Aida. Investigación revela que los animales sí pueden predecir terremotos

Un estudio realizado durante 23 días antes de un terremoto grado 7 en Perú dio cuenta de la capacidad de algunos animales para prever con una semana de anticipación un movimiento sísmico, aún a más de 320 Km del epicentro.

Por primera vez, los científicos han registrado en video el comportamiento de los animales previo a un terremoto. Los resultados podrían ayudar a mejorar los sistemas de predicción sísmica a corto plazo.

Por primera vez, los científicos han registrado en video el comportamiento de los animales previo a un terremoto. Los resultados podrían ayudar a mejorar los sistemas de predicción sísmica a corto plazo. Si los animales pueden o no predecir los terremotos ha sido un tema de debate por años. La primera referencia ocurre en Grecia en el año 373 antes de Cristo, cuando «ratas, comadrejas, serpientes y ciempiés abandonaron sus hogares varios días antes de un terremoto». En adelante, no se ha llegado a una conclusión satisfactoria, y aunque existen miles de casos de conductas extrañas por parte de algunos animales antes de un temblor, no ha sido posible encontrar un patrón que pueda ser ratificado por la ciencia, como el ladrido de un perro o el movimiento de los pájaros. Lo que si se conoce es la capacidad de detectar ondas de baja frecuencia, pero las ondas primarias y secundarias (que provocan el desastre) sólo vienen unos pocos segundos después. Sin embargo, una nueva investigación divulgada por científicos de la universidad británica de Anglia Ruskin ha revisitado el fenómeno obteniendo resultados sorprendentes. En un estudio realizado en el parque nacional de Yanachaga-Chemillén, en Perú, usaron cámaras ocultas para visualizar cómo se reducía la cantidad de animales que merodeaban por la zona, utilizando como referencia un registro de 23 días antes de un terremoto de magnitud 7 en la escala de Richter, producido en 2011. Durante cinco de los siete días previos al evento, las cámaras no registraron a ningún animal, algo «totalmente inesperado», afirma Rachel Grant, directora del estudio publicado en la revista Physics And Chemistry Of The Earth. «Los análisis muestran que justo antes del terremoto la actividad de los animales se desplomó», comentó Grant, que subrayó que el parque nacional se encontraba a 320 kilómetros del epicentro. Los investigadores detectaron además que en los días previos al terremoto el ambiente en esa zona estaba cargado de iones positivos, lo que según los científicos puede provocar agitación, hiperactividad y confusión en los animales. «La actividad sísmica provoca estrés en la corteza terrestre, lo que, entre otros efectos, lleva a una ionización masiva del ambiente», señaló Grant. El estudio sostiene que los animales que habitan normalmente en el parque, en su mayor parte roedores, abandonaron el lugar al sentirse incómodos en una zona cargada de electricidad. «Los animales más sensibles a los iones positivos son aquellos que viven más próximos al suelo; es mucho más sencillo que puedan sentirlo», explicó la investigadora. «No se trata de que los animales hayan desarrollado la capacidad de predecir terremotos, sino que, en general, tienden a apartarse de los estímulos poco placenteros». Grant considera que su investigación puede contribuir a encontrar métodos fiables para predecir la actividad sísmica.

Artículo publicado en MysteryPlanet.com.ar:

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