Al menos, 27 animales murieron por deshidratación, agotamiento o ahogados durante un alto del rodaje de «El Hobbit», la precuela de «El señor de los anillos» que Peter Jackson rodó el año pasado en Nueva Zelanda. Cuando su entrenador, John Smythe denunció la muerte de los animales, la asociación le dijo que no valía la pena abrir una investigación por falta de pruebas. Cuando Smythe les aclaró que sabía el lugar exacto donde estaban los animales porque los había enterrado él mismo, la American Humane Association alegó que el suceso había tenido lugar en un alto del rodaje y que, por lo tanto, no podrían intervenir. La conclusión de su informe fue: «Habiendo monitorizado todos los eventos significativos con relación a animales, ningún animal había sido perjudicado durante la acción». Cuatro caballos, murieron durante el rodaje de la primera temporada de «Luck», una serie de HBO sobre carreras de caballos con Dustin Hoffman como protagonista. Dicen que el caballo principal, Real Awesome Jet, sufrió tantos golpes en la cabeza, que fue necesario sacrificarlo. En Courage, un caballo fue empleado por los hierros de un vagón fuera de control. Un Husky Siberiano recibió puñetazos en el diafragma durante el rodaje de «Bajo cero» y una ardilla murió aplastada en «Novia por contrato» la comedia romántica protagonizada por Sarah Jessica Parker y Matthew McConaughey estrenada en el año 2006.

La jirafa que murió en el rodaje de «El guardián del zoológico», los varios perros que fallecieron durante la grabación de «Marmaduke» y «Nuestro estúpido hermano», o el tiburón que murió asfixiado en una piscina hinchable durante el rodaje de un anuncio para «Kmart» son sólo algunos ejemplos. El maltrato animal está en todas partes. «Luck» fue cancelada cuando las fotografías de los caballos fueron publicadas, pero todas las demás recibieron su leyenda: «Ningún animal resultó herido en el rodaje de esta película» al igual que «Piratas del Caribe», cuyos efectos especiales incluyendo explosiones, costaron la vida a cientos de peces, pulpos y otros tipos de vida marina. La paradoja se despeja rápidamente mirando los números: La principal fuente de ingresos de la American Humane Association es la misma industria que pretende monitorizar. La asociación vive gracias a los dos sindicatos de actores recién fusionados: «SAG-AFTRA» y la «Alianza de Productores de Cine y Televisión», por si fuera poco, su departamento de prensa suele involucrar en sus campañas de recogida de fondos a las mismas productoras a las que está monitorizando, durante el mismo rodaje. Fue el caso de «Caballo de batalla», una película de Steven Spielberg, donde, según una antigua jefa de producción, murió un caballo por negligencia y American Humane Association cubrió el hecho. Según varias fuentes de la propia asociación, el problema viene siempre de arriba y la regla no escrita es colaborar con la producción, no proteger a los animales: «Los representantes que reciben quejas de los entrenadores son apartados del rodaje, quienes defienden los intereses de los animales son considerados problemáticos» le explicaba un empleado a «The Hollywood Reporter». Barbara Casey, jefa de producción de la Unidad de Cine y Televisión, puso una demanda por despido improcedente contra American Humane Association y HBO, porque en sus intentos de imponer medidas de seguridad para proteger a los animales en el rodaje de «Luck», retrasaron la grabación lo cual les molestó.

En la mencionada demanda consta que American Humane Association ayudó a ocultar la muerte de un caballo durante el rodaje de «Caballo de batalla» para proteger la reputación de Steven Spielberg y otorgarle el sello de rigor. Tanto esta asociación como HBO han rechazado las acusaciones. La vida de los animales del cine ha sido más que dura: En Ben-Hur, murieron más de 100 caballos, y mejor no recordar al pobre burro de «Las Hurdes, tierra sin pan» de Buñuel. La American Humane Association fue invitada en 1939 por primera vez a un rodaje por la Administración de Códigos de Producción, más conocida como la Oficina Hays, después de que un caballo fuera empujado sobre una plataforma inclinada y aceitada a propósito para que cayera despeñado por un barranco durante el rodaje de «Jesse James» pero, fue a partir del escándalo de «La puerta del cielo» donde explotaron caballos, desangraron vacas y otras absurdas brutalidades, cuando la presencia de la American Humane en el plató se hizo obligatoria para todos los sets donde hay animales, y su sello de aprobación, necesario para que una película llegue a la sala de cine, regla que no se aplica a la televisión. Desde entonces, la conocida frase «Ningún animal resultó herido en el rodaje de esta película» ha tranquilizado a espectadores y anunciantes, pero los métodos para obtener esta etiqueta están tan cerrados como sus libros, ya que la American Humane no es una asociación gubernamental. Además, su presencia ha cerrado las puertas de Hollywood a otras asociaciones que sí se preocupan por el bienestar de los animales. En España, Pedro Almodóvar y su productora han sido denunciados ante la Dirección General de Agricultura de la Consejería de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid por lidiar y matar a cuatro toros para la filmación de su película «Hable con ella» considerando que en el rodaje se sometieron a los animales a sufrimiento real y posterior muerte. La justicia italiana también tomó cartas en el asunto cuando vieron las imágenes consideradas como reales de «Holocausto Caníbal» en donde un jabalí, varios monos y una tortuga padecieron una muerte más que dolorosa. Desde entonces, Italia revisó sus leyes para que nunca más se pudiera maltratar a un animal en una película. Sin embargo, cada vez que veamos la leyenda «Ningún animal ha sido resultado herido durante el rodaje de esta película» es bueno recordar las palabras del responsable del programa que la otorga, Kwane Stuart: «Nuestra prioridad es que los animales estén bien, pero tenemos que entender que los directores tienen que conseguir su visión» ¿Conclusión? El cine es puro negocio y la vida también.

SandRamirez.
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