Los líderes de Francia y Alemania revelaron el martes planes para una mayor integración de la zona euro, que incluye límites sobre el déficit fiscal de sus miembros y encuentros bianuales, pero dijeron que una emisión de eurobonos sólo podría ser una opción a largo plazo.
Bajo una fuerte presión para que la zona euro recupere la confianza de los inversores tras la dramática caída de los mercados, el presidente francés Nicolas Sarkozy y la canciller de Alemania Angela Merkel, propusieron también crear un impuesto a las transacciones financieras y avanzar hacia una gobernanza común en la política económica del bloque.
Entre otras medidas anunciadas, Sarkozy dijo que se buscará asegurar una mejor gobernanza económica transfronteriza para la zona euro, con encuentros de sus líderes dos veces cada año, y la creación de una presidencia por un periodo de dos años y medio para impulsar el foro.
“Queremos expresar nuestra voluntad absoluta para defender al euro y asumir las responsabilidades particulares de Alemania y Francia en Europa, junto con tener una visión unida de todos estos temas”, dijo Sarkozy en la conferencia de prensa conjunta ofrecida tras la reunión, con Merkel a su lado.
“Francia y Alemania se sienten absolutamente obligados a fortalecer el euro como nuestra moneda común y a desarrollarla aún más. Y es completamente claro que para que esto suceda, necesitamos una interacción más fuerte de la política económica y financiera en la zona euro”, dijo Merkel.
Ambos líderes están bajo presión para presentar planes que ayuden a proteger a la zona euro y a restaurar la confianza del mercado tras un año y medio de una turbulencia que se niega a desaparecer pese a los rescates a Grecia, Irlanda y Portugal y la creación de un fondo para impedir el contagio a otras economías de la región.
Sobre el impuesto a las transacciones financieras, Sarkozy dijo:
“Los ministros de Finanzas de Francia y Alemania definirán una propuesta conjunta a nivel de la Unión Europea el próximo septiembre sobre un impuesto a las transacciones financieras. Esto es una prioridad para nosotros”.
Los mercados estaban pendientes de la segunda reunión bilateral entre ambos líderes en poco más de tres semanas, en busca de señales de medidas para restablecer la confianza y sobre todo de la posible emisión de un bono paneuropeo, un movimiento que podría hacer más llevadera la deuda a economías en apuros.
En cualquier caso, esa emisión de bonos conjuntos como “último recurso”, como lo describió Merkel, no fue parte del acuerdo de los líderes durante el encuentro del martes en París.
“Tampoco creo que Europa esté en el punto de necesitar su último recurso y tampoco creo que podamos resolver estos problemas con lo que yo he llamado un golpe”, dijo Merkel.
“Y por lo tanto, creo que lo que estamos proponiendo aquí son los medios con los que podemos resolver la crisis ahora mismo y recuperar la confianza, paso a paso (…) no creo que eurobonos ayudarán en esto”, señaló.
Los alemanes de a pie se han opuesto a entregar más ayuda a sus socios más débiles.
Datos del martes mostraron que el Producto Interior Bruto alemán apenas creció en el segundo trimestre del año, lo que sugiere que la desaceleración comienza a afianzarse, haciendo más difícil convencer a los alemanes de ayudar a sus socios europeos.
“Mientras los políticos alemanes están decidiendo los pros y los contras de bonos europeos comunes, el lujo de tener una economía funcionando en velocidad ‘maravilla’ se está disipando”, dijo Carsten Brzeski de ING.
La economía alemana creció sólo un 0,1 por ciento en el segundo trimestre, mientras que la economía de Francia se estancó en el mismo período.
Temiendo que la crisis de deuda de la zona euro se extienda al centro del continente, los inversores se deshicieron de sus acciones en bancos franceses, que están expuestos a la deuda italiana, mientras circulaban rumores -negados por las agencias crediticias- de que la calificación “AAA” del país estaba en riesgo.
La ola de ventas evidenció que los mercados no resultaron convencidos por el acuerdo del 21 de julio para darle nuevos poderes al fondo de rescate de la zona euro, el EFSF, y por la promesa de que París y Berlín presentarían propuestas para coordinar la dirección económica, las que serán presentadas a fines de agosto.
Fuente: Reuters / Yahoo News