1. tr. Convertir algo en cosa.
2. tr. Reducir a la condición de cosa aquello que no lo es.
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¿Y no es lo que muchos hacen con sus parejas?
Cosificamos a los demás cuando los usamos, los convertimos en medios para conseguir fines; en el tema de pareja incluye la eliminación de la individualidad; cuando impedimos que el otro tenga identidad y criterio propio; cuando dejamos de interesarnos en ellos o sus necesidades, para imponer nuestras necesidades e intereses. En la psicología esto es considerado Violencia Psicológica y Emocional.
Creemos que somos dueños del ser que amamos, como si el amarlos nos da derecho a degradarles la condición del ser. Y esto es más común ante la convivencia y/o el matrimonio, como si el legalizar una unión conyugal fuera la factura que constata que adquiriste a esa persona en una tienda.
Esto genera una reacción dependiendo de la condición psicológica del ser que cosificamos generalmente adversa a la intención del “cosificador” pues aleja al “poseído” al sentirse asfixiado, y si su autoestima y concepción de sí mismo es sana, además se sentirá insultado y denigrado.
¿Qué hacer si soy Cosificador?
- Identifica de donde proviene esa conducta, muchas veces obedece a patrones de abandono.
- Redirecciona tu necesidad de control hacia ti mismo para que no intentes controlar a los demás.
- De ser necesario busca ayuda.
¿Que hacer si soy Cosificado?
- Comunícate de manera efectiva y firme.
- Coloca límites, en las relaciones de pareja hay temas negociables y no negociables, como el respeto. Las negociaciones son para mejorar, evitar, superar, unir y sobre todo para crecer como seres individuales, como pareja y como familia.
- Si tu pareja necesita ayuda pero se niega a recibirla, no te toma en serio o simplemente no le importa, no hay razón para ser tolerante. Es mejor retirarse.
- Recuerda que dar y recibir amor sano, aún cuando haya problemas, siempre tendrá un efecto positivo en ti.
http://www.inspirulina.com/te-amo-pero-no-soy-tuyao.html