Cuando empecé el camino de la autosanación sentí la necesidad de hurgar en mi pasado, incluso en el pasado de vidas anteriores, de manera que realicé un análisis profundo de todos los traumas, sus causas, sus consecuencias y de las personas que estuvimos implicadas en que yo experimentara esas emociones y vivencias negativas, me vino bien, me aclaró muchas dudas, pero pasado un tiempo me di cuenta que el análisis nunca tenía fin. Siempre hay algo anterior a lo anterior, siempre queda más por analizar. Si por ejemplo tus padres se peleaban continuamente, y tu madre sufría de depresión a menudo, averiguarás que tus padres no se amaban, y que tu madre sufría depresión porque su padre la abandonó y tuvo una infancia muy dura, y luego irás a tu abuelo, y verás que se marchó del hogar sin dar explicaciones porque quedó huérfano y abandonado en su niñez y eso le llevó a una vida de exclusión y desamor, también analizarás los tipos de carácter que propician que cada persona reaccione de una manera diferente a una misma situación, y podrás seguir hasta el infinito, porque como digo, el análisis carece de fin, se parece más bien a una rueda, donde la última y definitiva explicación a tanto dolor es la IDENTIFICACIÓN.
Cuando trabajo con alguien en mis sesiones individuales, hacemos un pequeño repaso al pasado, pero no nos anclamos en él. Anclarse en el pasado es lo mismo que IDENTIFICARSE con él, si te identificas con lo que te ocurre, acabas pensando y sintiendo que eres eso que te ocurre, y tú no eres lo que te ocurre, tú eres un observador de lo que te ocurre. Cuando aplicamos el poder de la intención para crear nuestra propia realidad, en nuestro subconsciente está esa IDENTIFICACIÓN, ese sistema limitado de creencias que frena continuamente tu abundancia, tu salud y tus relaciones. Por eso, da muchos mejores resultados aprender a transformar ese limitado sistema de creencias desde la base de la liberación del pasado, que desde el análisis e identificación con el pasado.
En este infinito y glorioso Universo del que tenemos la gran suerte de formar parte, la conciencia tiene el poder de liberarse de cualquier cosa. El Universo no tiene límites, tú tampoco. El Universo no tiene escudos, ni fronteras, tú tampoco. Cuando dejas de identificarte con lo que no te gusta, te das cuenta de que la vida sigue, la vida sigue ahí, contigo, para ofrecerte lo que elijas que te ofrezca. Si eliges seguir sintiéndote víctima, eso te dará la vida, si eliges sentir que puedes partir de cero en cualquier momento, simplemente con no recordar, ni rememorar en tu mente aquello horrible que pasó, la vida se abrirá completamente para ti, y lo hará de una forma rápida, te lo aseguro.
En el momento en el que decides SER FELIZ, la vida encuentra de forma rápida, casi instantánea la manera de llevarte hacia las personas adecuadas, los mejores trabajos y las experiencias más divertidas, llenas de amor y sentido que puedas imaginar.
“LA LLAVE QUE ABRE TODAS LAS CERRADURAS ESTÁ EN TU CORAZÓN”
La semana pasada, sin ir más lejos, pude comprobar una vez más lo que te estoy contando. Había tenido una experiencia desagradable con un familiar, una vez expresada mi opinión con respecto a lo que había ocurrido y dejar bien clara mi postura, decidí no darle más vueltas al asunto, me relajé y enseguida me vino la idea de que no vamos a estar aquí para siempre, un día nos iremos de este mundo, esto es un regalo, no podemos anclarnos ni estancarnos en emociones negativas, así que decidí concentrarme en el ahora, me puse a jugar con mis hijas, charlé animadamente con mi marido y sentí que la vida seguía ahí para mi, abierta a todas las posibilidades, sentí que la vida no cambiaba, que era yo la que tenía el poder de verla de manera negativa o de manera positiva, y me decanté por la segunda opción. ¿Sabes lo que ocurrió?. Que dos horas después dando un paseo con mi familia me reencontré con mi mejor amiga de la infancia y su familia, hacía muchos años que no pasábamos unas horas juntas, les invitamos a cenar a casa, sus hijos y los nuestros jugaron, se divirtieron y nosotros nos reímos como hacía tiempo no nos reíamos. Fue un encuentro lleno de amor y de mucho cariño. ¿Qué había ocurrido? Pues que la vida, con mucha rapidez me devolvió en forma de experiencia el pensamiento que dos horas antes yo había tenido. Que la felicidad y la paz es una elección y que pase lo que pase, tenemos el poder de elegir estar por encima de los sucesos negativos. Cuanto más estás por encima de ellos, menos se manifiestan en tu vida.
Por lo tanto, lo inteligente para tener cada vez más cosas buenas en tu vida y menos cosas negativas, es concentrarte en lo positivo y no darle vueltas a lo negativo. Lo que sucede una vez hecha dicha elección es pura magia.
Haz la prueba y por favor, no dejes de contarme la experiencia. Espero tus comentarios.