Latakia es el último objetivo de la represión del régimen del presidente sirio, Bachar al Asad, que ha dirigido los ataques principalmente contra Al Raml, un barrio dividido en dos áreas, en una de las cuales hay establecido un campo de refugiados palestinos.

En el campo palestino, las fuerzas de seguridad irrumpieron hoy y allanaron varias viviendas, algunas de las cuales han sido derribadas, según los Comités. Debido a la represión, una gran parte de la población, en su mayoría mujeres y niños, ha huido de estas zonas, así como de otras en las que se teme la pronta irrupción de las tropas.

De hecho, el Ejército pidió ayer a los habitantes de Al Raml que abandonaran el barrio, lo que hizo temer una nueva operación militar.

Hoy, martes, las tropas se mantienen desplegadas en varios puntos de la ciudad y sus alrededores, y más de una veintena de vehículos blindados esperaban en la avenida Al Zaura (revolución) dispuestos a entrar en acción.

Ibrahim señaló que hoy no han recibido informaciones de víctimas en Latakia, aunque lamentó la muerte por hemorragia de una palestina, de 22 años y madre de dos hijos, que estaba herida desde hace dos días.

Por su parte, el presidente del Observatorio, Rami Abdul Rahman, explicó a Efe en conversación telefónica desde Londres que son los sirios y no los palestinos quienes se están viendo perseguidos en Al Raml.

«En esa zona viven unas 250.000 personas, de las que sólo 4.000 son palestinas. El resto son sirios y las detenciones van dirigidas contra ellos», dijo el activista sirio después de que la agencia de la ONU de auxilio a los refugiados palestinos alertase de que la mayoría de los 10.000 refugiados del campo de Latakia habían huido.

Asimismo, unos 120 soldados irrumpieron, según el Observatorio, en el barrio Isqanturi de Latakia, mientras grupos de «matones» fieles al régimen entraron en Saliba, Al Tabiat y Ashrafia, donde dispararon indiscriminadamente contra las viviendas.

Las fuerzas de seguridad detuvieron, además, a decenas de personas en Al Raml, Bustan, Al Hamami, entre otros, por tercer día consecutivo.

Frente a la versión de los grupos opositores, las autoridades aseguraron que las «fuerzas del orden continúan retirando las barricadas levantadas por grupos terroristas armados en las esquinas y callejones de Al Raml».

Una fuente oficial, citada por la agencia estatal Sana, dijo que los cuerpos de seguridad arrestaron de varios hombres armados y desactivaron artefactos explosivos y minas colocados por estos grupos.

Según la fuente, algunos de esos hombres armados huyeron a otros barrios vecinos y dispararon e hicieron estallar cartuchos de dinamita, lo que causó heridas a algunos de los habitantes.

La agencia Sana también señaló que las tropas se han retirado de la localidad de Deir al Zur (este) tras haber culminado su misión contra «grupos armados terroristas», a los que acusa de los disturbios sin reconocer que en las protestas participan civiles.

Debido al bloqueo informativo en Siria, estas informaciones no se pueden verificar de forma independiente.

El Observatorio también informó de que dos personas murieron hoy en Homs, en el centro de Siria, tras ser heridas por disparos de las fuerzas de seguridad durante una manifestación que tuvo lugar anoche.

En un comunicado, la organización detalló que los manifestantes se habían concentrado en la zona de Bab al Seba (Homs) después de la oración del «Tarawih», típica del mes de ramadán, y las fuerzas del régimen de Al Asad abrieron fuego contra ellos.

Los organismos de derechos humanos y grupos opositores calculan que más de 2.200 personas han fallecido desde el inicio de la revuelta el pasado marzo por la represión de las fuerzas del orden, que se ha intensificado durante el ramadán. EFE

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