Muhamadu Buhari se acaba de convertir en el primer candidato opositor que gana las presidenciales en Nigeria.
La mayor economía de África quedará en manos ahora del exgeneral Buhari tras imponerse a Goodluck Jonathan, quien admitió la derrota y lo felicitó.
Con unos dos millones de votos de ventaja, Buhari demostró que a sus 72 años es un hombre que no se da por vencido fácilmente.
Derrotado en las tres últimas elecciones, esta era la segunda vez que se enfrentaba a Jonathan.
Pero en esta ocasión tenía la ventaja de ser el aspirante de la oposición agrupada alrededor del Congreso de Todos los Progresistas (APC, en inglés).
El APC atrajo a algunos importantes disidentes del Partido Democrático del Pueblo (PDP), que dominó la escena política del país desde el final del régimen militar en 1999.
Lea también: ¿Cómo se volvió tan poderoso Boko Haram?
En cualquier caso, como señala el corresponsal de la BBC en Nigeria, Will Ross, se trata de un hecho de «enorme importancia histórica» pues nunca antes un presidente que concurría a la reelección había salido derrotado.
«Desde la independencia en 1960 ha habido muchos golpes y la mayoría de las elecciones habían sido amañadas. Por supuesto, habrá muchos disgustados con el resultado, pero lo sucedido es una señal de que se profundiza la democracia».
«Intento de asesinato»
Buhari siempre ha sido popular en el deprimido norte del país, conocido como «talakawa» en hausa.
Ahora hay quien siente que su pasado militar es lo que necesita el país para enfrentar a la insurgencia islamista en el norte.
Buhari, que se ha mostrado a favor de la ley islámica (sharía) en el norte, ha tenido que negar que tenga una agenda radical oculta.
Su condición de musulmán se ha comprobado un problema en las urnas desde 2003, pues nunca consiguió el apoyo de los cristianos del sur.
Pero su promesa de acabar con Boko Haram en meses vino avalada por el hecho de haber sobrevivido en julio de 2014 a un atentado que tenía todas las marcas de un intento de asesinato de la milicia islamista.
Lea también: El pueblo nigeriano del que desaparecieron 500 niños
Buhari ha achacado a la debilidad del presidente Jonathan el crecimiento de la milicia y ha negado las propuestas de participar en conversaciones con el grupo.
Su dureza como comandante militar en 1983, cuando islas nigerianas en el lago Chad fueron adheridas por soldados de Chad, sigue siendo recordada en el noreste, ahora bastión islamista.
«Guerra contra la indisciplina»
Buhari rigió Nigeria desde enero de 1984 a agosto de 1985, después de un golpe militar en diciembre de 1983.
El periodo ha pasado a la historia por una estricta campaña contra la indisciplina y la corrupción y por sus abusos de los derechos humanos.
Muhamadu Buhari
Primer presidente musulmán de Nigeria
72
años de edad
4
veces fue candidato presidencial
- 84-85 Gobernante de facto
- 40 Meses en la cárcel
Así, el juicio que se hace de los 20 meses de régimen militar bajo el mando de Buhari es mixto.
Unos 500 políticos y empresarios fueron encarcelados como parte de su campaña contra el despilfarro y la corrupción.
Algunos lo vieron como la represiva mano dura de una militar en el poder.
Lea también: ¿Por qué es tan difícil contar los muertos en Nigeria?
Pero otros lo recuerdan como alguien digno de elogio por sus intentos de luchar contra la endémica corrupción que impedía el desarrollo de Nigeria.
De hecho, mantiene una reputación de honestidad rara entre los políticos nigerianos, tanto militar y civil, sobre todo por esa campaña.
Como parte de esa «Guerra contra la indisciplina», ordenó a los nigerianos formarse en orden cuando hacían fila por el autobús bajo la mirada de soldados armados con látigos.
Los funcionarios que llegaban tarde al trabajo eran humillados en público al ser forzados a hacer saltos de rana.
Además aprobó un decreto que restringía la libertad de prensa que llevó al encarcelamiento de dos periodistas.
Y sus intentos de reequilibrar las finanzas públicas reduciendo las importanciones llevó a muchos a perder su empleo y al cierre de negocios.
Como parte de sus medidas contra la corrupción, también ordenó que la moneda fuera reemplazada, cambió el color de los billetes, para forzar a los tenedores de los antiguos a cambiarlos en un periodo de tiempo limitado.
Los precios subieron al tiempo que caía el nivel de vida, lo que llevó a un golpe palaciego por parte del general Ibrahim Babangida en agosto de 1985. Buhari pasó más de tres años en prisión.
Babangida quería acelerar la restauración de un régimen civil, lo que Buhari no veía como una prioridad.
«Depende de la gente»
Depende de la gente. Si eliges el líder correcto, no habrá necesidad de un régimen militar
Desde aquella época, Buhari ha seguido defendiendo su golpe del 31 de diciembre de 1983.
«Depende de la gente. Si eliges el líder correcto, no habrá necesidad de un régimen militar», dijo en octubre de 2005.
«Los militares vinieron cuando era absolutamente necesario y le habían fallado al pueblo los políticos elegidos», agregó.
Lea también: ¿Qué fue de las jóvenes secuestradas en Nigeria?
Cuando el expresidente Olusengun Obasanjo era el militar al cargo en los 70, Buhari tenía un puesto clave: ministro de Petróleo.
Pero la relación entre sus excolegas se enfrió cuando el golpe de Buhari sacó del poder a las autoridades civiles que habían ganado las elecciones organizadas por Obasanjo.
Este pasado ha llevado a continuos cuestionamientos del compromiso de Buhari con la democracia.
Las relaciones entre los dos antiguos generales pueden haberse descongelado después de lo que parece un apoyo por parte de Obasanjo en su reciente autobiografía.
Buhari «no será un buen gestor de la economía», escribió el político que ganó dos elecciones presidenciales con el PDP después de 1999, pero «será fuerte, casi inflexible, así como valiente y un líder firme».
http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2015/04/150331_buhari_perfil_nigeria_musulman_az