RELIGIÓN MISTÉRICA

El término «Misterio» deriva del latín Mysterium, del griego musterion, y significa «secreto, rito o doctrina». Una persona que siguiese un «Misterio» era un mystes, «uno que se ha iniciado» (de myein, cerrar), una referencia al secreto (el cierre de «los ojos y la boca») ya que sólo al iniciado se le permitía observar y participar en los rituales. Los misterios son a menudo suplentes de la religión civil, y por eso se habla de cultos mistéricos en lugar de religiones.

Se llaman misterios al conjunto de pruebas y ritos que el aspirante debía cumplir para ser aceptado como miembro de derecho de la religión. Los misterios son formas de pedagogía primitiva que parten de la premisa de que el verdadero conocimiento y su comprensión, es el resultado de la asimilación de la información a través de la totalidad del ser humano. En esta representación mistérica, el iniciado recibe información simultánea de tipo intelectual, emocional y física, al ser el personaje activo de dicho drama. Así, el iniciado se convierte en el dios o héroe.

Se califica como religión mistérica o religión de misterio a aquella que presenta misterios que no se plantea explicar. Las razones para ello pueden ser variados. Desde razones de defensa de la propia comunidad ante represalias de colectivos mayoritarios, protección de intereses personales, la vivencia de pertenecer a una sociedad exclusiva, o simplemente la imposibilidad de explicar racionalmente esos datos relacionados con la religión. El secretismo y exclusivismo de algunas de estas religiones mistéricas conlleva una serie de ritos iniciáticos, y frecuentemente un periodo de preparación y de pruebas, antes de aceptar a un nuevo adepto en la comunidad. Estas ceremonias recibían el nombre de misterios.

Orígenes

 

Sus orígenes se remontan hasta el neolítico (que se inicia entorno al 8.500 a. de C.) . Las religiones mistéricas conocidas parecen surgir en la Antigüedad egipcia, en relación con los dioses:

Isis: Su nombre egipcio era Ast, que significa trono, representado por el jeroglífico que portaba sobre su cabeza. Fue denominada «Gran maga», «Gran diosa madre», «Reina de los dioses», «Fuerza fecundadora de la naturaleza», «Diosa de la maternidad y del nacimiento».

Serapis:  Deidad sincrética greco-egipcia a la que Ptolomeo I declaró patrón de Alejandría y dios oficial de Egipto y Grecia con el propósito de vincular culturalmente a los dos pueblos.

Anubis: Señor de las necrópolis, las ciudades de los muertos, que se situaban siempre en la ribera occidental del Nilo. Según las creencias egipcias, era el encargado de guiar al espíritu de los muertos al «otro mundo», la Duat. Vigilaba el fiel de la balanza en el Juicio de Osiris.

También prosperaron los cultos de Hermes Trismegisto y de Asclepio (dios de la Medicina y la curación, venerado en Grecia en varios santuarios), con antecedentes egipcios aunque helenizados.

Misterios

Misterios órficos: Iniciación al orfismo, secta que pone en tela de juicio la religión oficial de la ciudad griega. El movimiento órfico supone un enfrentamiento a las tradiciones religiosas de la ciudad griega y, en definitiva, una nueva concepción del ser humano y su destino. Bajo el nombre del mítico Orfeo, cantor y trágico viajero del Más Allá, surgen una serie de textos que predican y atestiguan esa nueva religiosidad, una doctrina de salvación sobre el hombre, su alma, y su destino tras la muerte.
Misterios eleusinos: Ritos de iniciación anuales, que se celebraban en Eleusis (ciudad griega) con el culto a: Deméter: diosa griega de la agricultura, nutriente de la tierra verde y joven, ciclo vivificador de la vida y la muerte, y protectora del matrimonio y la ley sagrada y Perséfone:  Hija de Zeus y de Deméter (‘la madre’). La joven doncella, es raptada por Hades convirtiéndose en la reina del Inframundo. De todos los ritos celebrados en la antigüedad, éstos eran considerados los de mayor importancia, y se extendieron posteriormente al Imperio romano.
Misterios samotracios: pertenecientes al culto a los Grandes Dioses introducido por Dárdano en Samotracia.
Misterios báquicos: fiestas de Baco, más generalmente llamadas Dionisíacas u Orgías.
Misterios pitagóricos: iniciación en la doctrina secreta del pitagorismo.
Misterios platónicos: Intento de los neoplatónicos de Alejandría para imitar las iniciaciones de Eleusis. Los secretos cosmogónicos, los fenómenos astronómicos y el dogma moral y religioso despojado de las supersticiones vulgares eran el fondo de la doctrina que se revelaba a los iniciados.
Estos misterios se llevaban a cabo con frecuencia en la oscuridad profunda en grutas y sitios similares. El que asistía a los misterios sin tener derecho a ello y el que revelaba sus secretos era castigado con la muerte. Platón fue criticado duramente por revelar el secreto de los principios filosóficos de los Misterios.

 

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