La eugenesia es la ideología de la cultura de la muerte, cuyas consecuencias más asesinas son hoy el aborto y la eutanasia. Es obra de hombres y mujeres que odian al creador y por lo tanto aman la muerte (Pv. 8:36). Hay que desenmascararlo, especialmente en las organizaciones que inspira, como el Movimiento Francés de Planificación Familiar.
La eugenesia es la hija dilecta de Darwin: si las especies se transforman por «selección natural», hay razas inferiores y razas superiores. Darwin declaraba: «Entre los salvajes, los cuerpos o las mentes enfermas son rápidamente eliminados, los hombres civilizados, en cambio, construyen asilos para los imbéciles, los discapacitados y los enfermos y nuestros médicos ponen lo mejor de su talento en conservar la vida de todos y cada uno hasta último momento, permitiendo así que se propaguen los miembros débiles de nuestras sociedades civilizadas. Nadie que haya trabajado en la reproducción de animales domésticos, dudará de que esto es sumamente perjudicial para la raza humana».
Galton, primo de Darwin, inventó la teoría eugenista aplicada a los seres humanos: el reemplazo de la selección «natural» por una selección más voluntarista. En efecto, las organizaciones caritativas, al asumir el cuidado de los pobres y de los enfermos (calificados como degenerados, inaptos e inferiores), impiden el funcionamiento de la «selección natural». Se exageró entonces, enormemente el impacto de la transmisión de las «taras», el «atavismo», para justificar dos objetivos complementarios:
- favorecer las razas llamadas superiores, eugenismo positivo;
- hacer desaparecer las razas llamadas inferiores, eugenismo negativo.
Esta visión cientificista, exclusivamente materialista, donde el hombre es sólo un engranaje de un mecanismo más grande: la sociedad o el Estado, pretende «mejorar» la raza humana hasta generar el «superhombre». La eugenesia nació en la época en que la ciencia triunfante revolucionaba al mundo de la técnica. En el materialismo existía una gran tentación de utilizar al hombre como un material o animal, al que se puede mejorar por medio de cruzas y una selección «científica». La sociedad debe tratar a quienes considere víctimas de taras, «disgénicos», inferiores, inadaptados, mal desarrollados, como a miembros gangrenados y amputarlos por razones de higiene social, sin tener en cuenta las prohibiciones de una moral «burguesa» derivada de la superstición «judeocristiana». La relación con el médico o el biólogo se transforma entonces en una relación que involucra a tres partes: el Estado, el médico y el enfermo.
Las aplicaciones actuales de la eugenesia
El denominado aborto «terapéutico»: no tiene nada de terapéutico porque no cura a nadie y porque los progresos de la obstetricia hacen que ya no sea absolutamente necesario para «salvar a la madre». No obstante los médicos ejercen presión psicológica en las mujeres embarazadas, especialmente en las mayores de 35 años. El diagnóstico prenatal (con el que por otra parte se corre el riesgo de dañar al niño) tiene la finalidad casi exclusiva de proponer el aborto si el bebé tiene alguna probabilidad de malformación. Se ha decidido hipócritamente llamarlo aborto «terapéutico» en lugar de aborto «eugenésico».
El aborto legalizado bajo la denominación de «Interrupción voluntaria del embarazo» : veremos en una segunda parte cómo la interrupción voluntaria del embarazo proviene de una manipulación de las mentes, normalmente acompañada de presiones económicas y psicológicas, cuya finalidad es impedir que los pobres tengan hijos. Para imponer este aborto, se ha recurrido a diversos mitos. El principal es del hijo «deseado» (ver el anexo «Hijo deseado y eugenesia»).
El aborto provocado involuntario: por lo general se practica en los países occidentales bajo el nombre de «contracepción», pero mediante procedimientos que en realidad son abortivos, (mecánicos o químicos), ya que intervienen después de la concepción. Entre éstos, se destaca el D.I.U., dispositivo abortivo intrauterino, que comenzó a difundirse durante la primera mitad del siglo. Su creación fue financiada por los movimientos para el Control de la Natalidad (especialmente por Margaret Sanger). En Francia, el D.I.U. ha sido erróneamente clasificado, como un anticonceptivo. Se supone que las píldoras «anticonceptivas» de mini- o microdosis, por su escasa dosificación hormonal, tienen un efecto «preventivo» impidiendo la concepción y eventualmente «curativo» destruyendo el fruto; o sea, un efecto ‘abortivo’, que los fabricantes y los publicitarios se cuidan muy bien de explicar a sus clientes. La píldora abortiva, RU 486 y otras drogas abortivas, como el NORPLANT, están destinadas a ser difundidas como anticonceptivos en la parte pobre del hemisferio, en el Sur. Tienen la ventaja de ser más baratas y fáciles de administrar, y por ende, más accesibles a la población que las píldoras diarias. El pretexto invocado es el riesgo que corren las mujeres, por los abortos ilegales, supuestamente numerosos. (Para la OMS 200.000 mujeres mueren anualmente en el mundo por abortos ilegales). Estas mentiras ya fueron utilizadas para obtener la legalización del aborto.
La fecundación in vitro con transferencia de embriones: Se realiza así el sueño de los eugenistas: separar totalmente la procreación de la sexualidad. Si el padre receptor es estéril, se selecciona un donante de «calidad» y luego entre los embriones, se elige al que se ha de implantar en función de criterios de «calidad». Testard denunció esta «eugenesia democrática». La Fecundación in vitro con transferencia de embriones, aun cundo no haya selección, es muy mortífera: se fecundan una cantidad de óvulos, procreando así una cantidad de seres humanos embrionarios. De éstos sólo una minoría tiene alguna probabilidad de llegar a término.
La esterilización involuntaria o forzada :surgió en los Estados Unidos, en Gran Bretaña y en Suecia, países de eclosión del eugenismo. También se practicó en Alemania bajo el Tercer Reich, donde se llevaron a cabo muchas investigaciones sobre medios de esterilización en masa, que fueron continuados después de la guerra por los movimientos eugenistas en los países anglosajones. La esterilización forzada es aplicada hoy en China por el gobierno comunista, en el marco de una política abiertamente eugenista. La esterilización involuntaria se aplica en muchos países del Sur: ya sea esterilizando a las mujeres sin que éstas lo sepan durante otras operaciones, ya sea sometiéndolas a campañas de «vacunación» que incluyen un esterilizante con la vacuna.
La eutanasia: (ver el capítulo «Eutanasia y eugenesia»). Actualmente se practica a gran escala en Francia y en todos los países occidentales, tanto legal como ilegalmente. Su finalidad es reducir el costo de mantenimiento de las personas de edad avanzada y de aquéllas que se han convertido en socialmente «inútiles» y por no alcanzar ciertas normas de «calidad de vida», son consideradas como «indignas de vivir». El sistema permite perpetuar los sistemas de jubilación para las personas activas con buena salud. Aquí también hay una gran hipocresía: se habla de reducción del sufrimiento de los enfermos, de calidad de vida, de muerte digna.
El proyecto del genoma humano :es un viejo proyecto de los eugenistas. Fue lanzado por la Sociedad Americana de Genética Humana (ASHG), fundada por el Dr. Franz J. Kallmann (miembro de la Sociedad de Eugenesia Americana) que había trabajado con los nazis. El conocimiento del mapa del genoma humano permitirá afinar la selecion de los hijos antes del nacimiento, e incluso su producción industrial, dentro de la óptica de Francis H. Crick (premio Nobel en 1962 junto con James D. Watson por el descubrimiento del ADN): «Ningún recién nacido debería ser declarado humano mientras no haya pasado con éxito ciertas pruebas relativas a su patrimonio genético, y en caso de fracaso ante dichos controles, debería ser privado del derecho a vivir.» (Pacific News Service, 01/1978). Se presentan estas investigaciones como animadas por la finalidad de la «terapia genética»; pero en realidad la «terapia genética» es la muerte del enfermo; en este caso, la de seres humanos embrionarios.
La injerencia del estado en la familia: se ejerce de varias maneras. En China, el Estado, con ayuda de la I.P.P.F., obliga a las familias a tener un único hijo, a veces dos, por medios coercitivos (abortos o esterilización forzados) y de propaganda (fuerte represión de los rebeldes). Otras naciones implementan políticas que perjudican a las familias numerosas o las alientan a la esterilización.
En el mismo orden de ideas, suele suceder que el Estado pretenda inmiscuirse en la educación de los hijos cuando éste ámbito pertenece a los padres y ellos sólo le delegan su autoridad.
«La amenaza de los hombres inferiores. Los delincuentes masculinos tienen un promedio de 4,9 hijos, una pareja de delincuentes: 4,4 hijos ; padres de hijos mediocres en la escuela (3,5) ; la familia alemana: 2,2 hijos; una pareja de buena extracción , 1,9 hijos» de Otto Helmut, en Volk in Gefahr (Pueblo en peligro), Munich, 1937.
Esta ilustración muestra bien las raíces del eugenismo y los orígenes del prejuicio contemporáneo en contra de las familias numerosas. Los nazis aplicaron métodos brutales. Los cripto-eugenistas de hoy tienen la misma mentalidad que los nazis, pero prefieren manipular a sus víctimas haciéndoles creer que el aborto y la contracepción constituyen el ejercicio de la libertad de elección para lograr el bienestar. |
Entre los eugenistas encontramos dos grandes familias (ver el anexo «Algunos eugenistas famosos»):
* capitalistas oportunistas o librepensadores (Rockefeller, Kellog, Mellon, Ford, Carnegie, Agnelli, Mac Cormick, etc.), quienes encuentran en la eugenesia una justificación a su egoísmo y un pretexto para destruir pueblos que son competidores potenciales (con el pretexto de su progreso y felicidad);
* los socialistas materialistas, internacionalistas o nacionalistas (más tarde denominados nacional-socialistas, nazis), que alternaban en los ambientes intelectuales de las grandes ciudades.
Muy pronto los primeros financiaron a los segundos.
Podría creerse que la revelación de las abominaciones nazis habían criminalizado definitivamente al eugenismo. Sin embargo, «los años posteriores a la guerra no fueron de una condena horrorizada y enérgica al eugenismo. Si bien el discurso eugenista es más infrecuente, no por ello ha desaparecido y cuando se expresa, lo hace sin evidenciar excesiva molestia»(1).
El activismo eugenista en Francia es más propio de extremistas neo-maltusianos (libertarios y socialistas) que de los médicos. Estas minorías han garantizado y garantizan la propaganda y el apoyo del eugenismo anglo-sajón, que asocia con mucha mayor facilidad el dinero, los médicos y los militantes. Esto no significa que los médicos franceses no sean eugenistas. No lo son abiertamente pero muchos han adquirido los reflejos eugenistas a través de su formación, consecuencia de las acciones que llevó a cabo el lobby pro-aborto a partir de los años 50.
En Francia, la propaganda de los eugenistas, que se confunden con los neo-maltusianos, fue reprimida a partir de 1920, en el marco de una preocupación poblacionista del Estado. Se reanudó en los años 50, principalmente por iniciativa de la francmasonería. Los militantes del «Control de la Natalidad» en efecto, encontraron desde hace mucho tiempo importantes apoyos y un terreno favorable entre las corrientes que el M.F.P.F. califica como «racionalistas»: la Francmasonería, la Liga de los Derechos del Hombre, los Librepensadores, y la Unión Racionalista. El conjunto de estas corrientes es en realidad una alianza de sectas esotéricas y anticlericales violentas, que comparten el odio por el cristianismo.
Gran Bretaña, por su parte, oficializó desde los años 20 las prácticas neo-maltusianas. Suecia también. Estados Unidos y Japón tampoco conocieron una verdadera represión del eugenismo. Esto quizás explique por qué estos países son los principales promotores del eugenismo en el mundo.
La Sociedad Eugenista inglesa fundó, con la colaboración de eugenistas notorios (entre los que se encuentran Margaret Sanger y C.P. Blacker), la Federación Internacional de Planificación Familiar (I.P.P.F.), con sede en las mismas oficinas de la Eugenics Society en Londres. De 1969 a 1975, el presidente del comité de dirección de la I.P.P.F. fue George Cadbury, miembro de la Sociedad Eugenista inglesa.
La I.P.P.F. sigue siendo miembro de la Eugenics Society inglesa en 1977. La I.P.P.F. es una federación internacional de todos los movimientos de Planificación Familiar, especialmente el Movimiento Francés para la Planificación Familiar.
La I.P.P.F. y sus satélites, en los diferentes países obtuvieron:
- la legalización de la contracepción artificial y más tarde del aborto, en los países occidentales, como herramientas de «libertad de elección» en la revolución sexual (la palabra «elección» es sinónimo de «selección»…); ;
- la esterilización involuntaria y la diseminación de abortivos bajo la apariencia de servicios de salud en el Sur;
- la esterilización y el aborto obligatorios en China comunista.
Se puede resumir en algunos puntos la política de conjunto de la I.P.P.F.:
Violación y explotación de la ley: «Las asociaciones de Planificación Familiar y las otras O.N.G. no deben utilizar la falta de leyes o la existencia de una ley desfavorable como excusa para su inacción; la acción fuera de la ley, e incluso en violación de la ley, forma parte del proceso que estimula el cambio.»(2).
La coerción: la I.P.P.F. apoya la política de abortos forzados de China, «la más notable de todas las políticas de planificación familiar «(3).
El apoyo gubernamental: La I.P.P.F. es sostenida por el dinero de los contribuyentes británicos desde 1967, año de introducción del aborto en Inglaterra. En 1980 el gobierno británico donó a la I.P.P.F. 22 millones de francos ; en 1987, 66 millones de francos.
Los ataques a otras culturas nacionales: «Se ha dado una especial prioridad, dentro de la región europea, a la ayuda de la I.P.P.F. a países que tienen barreras culturales o religiosas contra la planificación familiar, a los países con políticas natalistas…»(4).
El estímulo de la promiscuidad sexual: mediante la literatura y la distribución sin control de medios llamados «contraceptivos». La homosexualidad y la pedofilia son comportamientos sexuales también fomentados, por ser estériles. La I.P.P.F. y sus filiales pretenden luchar contra el SIDA, reducir la cantidad de embarazos adolescentes, mejorar las condiciones de vida de las mujeres. Pero los resultados que se observan son exactamente inversos, con el agregado de efectos no difundidos que concuerdan con los objetivos eugenistas: por ejemplo, el aumento de la tasa de abortos en la población negra de los EE.UU. (5).
Los lobbies en el plano internacional: la I.P.P.F. tiene una gran influencia en la ONU y en sus agencias, como por ejemplo la UNICEF (la UNICEF subvenciona las actividades de planificación familiar), la OMS y la UNESCO (el primer secretario general de la UNESCO, Sir Julian Huxley, era presidente de la Sociedad Eugenista inglesa). Las conferencias internacionales sobre población, organizadas por la ONU, se deben a iniciativas eugenistas.
La gran reorganización estratégica del eugenismo: el cripto-eugenismo
La más famosa de las eugenistas fue Margaret Sanger, a la vez socialista extremista y con el dinero de su marido capitalista (Slee, del aceite «Tres en uno», ver foto en la carátula) a su disposición, fundadora de la «Planificación Familiar», que tuvo varios nombres a lo largo de este siglo:
- de 1922 a 1939, American Birth Control League (Liga americana para el control de la natalidad);
- de 1939 a 1942, Birth Control Federation of America (Federación americana para el control de la natalidad);
- de 1942 a nuestros días, Planned Parenthood (La paternidad planificada), o bien «Planificación Familiar»; habiéndose agrupado todas las asociaciones nacionales a partir de 1952 en la I.P.P.F. (International Planned Parenthood Federation, federación internacional para la planificación familiar).
Se verá más adelante en el capítulo «La herencia eugenista y racista de la Planificación Familiar» cómo siguiendo los consejos de un consultor en relaciones públicas, el movimiento aceptó, aunque a disgusto, abandonar en público el discurso revolucionario y eugenista para aparecer como promotor de los valores nacionales y familiares. Esta manipulación le valió a la Planificación familiar, la admiración y el respeto de casi todo el país, y especialmente de todas las personas involucradas en los servicios sociales.
Después de la segunda guerra mundial, la Sociedad Eugenista Americana cambia también de estrategia: pasa al cripto-eugenismo sin modificar una letra de sus objetivos. Frederick Osborn, que había presidido la Eugenics Society americana de 1946 a 1952 declaraba en abril de 1956 :
«Hace ya 86 años Galton publicó «Le génie héréditaire» ; hace 86 años (…) él veía al movimiento eugenista como algo que barrería el mundo y haría al hombre amo de su propio destino sobre la tierra. Esto no sucedió. El movimiento eugenista es sólo un pequeño puñado de hombres en varios países; aquí en Inglaterra, en los Estados Unidos, en India, en Francia. Ellos no influyen en la opinión pública. Incluso la palabra «eugenismo» está desacreditada en algunos lugares. Sin embargo, sigo creyendo en el sueño de Galton. La mayoría de ustedes también, creo. Tenemos que preguntarnos: -¿dónde fallamos?
Pienso que no tomamos en cuenta un rasgo de carácter casi universal muy instalado en la naturaleza humana. La gente simplemente se niega a aceptar la idea de que la base genética que forma su carácter es inferior y que no debería repetirse en la generación siguiente. Le hemos pedido a grupos enteros de personas que acepten esta idea. Y constantemente se han negado, con lo cual sólo hemos logrado matar al movimiento eugenista.
La gente puede aceptar la idea de un defecto hereditario específico. Irán a una clínica de genética y preguntarán cuál es su riesgo de tener un hijo defectuoso. Comparan este riesgo con la probabilidad de tener un hijo sano y por lo general, terminan tomando una decisión inteligente. Pero no aceptarán la idea de que, en general, son de segunda clase. Tenemos que apoyarnos en otras motivaciones.
En circunstancias normales, los hombres tienen una cantidad de hijos proporcional a su capacidad para atenderlos. Si se sienten financieramente seguros, si les agrada asumir responsabilidades, si tienen una respuesta afectiva cálida, si son físicamente fuertes y competentes, es probable que tengan grandes familias, a condición de que estén psicológicamente preparados para esto. Por el contrario, los que no pueden alimentar a los hijos que tienen, si le temen a las responsabilidasdes, si su respuesta afectiva es escasa, no quieren tener muchos hijos. Si disponen de medios eficaces de planificación familiar, no tendrán muchos. Nuestros estudios demostraron que esto es válido en todo el mundo. Sobre esta base, es seguramente posible construir un sistema de selección voluntaria inconsciente Pero los argumentos invocados deben ser aceptables de manera general. Dejemos de decirle a todo el mundo que tienen una calidad genética globalmente inferior, porque jamás estarán de acuerdo. Basemos nuestras propuestas en el deseo de tener hijos (nacidos) en hogares donde disfrutarán de cuidados afectuosos y responsables, quizás entonces nuestras propuestas sean aceptadas.
Me parece que si el eugenismo ha de progresar como debería, tiene que seguir políticas nuevas y reafirmarse, y de este renacimiento quizás podamos, durante nuestras vidas, verle alcanzar los elevados objetivos que Galton le había fijado».(Eugenics Review, abril 1956, v.48 n°1).
Por lo general, Osborn se lleva el crédito de la reforma del movimiento eugenista después de la segunda guerra mundial, se dice que lo purgó de su racismo. Sin embargo, al mismo tiempo que llevaba a cabo esta «reforma», era secretamente presidente del Pioneer Fund de 1947 a 1956. El Pioneer Fund es una organización notoriamente conocida por pregonar la supremacía blanca. Por supuesto, un racista encubierto no puede purgar el racismo; puede purgar el racismo abiertoconservando al mismo tiempo, una política que se puede calificar como «cripto-racista».
En 1973, la Sociedad de Eugenesia Americana cambia de nombre: actualmente se llama: Sociedad para el Estudio de la Biología Social .
A fines de los años 50, el doctor Carlos Paton Blacker, que había sido dirigente de la Eugenics Society desde 1931 (Secretario, luego secretario general, luego director y presidente), hizo esta propuesta:
«Que la Sociedad de [Eugenesia] debería perseguir objetivos eugenésicos por medios menos visibles, es decir una política de cripto-eugenesia, que aparentemente es un éxito en la Eugenics Society americana».
En 1960, esta propuesta de Blacker fue adoptada por la Eugenics Society inglesa. Esta resolución declaraba entre otras cosas:
«Las actividades de la Sociedad en el cripto-eugenismo deberían ser continuadas con energía, en particular, la Sociedad debería aumentar su sostén económico a la F.P.A. [Association de Planificación Familiar, la rama inglesa de planificación familiar] y a laI.P.P.F. [International Planned Parenthood Federation] y tomar contacto con la Sociedad para el Estudio de la Biología Humana [Society for the Study of Human Biology], que ya tiene gran cantidad de miembros activos, para ver si hubiera allí proyectos interesantes con los que la Eugenics Society pudiera colaborar.
La I.P.P.F. nació de la Eugenics Society. En el momento en que esta resolución fue adoptada por la Eugenics Society inglesa, Blacker era el presidente administrativo de la I.P.P.F.
Las palabras justas para decirlo
El número de septiembre de 1994 del Correo de la UNESCO (cuyo primer secretario general fue presidente de la Eugenics Society inglesa) trata sobre la bioética, o más exactamente, sobre «la ética de la ingeniería en el hombre». Georges B. Kutukdjian, filósofo y antropólogo, jefe de la unidad de bioética de la UNESCO, explica allí la posición de la UNESCO :
«La primera pregunta que se debe formular está referida al diagnóstico pre-implantatorio realizado en embriones fecundados artificialmente, que en virtud de su mayor simplicidad y de su menor costo, tiene todas las chances de reemplazar a la terapia génica en los casos, escasos, de enfermedades genéticas. Esto implica una elección [entiéndase «selección» NDLR] cuyo marco ya está definido en términos éticos.
La segunda pregunta es saber si el trabajo que se hace actualmente no corre el riesgo de concentrarse estrictamente en los genes que se refieren al comportamiento de la gente: «su sexualidad, por ejemplo», sus talentos y capacidades e incluso sus «desviaciones». Esto podría conducir a una especie de reduccionismo genético en el cual la gente sería definida exclusivamente en términos de su genoma, o bien a una situación en la que algunos individuos o grupos podrían ser estigmatizados por la sociedad, aislados o incluso eliminados. Esto implicaría adoptar una política eugenista.»
Este discurso es una notable tentativa de subversión del lenguaje: el eugenismo ya no sería la selección de los seres humanos según métodos reservados para los animales, sería solamente los excesos eventuales de la alta tecnología casi irrealizables hoy. Este corrimiento semántico es compartido por buena parte de los medios y de la población que no ve el «eugenismo democrático» que denuncia Testard.
http://www.trdd.org/EUGBR_1S.HTM
Julian Sorell Huxley (Londres, 22 de junio de 1887 – 14 de febrero de 1975) fue un biólogo, escritor, humanista, eugenista internacionalista británico, conocido por sus contribuciones a la popularización de la ciencia a través de libros y conferencias. Fue el primer director de la Unesco y fue nombrado caballero británico en 1958. Apoyó las teorías de la selección natural, fue uno de las figuras destacadas de la síntesis evolutiva moderna Fue el secretario de la Sociedad Zoológica de Londres, primer director del UNESCO, uno de los fundadores del Fondo Mundial para la Naturaleza.
Huxley formaba parte de una familia distinguida. Su hermano era el escritor Aldous Huxley y era medio hermano de otro biólogo, el premio Nobel Andrew Huxley. Su padre fue un escritor y editor Leonard Huxley y su abuelo paterno el biólogo T. H. Huxley, famoso por ser colega y apoyar a Charles Darwin. Su abuelo materno fue el académico Tom Arnold.
…/…Huxley fue un miembro destacado de la Sociedad de la Eugenesia Británica,1 siendo Vice-Presidente (1937–1944) y Presidente (1959–1962). Él pensó que se importó la eugenesia por sacar variantes indeseables del acervo génico; aunque después de la Segunda Guerra Mundial creía que la raza fue un concepto sin significado alguno en la biología, y que su aplicación como sistema de clasificación muy inconsistente.2
Huxley fue un crítico franco de la eugenesia más extrema en las décadas de las 1920 y 1930, el estímulo siendo la fertilidad más grande de los pobres «inútiles» en comparación con los clases más ricos «responsables». Sin embargo fue un dirigente en el movimiento de eugenesia y dio la conferencia Galton dos veces, en 1936 y 1962.
En 1957, Huxley inventó el término «transhumanismo» por su punto de vista que los seres humanos deben mejorarse a través de la ciencia y la tecnología, quizás incluyendo la eugenesia pero también la mejora del ambiente social.
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