«Si tenemos verdaderamente necesidad de ser comprendidos y apreciados por los demás, es preferible que escojamos bien a aquellos cuya estima deseamos tener. Diréis: «¡Ah!, eso ya lo sabemos.» ¿Estáis seguros? ¿Estáis seguros de que, para atraer la aprobación de la gente o sus aplausos, no hacéis nunca nada contra la justicia y la bondad?
Cuando participáis en las críticas y las burlas, ¿qué hacéis? En el fondo de vosotros mismos sabéis muy bien que estas críticas y estas burlas son a menudo exageradas, pero para agradar a los demás, no sólo os reís sino que incluso añadís vuestro grano de sal. Y en los dominios artístico y político. ¡cuántos se dejan arrastrar a situaciones comprometidas para tener éxito!

Ser apreciados por los sabios, eso no les interesa, ¡son tan pocos! Es un público muy escaso o muy pocos votos en las elecciones. Pero ¿acaso vale la pena envilecerse para obtener esta clase de éxitos?»

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