Los chechenos, pagados por EE.UU, se estaban fogueando en Siria como etapa previa para después ser trasladados por Washington al Cácauso ruso con el fin de asesinar civiles y niños como los de la escuela de Beslán.

En un nuevo golpe a la así llamada “Operación Tormenta del Sur”, el Ejército sirio atacó a una concentración de terroristas el lunes dando muerte a 30 miembros de un grupo de francotiradores chechenos cuando éste acababa de entrar en Siria y más concretamente en la provincia de Deraa, en el sur del país.

Los francotiradores cruzaron a través del punto de cruce de Nassib y fueron enviados por el MOC, el centro de operaciones que dirige en Jordania las acciones de los terroristas en el sur de Siria y está integrado por representantes de los servicios de inteligencia de Jordania, EEUU; Arabia Saudí, Israel y otros.

El Ejército sirio atacó la villa residencial donde los francotiradores chechenos permanecían con un misil guiado horas después de que entraran en la ciudad de Saida, en el campo de Deraa.

Fuentes sirias dijeron a Al Manar que los francotiradores chechenos fueron transportados a través del puesto fronterizo de Nassib, con Jordania, en total secreto.

Ellos llegaron luego a la villa residencial sobre las 2:30 de la mañana y fueron mantenidos allí en gran secreto.

El Ejército sirio vigiló, sin embargo, todos sus movimientos y mientras ellos estaban manteniendo una reunión con un comandante de coordinación sobre el terreno, un misil arrasó la villa hasta el suelo.

Todos los terroristas resultaron muertos.