El templo a Baal Shamin era uno de los principales monumentos de las ruinas de la ciudad de Palmira, en Siria. Este pequeño edificio dedicado al dios fenicio Baal se construyó en el año 17 de nuestra era. No ha podido cumplir 2.000 años. La organización terrorista autoproclamada como “Estado Islámico” lo ha volado con explosivos.
Fuentes: Carlos Zahumenszky, Gizmodo | El País.com | El Periódico.com, 24 de agosto de 2015
El templo a Baal fue un lugar de peregrinaje para los pueblos semitas del Mediterráneo oriental. Egipcios y romanos ayudaron a reconstruirlo en los siglos II y III. El edificio formaba parte, junto a toda Palmira, del patrimonio cultural mundial de la UNESCO.
La destrucción del templo ha sido corroborada por el director del Departamento de Antigüedades y Museos Sirio, Maamoun Abdul-Karim, aunque las diversas fuentes no se ponen de acuerdo sobre la fecha exacta del suceso.
Maamoun Abdul-karim, aseguró este lunes a la agencia France Presse que los yihadistas hicieron estallar cargas explosivas colocadas en la cubierta y en el interior del templo, que al desmoronarse causaron la destrucción de las columnas. El Observatorio Sirio de Derechos Humanos también confirmó la voladura del templo de Baal, aunque indicó que los daños fueron causados por los yihadistas hace un mes, cuando fueron minados los restos históricos de Palmira, según testimonios de vecinos huidos del terror yihadista.
El Estado Islámico es el causante de una auténtica catástrofe humanitaria en Siria, donde la guerra civil se ha cobrado miles de víctimas y aún más desplazados. La destrucción de obras de arte no es nueva tampoco entre los miembros de ISIS, que llevan meses destrozando toda referencia religiosa que no esté de acuerdo con sus creencia. [vía NY Times]
La profesora Emma Loosley, de la universidad británica de Exeter y que residió cerca de Palmira durante tres años, describió la parte central del templo como «casi perfecta». «No se me ocurre otro templo tan bien conservado como el de Baal», dijo en declaraciones a la cadena de televisión británica BBC. «Y lo que era especial de Palmira -apuntó Loosley- es que se trataba de una cultura única: tenía sus propios dioses, su propia forma de arte y de arquitectura que no encuentras en ningún otro lugar».
«El arte y la arquitectura de Palmira, en la encrucijada de numerosas civilizaciones, es un símbolo de la complejidad y la riqueza de la historia y la identidad siria -agregó Bokova-. Los extremistas buscan destruir esta riqueza y diversidad. Hago un llamamiento a la comunidad internacional para que permanezca unida contra esta constante limpieza cultural».
Antes de que la guerra estallara en Siria, en la primavera del 2011, las ruinas de Palmira, inscritas como Patrimonio Mundial en la lista de la Unesco en 1980, recibían una media de 150.000 turistas al año. Este es el último capítulo de una larga nómina de ensañamientos contra esculturas y edificios milenarios por parte del EI. Sin ir más lejos, el pasado mes de julio destruyeron una estatua de un león de unos 1.900 años, considerada una de las piezas más relevantes del lugar.
La misma suerte corrieron otros tesoros arqueológicos de las zonas bajo control yihadista en Irak y Siria. La razón esgrimida para su destrucción es que serían muestras de paganismo, politeísmo e idolatría. Unas ideas que la delirante visión del islam suní practicada por el EI no permite.
Extraído del Pacto Secreto Reptiliano:
FOMENTAREMOS EL ODIO ENTRE ELLOS
Siempre esconderemos la Verdad Divina ante ellos: que nosotros somos todos uno. ¡Esto es lo que ellos nunca deberán saber!
LA NUEVA ERA DE DOMINACIÓN
La Verdad se ocultará en sus rostros, tan cerca que serán incapaces de enfocar hacia ella, hasta cuando ya sea demasiado tarde.