
250 personas han visitado la cueva en esta fase experimental / DM
Fuente: selenitaconsciente.com | 19 de marzo de 2015
La Dirección General del Bellas Artes del Ministerio de Cultura y el equipo científico encargado de los estudios de conservación de la Cueva de Altamira enviarán una carta de respuesta a la Unescoante las duras críticas el Departamento de Prehistoria de la Universidad Complutense remitió el pasado diciembre ante este oganismo por la gestión de la cueva, en la que asegura que “que el nuevo Programa del Ministerio de Cultura, un plan a la carta que incluye la apertura a los visitantes, plantea cuestiones importantes de la conservación y pone en peligro un legado frágil de suma importancia para la comprensión de la sociedad paleolítica”.
La misiva, que está firmada por 17 profesores, cuenta con el apoyo del Instituto de Historia del Consejo Superior de Investigaciones Científicas(CSIC), cuyo departamento, entre otras competencias, se encargó durante años del control de la cavidad.
La cartera dirigida por José Ignacio Wert no comparte ninguna de las críticas vertidas en el duro informe en el que han participado algunos de los miembros del CSIC, que trabajaron coordinados por los expertos en arte parietal, Sergio Sánchez-Moral y Cesáreo Saiz-Jiménez, en el estudio de la cueva entre 1996 y 2012, quienes abogaron en todo momento por mantener la cavidad cerrada.
El malestar en la secretaría de estado de Cultura es evidente y esta cuestión afectará al Patronato que se ha convocado el día 26 de marzo en Santillana del Mar. La cita, que ya estaba fijada antes de que se hiciesen públicas mantendrá el régimen de visitas experimentales.
El presidente de Cantabria, Ignacio Diego, ha asegurado esta mañana que respeta la opinión de los científicos de la Universidad Complutense y el CSIC, pero la carta le parece «irrespetuosa para con sus 54 colegas investigadores» que están trabajando en el estudio. En tono irónico, Diego aseveró que ha leído también que «se recomienda que se haga una réplica» y ha preferido«atribuirlo a un despiste».
Por su parte, el director del Museo de Altamira, José Antonio Lasheras, aludido directamente en el informe, ha reconocido que tenía conocimiento de la carta desde este martes, a través de los medios de comunicación, pero ha preferido no hacer manifestaciones al respecto.
Visitas
En este primer año 250 personas han tenido la posibilidad de acceder a la cueva mediante sorteo. Cada viernes se ha repetido el protocolo: cinco de los personas que esa jornada visitaban el Museo de Altamira podían aspirar a la experiencia única de visitar la cueva mediante un sorteo. Un estímulo que se ha traducido también en efecto llamada. El balance anual de la última temporada certificó el incremento de visitantes al complejo del Museo Nacional y Centro de investigación ubicado en Santillana.
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¿Y de qué servirán a la Humanidad esas cuevas cerradas?