por John Lash
del sitio Web MetaHistory
traducción de Adela Kaufmann
Versión original
Los once libros de Carlos Castañeda registran su aprendizaje con un indio yaqui, don Juan Matus, quien interpreta para el escéptico antropólogo de Castañeda, el socrático mentor.
Durante más de veinte años, Castañeda aprendió la teoría y la práctica de una nueva disciplina propuesta por su travieso y exigente maestro. El arte de los «nuevos videntes» implica la revisión de antiguos secretos de la brujería tolteca transmitida a Don Juan a través de un linaje que data de finales del siglo 18.
«Brujería» en este caso significa un camino de experiencia que se distingue y está muy por fuera de los hábitos de la experiencia de la humanidad (en francés “sortir”, salir, partir).
A través de un largo proceso de ensayo y error, Castañeda se las arregla para alterar los parámetros de la percepción y explorar otros mundos. En el proceso de sus aventuras, se encuentra con ciertos seres extraterrestres inorgánicos que presentan un obstáculo o una prueba para el chamán. En Pases Mágicos, Castañeda escribió:
«Los seres humanos están en un viaje de conciencia, el cual ha sido momentáneamente interrumpido por extrañas fuerzas.»
Sombras de barro
En el último libro de Castañeda, El Lado Activo del Infinito (1998), Don Juan reta a Castañeda para conciliar la inteligencia del hombre, demostrada en tantos logros, con,
«la estupidez de sus sistemas de creencias … la estupidez de su comportamiento contradictorio”.
Don Juan relaciona esta flagrante contradicción en la inteligencia humana a lo que él llama “el tema de temas»,» el tema más serio en la brujería. «Este tema es la depredación.
Ante el horrorizado asombro de su aprendiz, el brujo mayor explica cómo la mente humana ha sido infiltrado por una inteligencia alienígena:
Tenemos un depredador que vino desde las profundidades del cosmos y se hizo cargo gobernar nuestras vidas. Los seres humanos son sus prisioneros. El predador es nuestro amo y señor. Nos ha vuelto dóciles, indefensos. Si queremos protestar, suprime nuestras protestas. Si queremos actuar independientemente, exige que no lo hagamos…
Los chamanes creen que los predadores nos han dado nuestros sistemas de creencias, nuestras ideas acerca del bien y del mal, las costumbres sociales.
Ellos son los que establecieron nuestras esperanzas y expectativas y los sueños de éxito o fracaso. Nos han dado la codicia, la avaricia y la cobardía. Es el predador el que nos hace complacientes, rutinarios y ególatras.
De acuerdo con Don Juan, los brujos del México antiguo llamaban el depredador, el volador,
«Ya que salta por los aires… Es una gran sombra, impenetrablemente negra, una sombra negra que salta por los aires.»
Esta descripción coincide con miles de cuentas de los bizarros movimientos de saltos, a veces hacia un lado, ejecutados por los alienígenas grises que asaltan o confrontan a la gente al azar. Fugaces sombras negras son reportadas con menos frecuencia, pero juegan el papel más importante en el largo y detallado reporte de actividad alienígena por John Keel en su libro, The Mothman Prophecies (ver comentarios sobre Las Profecías del Hombre-Polilla).
Los escritos gnósticos contienen descripciones de los depredadores alienígenas llamados Arcontes, Arkontai en griego. Los textos de Nag Hammadi los describen como pesadas criaturas elusivas y sombrías. El nombre más común para ellos es «seres de la semejanza, criaturas de la sombra.»
¿Podrían ser los Arcontes ser comparados con las «sombras de barro», descritas por Don Juan?
Esta pregunta plantea el tema general de los paralelos entre el chamanismo centroamericano tolteca de don Juan y el chamanismo de las Escuelas de Misterios de la antigua Europa. Vamos a considerar algunos de estos paralelismos.
En primer lugar, está la cuestión de la influencia de los depredadores o voladores sobre la humanidad.
En El Lado Activo Del Infinito, Don Juan le dice a Castañeda que,
«los depredadores nos dieron su mente, que se convirtió en nuestra mente.»
Esta alarmante declaración sugiere un paralelismo inmediato a las Enseñanzas Gnósticas.
Los Gnósticos, que dirigieron las Escuelas de Misterios del Cercano Oriente en la antigüedad, enseñaron que el verdadero espíritu de los seres humanos, nous authenticos, es parte de la inteligencia cósmica que impregna la naturaleza, pero debido a la intrusión de los Arcontes, este «pensamiento nativo» o «genio nativo» puede ser subvertido e incluso ocupado por otra mente.
Advirtieron que los Arcontes invaden la psique humana, que se entrometen mental y psicológicamente, aunque también pudieron confrontarnos físicamente. Su impacto principal, sin embargo, es en nuestra sintaxis mental, en nuestros paradigmas y creencias, tal y como dice Don Juan de los voladores.
Don Juan le dice a Castañeda que la mente del depredador es,
«un modelo barato: Economía de fuerza, Una talla para todos».
Esta descripción encaja con la mentalidad de colmena de los Arcontes.
Los brujos llaman a esto mente alienígena uniforme,
“la instalación forastera, que existe en ti y en cualquier otro ser humano.»
La instalación forastera nos saca de nuestra sintaxis.
Trastorna nuestras capacidades naturales, nativas, para organizar el mundo de acuerdo con el lenguaje propio de nuestra especie. El papel de la sintaxis correcta en el dominio de los brujos de la intención es uno de los factores centrales en las enseñanzas posteriores de Don Juan. La preocupación de los brujos de la desviación de la sintaxis, y la consiguiente desviación de la intención, es paralela a la importancia de la lengua y la definición correcta enfatizada en las enseñanzas gnósticas.
Don Juan hace una serie de declaraciones pertinentes a las estrategias contra la intrusión alienígena.
Él dice que los brujos de la antigüedad,
«descubrieron que si ellos gravaban (N. del T. viene de gravamen, poner carga) la mente del volador con silencio interno, la instalación forastera huiría, dándole a cualquiera de los practicantes implicados en esta maniobra la total certeza del origen forastero de la mente.»
En otras palabras, la idea de que otra mente puede operar en nuestras mentes sólo se vuelve totalmente claro y cierto cuando la mente exterior ha sido descubierta y expulsada.
Sólo entonces podemos comprender cómo,
«la verdadera mente que nos pertenece, la suma total de nuestra experiencia, después de una vida de dominación se ha vuelto tímida, insegura y cambiante.»
La “verdadera mente» de Castañeda puede ser equiparada al nous (nativo) auténtico de los gnósticos. El principal efecto de los voladores en nuestra mente se ve en el acondicionamiento mental, lavado de cerebro.
Este es también el principal efecto de la intrusión arcóntica.
Autodefensa psíquica
Los textos gnósticos describen los enfrentamientos físicos directos con Arcontes de dos clases, un tipo embrionario o fetal, por tanto, los grises de la tradición moderna de OVNIs y un tipo reptil. La táctica habitual de los Grises es primero aturdir y luego infiltrar la mente del sujeto humano. En el Primer Apocalipsis de Santiago, el maestro gnóstico instruye a un estudiante en cómo hacer frente a los Arcontes.
Estas entidades depredadoras se dice que «secuestran las almas por la noche», una descripción precisa de las modernas abducciones ET. El experto en los misterios aprende a repeler los Arcontes con fórmulas mágicas (mantras) y pases mágicos o gestos de poder (mudras). En algunos textos, el encuentro con los Arcontes es estructurado de acuerdo con el sistema de «esferas planetarias».
El adepto que practica la proyección astral, sueño lúcido o «manipulaciones del doble» (como en Castañeda) se dice que enfrenta a los Arcontes en una especie de laberinto de juegos de ordenador de siete niveles, correspondiendo a los siete planetas. En cada nivel, el adepto no puede continuar a menos que se enfrente a los «guardianes», con pases mágicos y palabras.
Para más información sobre confrontar Arcontes, ver Un Catecismo Gnóstico (A Gnostic Catechism).
El formato arquetípico del «viaje a través de las esferas planetarias» era bien conocido en la antigüedad, sobre todo en las escuelas de enseñanzas herméticas y Cabalá. En el Tantra Vidya, O.M. Hinze compara el ascenso gnóstico a través de las siete esferas con la elevación del kundalini a través de los siete chakras en las tradiciones yoda de la India.
Don Juan no usa el esquema de siete niveles, pero su descripción de los folletos puede se encajado dentro de este régimen. La correlación funciona especialmente bien si equiparamos el «culto a la serpiente» de ciertas sectas gnósticas con la práctica del Kundalini Yoga, que a su vez puede ser equiparada con el «fuego desde dentro» y la Serpiente Emplumada en varios libros de Castañeda.
En resumen, los brujos toltecas también habría sido adeptos del Kundalini yoga, cultivar «el fuego desde dentro.» Sus encuentros con los voladores podrían no haber sido formalizados en un nivel-de-prueba-de-siete-juegos, pero las mismas experiencias so indicadas en todas los tres instancias: toltecas, yogas, y gnósticos.
Los gnósticos creían que la fuerza del Kundalini, o el campo ambiental generado por esa fuerza, servía como protección contra los Arcontes.
Sobre el uso de Kundalini para repeler la intrusión alienígena, ver Kundalini y la Fuerza Alienígena – Kundalini and The Alien Force.
Los rasgos del carácter humano atribuidos por Don Juan a la desviación por la instalación forastera, son idénticos a los atribuidos a los Arcontes de los escritos gnósticos: la envidia (la codicia) y la arrogancia (egolatría) se dice que son sus principales características, mientras que su comportamiento demuestra que son zánganos sin mente ni sentido (rutinarios), ávidos de poder sobre nosotros y también demasiado cobardes para salir al aire libre y darse a conocer.
Sería engañoso hacer que las revelaciones de don Juan coincidan de manera estricta y literal con las enseñanzas gnósticas, pero estos paralelismos iniciales son contundentes, y hay mucho más. He aquí un ejemplo excepcional donde la sabiduría indígena de las Américas coincide con las enseñanzas esotéricas de una tradición espiritual perdida hace mucho tiempo en el Cercano Oriente.
El paralelo tolteca-gnóstico pudiera parecer remoto e improbable a primera vista.
Pero si suponemos que la experiencia chamánica es consistente y empírica (es decir, que puede ser probada a través de la experiencia), no sería sorprendente encontrar reportes coincidentes en tradiciones muy diferentes.
La Instalación Extranjera
La idea de una instalación extranjera, es extremadamente instructiva. De inmediato recuerda implantes metálicos o cristalinos, que se dice, son utilizados por los Grises (y sus cómplices humanos) para rastrear a los sujetos humanos. En otro sentido menos tecnológico sugiere un virus ideológico implantado en nuestras mentes por entidades no-humanas.
De acuerdo con la crítica gnóstica del cristianismo, la ideología de la salvación que en su forma judeo-cristiana (es decir, la creencia en un redentor divino y un apocalipsis final) es uno de esos virus. Es algo implantado en la mente humana por fuerzas alienígenas.
El énfasis gnóstico sobre el judeo-cristianismo (que ahora puede ser extendido al Islam) proporciona una ventaja estratégica en la detección de influencias alienígenas, porque las religiones patriarcales/Salvacionistas han dominado la narrativa histórica en nuestro planeta. Este dominio es un síntoma de desviación arcóntico, dijeron los gnósticos.
La mente alienígena penetra en nuestra actividad narrativa de cuentos, el poder narrativo tan crucial para la humanidad para hacerse su camino en el cosmos. Esta es una de las formas, o la forma más eficaz, en la que somos desviados de nuestro curso adecuado de evolución. Para la especie humana, la capacidad de lograr la intención depende de las tramas en desarrollo, historias, narraciones que nos pueden guiar desde la concepción inicial a la meta final.
El propósito humano es múltiple, y por lo tanto, la manera en que estamos siendo desviados es probable que sea muy multifacética. En la inmensa complejidad de la intrusión, la claridad y la concentración son bienes indispensables.
En una sorprendente observación, Don Juan afirma que,
«la mente del volador no tiene concentración alguna.»
Esta frase recuerda la afirmación gnóstica de que los Arcontes no poseen ennoia, voluntad propia, no tienen intencionalidad. La concentración puede ser definida como la coordinación de la atención y la intención. Concentrarse es llevar una cierta profundidad de atención (Bythos) a la intención (Ennoia).
En las enseñanzas gnósticas, Bythos y Ennoia son deidades cósmicas o principios del Pleroma, el Todo, la Plenitud, y también son atributos de la mente humana. Ellos son simbolizados como dos esferas. Concentrarse es juntar las dos esferas en un solo punto unificador, un centro común.
Lo hacemos constantemente cuando enfocamos nuestra atención en una cierta intención u objetivo, pero los Arcontes son incapaces de algo así porque no tienen,
«en absoluto ninguna concentración».
Ellos no tienen el poder de la concentración, ninguna facultad innata que uniría la intención con la atención. La resistencia humana a su intrusión depende de compostura interior y la disciplina mental, la sobriedad del guerrero.
Los consejos de don Juan en las pruebas del guerrero con los voladores parecería presentar una versión tolteca de estrategias gnósticas para resistir los Arcontes.
Puntos en Común
Tras un análisis detallado, las enseñanzas de Don Juan, desarrolladas en nueve libros de Carlos Castañeda desde 1968 hasta 1998, contienen numerosos paralelismos con diversas enseñanzas gnósticas.
La nueva brujería introducida por Castañeda es una extensión y maquillaje de los conocimientos tradicionales de los «videntes antiguos» de la tradición tolteca del antiguo México. Se diferencia en gran parte de la antigua magia por su carencia de preocupación por los intrincados juegos de poder, disputas, pactos siniestros con poderes no-humanos, y control sobre otros.
Su objetivo es la libertad para el guerrero espiritual, más que el control sobre alguien o algo.
Tanto en términos gnósticos como toltecas, la liberación en última instancia de la humanidad pudiera llegar a través del enfrentamiento a los depredadores alienígenas. Ellos no están aquí para hacernos avanzar o ayudarnos, sino que, al confrontarlos y superarlos pudiéramos obtener un impulso vital hacia otro nivel de conciencia.
Algunos puntos en común entre el gnosticismo y el neo-chamanismo derivado de los toltecas de Castañeda son los siguientes:
la exposición de los toltecas, una mente alienígena o una instalación forastera que nos hace menos y de otra manera de lo que humanamente somos es: comparable a la idea gnóstica de un virus de deshumanización ideológica implantado en nuestras mentes por los alienígenas/Arcontes.
la importancia de la intención del dominio del brujo: comparable con énfasis en la ennoia, intencionalidad gnóstica, que nos alinea con los dioses y nos eleva por encima de los Arcontes.
el énfasis de Castañeda en la sintaxis (atribuciones correctas, y el uso de señales de control mental para dirigir la intención): comparable a la enseñanza gnóstica sobre el ennoia, claridad mental, y la atribución correcta (uso correcto de las definiciones).
la afirmación tolteca que la depredación es «el tema de temas»: comparable con el énfasis gnóstico sobre la intrusión de los Arcontes. Enfrentar la intrusión es esencial, porque si no podemos ver la forma en que somos desviados, no podemos encontrar nuestro verdadero camino en el cosmos.
el trabajo con los sueños lúcidos, viajes astrales, la proyección del doble, en los círculos gnósticos y en las Escuelas de Misterio: comparables a muchos episodios de Castañeda.
el modelo tolteca de grandes bandas de emanaciones que impregnan todo el universo: comparable a las emanaciones o flujos del Pleroma que son descritos en los textos de revelaciones en la Escuela de Misterio.
la distinción tolteca entre seres orgánicos e inorgánicos: comparable a la diferencia entre los humanos y Arcontes, en la cosmología gnóstica.
la exploración tolteca de otros mundos y dimensiones a través de la práctica de la conciencia no-ordinaria: comparable a las antiguas prácticas chamánicas de las Escuelas de Misterios.
la descripción de don Juan del «huevo luminoso»: comparable a la del óvalo de luz clara en los textos de la revelaciones gnósticas y lasaugoeides o «huevo áurico» de los Misterios.
la figura tolteca del Águila, una metáfora primaria en Castañeda: comparable a la misma figura de los Códices de Nag Hammadi, donde la voz instructora de la mente sagrada, tal vez equivalente a «la voz vidente» de Castañeda establece:
«Aparecí en la forma de un águila en el Árbol de la Sabiduría, el conocimiento primario que surge en la luz pura, que yo podría enseñarles y despertarlos de la profundidad del sueño».
(El Apócrifo de Juan – The Apocryphon of John, 23.25-30)
organización de la facción de los brujos en ocho parejas de brujos hombres y mujeres: comparable a la organización de las células del Misterio en dieciséis miembros, ocho de cada sexo. (Evidencia Artifactual: Cuenco Órfico (esotérico) de Serpiente y cuenco Pietroasa)
el cultivo del fuego desde dentro, Kundalini, o la Serpiente Emplumada de los Toltecas: comparable a la Serpiente Alada y Divino Instructor de los gnósticos.
el mecanismo del punto de encaje.
Se necesitaría un libro entero para desarrollar estos paralelos a profundidad. Tres factores de los diez son de particular importancia. Estos factores son el huevo luminoso, los grandes flujos de emanaciones, y el papel de ciertos seres inorgánicos como aliados.
El Punto de Encaje
Entre las muchas características extrañas en las enseñanzas de Don Juan, el asunto del punto de encaje es sin duda uno de los más desconcertantes.
En varios libros se nos dice que el huevo luminoso que rodea al ser humano está unido al cuerpo físico por un extraño mecanismo llamado el punto de encaje. La ubicación del punto está en la parte alta detrás del hombro derecho.
Al parecer, en ese punto en el cuerpo, el huevo luminoso ejerce un tipo de presión, formando un hoyuelo o depresión. Mientras la fuerza del huevo se queda en el hoyuelo, el punto de encaje se mantiene estable y el ser humano percibe la realidad de una manera predeterminada. Cambiando el punto de encaje, los brujos son capaces de cambiar su percepción de la realidad o, incluso, deconstruir y reconstruir la realidad a su antojo.
Las instrucciones de don Juan sobre el punto de encaje son tan desconcertantes como fascinantes, y lejos de ser claras. La dinámica del mecanismo de deslizamiento o desplazamiento son difíciles de entender, y aún más difícil de visualizar. Por otra parte, parece que el punto de encaje es un elemento extraño, no comparable a nada encontrado en ninguna otra fuente.
Hay, sin embargo, una rara pieza de testimonio de los Misterios que describe el punto de encaje exactamente en la forma encontrada en los escritos de Castañeda.
En El Cuerpo Sutil En La Tradición Occidental, el erudito gnóstico G.R.S. Mead cita los escritos perdidos de Isadorus, el marido de Hipatia y uno de los últimos gnósticos que enseñó en la Escuela de Misterio (el Museo) en Alejandría. El trabajo original de Isadorus se ha perdido, pero fue parafraseado por otro escritor, Damascio, por lo que algunas pálidas indicaciones de sus enseñanzas pueden ser conjeturadas.
Se dice que Isadorus describió el augoeides, «aura dorada», comparable al huevo luminoso de Castañeda.
La naturaleza y el funcionamiento del augoiede, también llamado huevo áurico, fue uno de los más profundos secretos de los Misterios. Al parecer, un tratado perdido de Isadorus declaró que el augoeides rodea al ser humano como una membrana oval, de tal manera que el cuerpo físico flota en el óvalo.
Esto es precisamente cómo Castañeda describe el huevo luminoso. El maestro gnóstico también dijo que el óvalo luminoso está conectado o enganchado al cuerpo físico en un punto en la parte posterior, en lo alto del omóplato derecho.
Por lo tanto, uno de los más extraños detalles en los escritos de Castañeda es confirmado por un maestro de los Misterios que vivió en Alejandría en el siglo quinto.
Una prueba Cósmica
En el esquema clásico del sistema planetario, hay siete planetas, sin incluir la tierra: Sol, Luna, Mercurio, Venus, Marte, Júpiter, Saturno.
(El sol no es, por supuesto, un planeta, sino una estrella, el cuerpo central del sistema planetario, y la luna es un satélite de la tierra. En algunos sistemas antiguos, estos dos cuerpos están excluidos de los siete y son reemplazados por los nodos lunares.)
Esta situación recuerda la descripción de Castañeda de la estructura orgánica e inorgánica de las «grandes bandas de emanaciones» que componen el universo.
Si fijamos la tierra, aparte de los otros planetas, las «siete bandas inorgánicas» bien podrían ser correlacionadas con los «siete planetas», conocidos de ser reinos que no son compatibles con la vida orgánica como es la Tierra.
Los gnósticos enseñaban que la tierra no pertenece al sistema planetario, sino que únicamente ha sido capturado en él. Se llamó al sistema planetario aparte de la tierra Hebdómada, el Sevenfold – Multiplicado por Siete. Esta terminología se puede comparar con la descripción gnóstica del reino de los Arcontes, que son seres inorgánicos.
Las «siete bandas inorgánicas» en el esquema de Castañeda pudiera ser un idioma diferente para el mismo modelo.
Videntes gnósticos localizaron el hábitat de los depredadores Arcontes en el sistema planetario exclusivo de la Tierra. El reino arcóntico estaría entonces montado a partir de las siete bandas inorgánicas. Dentro del dominio así montado, los Arcontes estarían en su propio «territorio». Su presencia en el mundo, montada alrededor de nosotros, la biosfera, regida por las leyes de la química orgánica, sería una intromisión.
En ninguna parte indica Castañeda que las entidades depredadoras provienen de estas siete bandas, pero la conclusión es obvia. Sí dice explícitamente que los voladores son seres inorgánicos, por lo que la conclusión no sólo es obvia, sino que también consistente con su sintaxis, su sistema de descripción.
Don Juan especifica que los hechiceros pueden y suelen iniciar contacto con seres inorgánicos. Ellos hacen esto al cambiar el punto de encaje y cruzando hacia el territorio desconocido de otras bandas, o deslizándose en regiones desconocidas de nuestra propia banda.
Una gran parte de la actividad descrita en la obra de Castañeda consiste en incursiones en los mundos de otros contingentes que no son el nuestro.
«Una vez que la barrera se rompe, los seres inorgánicos cambian y convierten en lo que los videntes llaman aliados.»
Estos aliados pueden desviarse, o incluso ser mortales, pero dominarlos es una de las principales tareas de la nueva brujería.
En general hay numerosos aliados en el cosmos. De acuerdo con muchas de las tradiciones indígenas, la tierra es visitada por muchos tipos de seres de otras dimensiones que sirven como aliados y guías para la humanidad. El depredador oscuro y sombrío parece ser una categoría única de los seres inorgánicos, que tal vez no sea un aliado en absoluto, o bien un aliado particularmente difícil de dominar.
Don Juan hizo hincapié en la necesidad de hacerle frente a este ser inorgánico, para experimentar,
«la total certeza de origen forastero de la mente.»
El «depredador que vino desde las profundidades del cosmos y se tomó la regla de nuestra vida» ciertamente pudiera equipararse a los Arcontes de las enseñanzas gnósticas.
Don Juan describe la intrusión alienígena y su principal consecuencia, la modificación del comportamiento, de una manera más viva.
El viejo hechicero también hace un sorprendente comentario sobre lo que podría ganarse de nuestro encuentro con estas entidades.
«Los voladores son una parte esencial del universo… y deben ser tomados como lo que realmente son – increíbles, monstruoso. Son el medio por el cual el universo nos pone a prueba».
Los paralelismos entre los materiales gnósticos y la nueva magia tolteca de Carlos Castañeda son puntos de vista sorprendentes y nos invitan a la reflexión sobre la condición humana, si no otra cosa.
¿Qué podemos hacer sobre el tema de los temas, la depredación?
«Todo lo que podemos hacer es disciplinarnos hasta el punto en que no nos pueda tocar a nosotros», aconseja a Don Juan.
Significativamente, él dice que no van a hacerlo, que no pueden hacerlo.
También dice que los depredadores alienígenas son la forma en que el universo nos pone a prueba, como lo acabamos de señalar.
De ello se desprende que la intención de organizar nuestras mentes y nuestras vidas para que los voladores/Arcontes no estén dispuestos a entrometerse en nosotros es el ejercicio capital, la prueba principal del progreso para la humanidad.
Los problemas que derivan de nuestro pensamiento & comportamiento, no serían tales de no actuar la mayor forma de sometimiento humano, el mental, vía condicionamiento, con lo que se perpetúa y para ello la serie de pilares que sostienen el artificial sistema de organización social piramidal: la educación que utiliza un sólo lóbulo, la comunicación oficial falseadora de la realidad, los integrantes sociales no han de utilizar su voluntad y verdadera capacidad, en fin, la justicia, la salud, la alimentación, todo controlado.
Lo interesante de esto es que, la intervención correctiva en uno de los pilares básicos como el de la educación, la comunicación o el uso ciudadano de su voluntad y capacidad, el endeble sistema se viene abajo por añadidura, lo que daría lugar a la injerencia del sistema natural, al despertar o expansión de la consciencia y su prodigiosa entrega.