Al principio puede parecer extraño el concepto de perdonar a tu cuerpo; sin embargo, dedica unos momentos a considerar lo siguiente: ¿Conoces a alguna persona que realmente ame y acepte su cuerpo? ¿Tú amas y aceptas el tuyo?
Para la mayor parte de la gente, el cuerpo es objeto de ridículo, rechazo, negligencia, odio y maltrato. Si eres como la mayoría probablemente tus creencias desafían las inclinaciones naturales de tu cuerpo, único y especial. Los rasgos faciales, la forma de cuerpo, la textura o el color de los cabellos, son sólo algunos de los aspectos de tu apariencia que tal vez te hacen infeliz. Quizá rechazas algunas partes de tu cuerpo simplemente porque existen. ¿Te enseñaron, por ejemplo, que los genitales son algo “feo” o “sucio”? ¿Te avergüenzas de ciertas partes de tu cuerpo, o las ignoras, considerándolas objeto de desprecio?
Primer paso
Para sanar y poner paz en la relación con nuestro cuerpo, antes que nada es necesario que nos perdonemos por ser humanos. porque ser humano es tener un cuerpo. Y rara vez nuestro cuerpo es como nos gustaría que fuera. Tenemos necesidades muy poderosas, como el impulso sexual, por ejemplo, que a veces puede ser molesto, confuso y exigente. No siempre nos sentimos cómodos en nuestro cuerpo, y es cierto que envejece y muere. Perdonarnos por ser humanos significa aceptar que eso es así. Los repito, la aceptación no supone derrota ni resignación. Es la elección de no rechazar ni resistirnos a las cosas tal como son, lo que no podemos cambiar inmediatamente o lo que no cambia con la rapidez que querríamos. La aceptación tampoco significa que haya que ser pasivos y descuidar el cuerpo. Supone más bien que, al dejar marchar la crítica y la resistencia crónicas con respecto al propio cuerpo “tal como es”, uno libera energía que contribuirá a que se produzca la curación, con lo cual sin duda se va a sentir más a gusto consigo mismo.
¿Te puedes imaginar estar en paz con tu apariencia física “tal como es”? Si tu respuesta es “no”, ¿quieres abrirte a la posibilidad de estar en paz con tu apariencia física? El hecho de estar en paz con nuestro aspecto y de aceptarnos no altera necesariamente el deseo de cambiar de apariencia, pero en lugar de que nuestros motivos para hacerlo sean el odio y la condenación de nosotros mismos, estarán inspirados por el respecto por nosotros mismos y el deseo de cuidarnos y mimarnos.
Ejercicio: Afirmaciones para sanar la relación con el cuerpo
La técnica de las afirmaciones te será muy útil para sanar la relación que tienes con tu cuerpo. Una manera de trabajar con las afirmaciones es la siguiente: Escribe una frase que afirme que amas y aceptas tu cuerpo. Después de escribirla permite que venga a tu mente una reacción. No censures tus reacciones. Por ejemplo, si la afirmación es “Estoy dispuesto a aceptar mi cuerpo tal y como es”, tu reacción espontánea podría ser algo similar a “Ni hablar”. Entonces, escribe esa reacción a continuación de la afirmación que acabas de hacer. Después escribe la misma afirmación muchas veces, añadiendo a continuación de cada una tu reacción espontánea. Por ejemplo:
Estoy dispuesta a aceptar mi cuerpo tal y como es. Ni hablar.
Estoy dispuesta a aceptar mi cuerpo tal y como es. Me parece que no.
Estoy dispuesta a aceptar mi cuerpo tal y como es. Entonces no cambiaría nada.
Estoy dispuesta a aceptar mi cuerpo tal y como es. ¡Ja!
Estoy dispuesta a aceptar mi cuerpo tal y como es. No me gustan mis piernas.
Estoy dispuesta a aceptar mi cuerpo tal y como es. ¡Qué alivio!
Observa como cambian tus reacciones a medida que trabajas con la afirmación. Dejar que salgan las reacciones negativas desde el inconsciente a la superficie y de ver las creencias y actitudes que no nos dejan aceptarnos a nosotros mismos. Crea afirmaciones que expresen tus objetivos y continúa trabajando con las misma afirmación hasta que tus reacciones sean neutras o positivas; después comienza con otra afirmación. Si no te viene a la mente ninguna reacción, repite la afirmación. Cuando se te revelen tus sentimientos, actitudes y creencias, descubrirás el poder de transformación del trabajo de las afirmaciones.<3
A continuación puedes ver un ejemplo:
Estoy dispuesta a ver mi belleza física. No puedo.
Estoy dispuesta a ver mi belleza física. ¿Donde?
Estoy dispuesta a ver mi belleza física. Es tan escasa.
Estoy dispuesta a ver mi belleza física. Pero es que es muy poca.
Estoy dispuesta a ver mi belleza física. Tendría que liberarme.
Estoy dispuesta a liberarme de los valores estéticos de los demás.
Eso es lo que he tenido siempre para medirme.
Estoy dispuesta a dejar de criticar mi cuerpo.
¡Qué esperanza!
Estoy dispuesta a dejar de criticar mi cuerpo. No me lo puedo imaginar.
Estoy dispuesta a dejar de criticar mi cuerpo. Lo intentaré.
Estoy dispuesta a dejar de criticar mi cuerpo. Pobrecita mía.
Estoy dispuesta a acoger mi cuerpo en mi corazón. ¡Qué terrible!
Estoy dispuesta a acoger mi cuerpo en mi corazón.
Estoy dispuesta a acoger mi cuerpo en mi corazón. Es tan asqueroso.
Estoy dispuesta a acoger mi cuerpo en mi corazón. Es tan desaliñado.
Estoy dispuesta a acoger mi cuerpo en mi corazón.
Estoy dispuesta a ver que mi cuerpo forma parte de mí. Por supuesto.
Estoy dispuesta a ver que mi cuerpo también soy yo.
Estoy dispuesta a ver que mi cuerpo también soy yo.
Estoy dispuesta a ver que mi cuerpo también soy yo.
Ay no, por favor, por favor. Ábrele los brazos a tu cuerpo. Ábreme los brazos. Abraza a tu cuerpo. Abrázame. Déjate de ascos, simplemente abrázame. Déjate de ascos, abrázame. Acéptame, formo parte de ti. Forma parte de mi. Pobrecito mío. ¿Por que te he despreciado durante tanto tiempo? ¿Por que te he odiado tanto, durante tanto tiempo? Siento un dolor terrible, tu sufrimiento. Mi cuerpo es tan inocente…¿Donde estaría sin ti? Supongo que como siempre necesitaba adelantarme. Si digo que te odio antes de que todos los demás lo digan, no dolerá tanto. Chorradas. Soy digna de amor, eres digno de amor. Duele no ser amado. Y tú te mereces serlo, no sólo por mí sino también por los demás.
Mi cuerpo merece amor. Necesita amor.
Mi cuerpo merece amor. Desea amor.
Mi cuerpo merece amor.
¡Mi cuerpo merece amor!
Mi cuerpo merece amor. ¿Donde he estado?
Mi cuerpo merece amor. Tristeza.
Mi cuerpo merece amor.
Dejaré de tenerte abandonado.
Mi dispuesta a perdonar a mi cuerpo. Por primera vez…
Mi dispuesta a perdonar a mi cuerpo. En ciertos momentos, de todas maneras.
Mi dispuesta a perdonar a mi cuerpo. Ansía mi perdón.
Mi dispuesta a perdonar a mi cuerpo. Lo estoy, lo estoy, lo estoy.
Mi dispuesta a perdonar a mi cuerpo. Olvidaré.
Perdono totalmente a mi cuerpo. Poco a poco.
Me costará un poco acostumbrarme. Perdono totalmente a mi cuerpo.
Me costará un poco acostumbrarme. Amo a mi cuerpo.
Amor a mi cuerpo. Amo a mi cuerpo.
¡Qué hogar más agradable! Amo a mi cuerpo.
Amo a mi cuerpo.
La posibilidad de amar realmente a nuestro cuerpo puede provocarnos muchos sentimientos. Tristeza, al darnos cuenta del rechazo y el odio que hemos sentido antes. Sentimiento de aflicción y pérdida, por abandonar un viejo ideal que presentimos que nunca se hará realidad. También se puede sentir alivio, paz y una creciente sensación de aceptación y de amor por nosotros mismos. En realidad, sólo aceptándose a uno mismo se puede dejar de poner en peligro el amor por uno mismo. Cuanto más aceptamos, valoramos, amamos y escuchamos a nuestro cuerpo, más integramos ese amor por nosotros mismos. Y cuanto más crecen esa aceptación y ese amor, más a gusto nos sentimos en nuestro cuerpo y más guapos y atractivos nos volvemos físicamente. El hecho de perdonarse activa un brillo interior que es esencial para el atractivo de cualquier persona. La autocrítica nos roba el brillo y la chispa naturales que instantáneamente hacen que cualquiera que nos mire de verdad nos vea guapos, con independencia de la forma del cuerpo y de los rasgos de la cara.La verdadera belleza siempre procede del interior.<3
***Texto y Ejercicio extraído del libro: “Perdonar” de Robin Casarjian
*** Este ejercicio puede ponerlo en práctica con muchas otras situaciones que estés atravesando en este momento en tu vida: “Estoy dispuesta a aceptar esta situación (X, la que te preocupe) tal y como es”. También con personas: “Estoy dispuesto a perdonar a (X, nombre de la persona)”, o a ti mismo: “Estoy dispuesta a perdonarme por…(X, situación que no puedes perdonarte)”. También en el caso por ejemplo deenfermedad: “Estoy dispuesto a aceptar esta enfermedad tal y como es”. O dejar iradicciones del tipo que sea: “Estoy dispuesto a dejar ir mi adicción a …”. Hay muchas versiones de este ejercicio. Lo importante es nuestra disposición a sanar y a ver las cosas de manera diferente.
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