Ante la matanza del león Cecil en África, resurgen fotos de Eric y Donald Jr., hijos del polémico aspirante presidencial de EU, en las que se les observa posando y sonriendo con sus presas frescas.
Dos de los hijos del magnate estadounidense Donald Trump no niegan su gusto por la cacería de animales salvajes, hecho que se respalda con polémicas fotos que circulan en internet donde se les ve posando con sus frescas presas asesinadas en África.
Las imágenes de Donald Trump Jr. y Eric Trump durante un viaje de caza en 2011 resurgen luego del repudio mundial que ha generado la cacería del león Cecil, animal insignia de Zimbabue, país al que los hermanos acudieron para «encontrarse con la naturaleza».
Cadáveres de búfalos, antílopes, una cola de elefante y un guepardo, son los trofeos que los Trump exhiben en fotos donde posan con una sonrisa y sus armas en mano.
La caza de animales en África ha generado un debate que se cierne sobre cuestiones económicas en apoyo de las comunidades de esta nación.
En algunos países como Kenia y Botswana la cacería ha sido prohibida y en otros como Zimbabue se establece que debe realizarse de forma «legal»; no obstante, es común el engaño a cazadores y la violación de las leyes de cacería, como fue el caso de Walter Palmer, millonario dentista estadounidense que mató a Cecil.
El caso de «Donni» y Eric Trump es distinto, pues su cacería se realizó de forma legal en el safari Hunting Legends, según informa el New York Daily News.
Sin embargo, este tipo de acciones escenificadas por personajes famosos generalmente incrementan la polémica sobre la caza furtiva así como el rechazo del público en general.
Tales casos fueron los del entonces rey de España, Juan Carlos; el príncipe Enrique o la cantante Lucero, entre otros.
Para el caso de los Trump la polémica aumenta cuando su propio padre, el aspirante presidencial republicano de EU, indicó en entrevista a TMZ en 2012 que sus hijos «se han convertido en buenos en eso (de la cacería)».
Por su parte, sin arrepentirse por sus actos, los hermanos afirmaron a la revista Forbes en el 2012 que «los cazadores no son sólo ‘imbéciles sedientos de sangre'» y que en su caso, la cacería es una forma «para llegar verdaderamente a conocer el entorno natural.
En realidad, a lo largo del camino, la caza y la pesca hace que te enamoras con el mundo natural».
ahd