Casi todas las religiones esperan el advenimiento de unSalvador o Avatar que conduzca a la doliente humanidad hasta la Nueva Era.

Muchas profecías han venido señalando el presente siglo como el momento en que esto acontecerá. Los budistas esperan a Maitreya, los hindúes a Kalki, los musulmanes a Muntazar, los judíos al Mesías, los cristianos a Cristo.

Pero antes de que llegue el salvador, surgirá en el escenario mundial otro hombre que pretenderá pasar por él, aunque el realidad será todo lo contrario.

El personaje religioso de Occidente

Este hombre podría hacerse con el control de la iglesia católica, introduciendo en ella cambios radicales, absorbiendo al resto de religiones cristianas e intentando forzar a las demás religiones de ámbito mundial para que se unan a él. Aquellos cuya concepción religiosa gire más en torno a la forma que al espíritu aceptarán a ester «salvador» como el Esperado y se dejarán convencer por los falsos signos y los milagros que realice. En cambio, aquellos que poseen un fe sólida en el verdadero Espíritu se darán cuenta de que el falso mesías carece de Luz interior y resistirán a su poder e influencia. Los auténticos hijos de la Nueva Era sufrirán persecuciones a manos del impostor.

El personaje político-religioso de Oriente

Por otra parte también se dice que en algún lugar de Orienteaparecerá un personaje nefasto, y cuyo poder no proviene de Dios aunque se presentará ante la humanidad como invado de la Divinidad. Se presentará al mundo entero como un ser lleno de poder y sabiduría, llamado a resolver los problemas de la humanidad. Sus partidarios se harán con el control de los medios de comunicación de masas, que utilizarán para proclamarle como salvador, el «hombre de paz» largo tiempo esperado. Poco después, su dominio se extenderá al mundo entero. Gracias al poder político y militar que le respaldará, declarará prohibida en la Tierra toda guerra o violencia. Luego, en un paso más hacia delante, creará una nueva religión. Por último en Jerusalén se proclamará a sí mismo Dios y exigirá al mundo que lo reconozca como tal.

Podría aparecer en los cielos de Oriente en medio de los conflictos mundiales, una epifanía, la señal de la cruz, y se arrasará al Anticristo y se establecerá una paz auténtica para la humanidad.

Jesrusalén y la advertencia de Jesús de Nazaret

La ciudad de Jerusalén figura también en muchas profecías bíblicas referidas al Anticristo. Será allí, en las cámaras secretas delSanctasantórum, en el templo que, según las predicciones, reconstruirán los judíos, donde el Anticristo usurpará el lugar de Dios e instalará su propio trono.

Jesús de Nazaret, al preguntarle sus discípulos hace 2000 años cuales serían las señales de que los tiempos terminaban, les dio esta respuesta: «El entonces dijo: Mirad, no seáis engañados; porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy; y, el tiempo está cerca: por tanto, no vayáis en pos de ellos» (Lucas 21:8). Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces, verso 16 Por sus frutos los conoceréis… (En Mateo 7:15). «Cuidad de que nadie os engañe, porque vendrán muchos en mi nombre y dirán: Yo soy el Mesías…»No le creáis, porque se levantarán falsos mesías y falsos profetas y obrarán grandes señales y prodigios para inducir al error, si posible fuera, a los mismos elegidos. Si os dicen pues: Aquí está, en el desierto, no salgáis; aquí está, en el escondite, no lo creáis» (Apócrifo Matías, 24: 4-5, 26).

Algunas referencias Bíblicas

Muchos otros profetas. tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento, han advertido también sobre el advenimiento de unpoder religioso universal, encabezado por un hombre que obligará a los demás a adorarle como Dios. El profeta Daniel le llama «el rey de grandes arrogancias»; el apóstol Pablo, «el hombre de la iniquidad», «el hijo de la Perdición»; Juan, en su revelación, le identifica con «la bestia».

Si comparamos las palabras de los tres profetas (Daniel, Pablo, y Juan en Apocalípsis, encontramos notables coincidencias en lo que se refiere a las características del Anticristo. Existe acuerdo en que se opondrá al Dios-Espíritu y en que se exaltará a sí mismo como objeto de adoración; también en que se desencadenará una persecución contra los que sigan la senda espiritual; reforzará su poder apoyándose en los líderes políticos; representará en sus acciones las fuerzas de las tinieblas, obtendrá el dominio absoluto del mundo y será destruido por una intervención del Dios-Espíritu al final de la era actual. Respecto a la duración del sangriento reinado del falso mesías, los profetas de la Biblia hablan de 42 meses o 1260 días, aproximadamente 3 años y medio.

 Este periodo irá, no obstante, precedido de otro de igual duración (sumando un total de 7 años), el de su ascenso al poder.