Resulta interesante ver como en varios textos antiguos se habla de cómo los dioses habitaron el mundo junto a los hombres y tuvieron contacto directo con ellos. Dioses que manifiestan no ser naturales de la Tierra sino que, en la mayoría de los relatos, provienen de más allá del cielo.
En la mitología irlandesa se narra cómo esta región estuvo habitada por diferentes razas a consecuencia de diferentes invasiones. Una de estas, la quinta invasión de Irlanda, la llevó a cabo una raza de dioses llamados ‘’Tuatha Dé Danann’’ o ‘’Gente de la diosa Danu’’.
Estos seres, que se convirtieron en los soberanos de Irlanda tras vencer en la invasión, en el antiguo culto pagano eran considerados dioses cuyo origen se encontraba en los cielos. Posteriormente, con la llegada del cristianismo, se quiso reducir su valor de dioses a reyes aunque también se quiso trazar una genealogía que vinculara a todo el pueblo irlandés con una ascendencia bíblica remontándola a Jafet, uno de los hijos de Noé.
Esta es una de las estrategias más utilizadas por el cristianismo para que los pueblos que pretendían evangelizar, poco a poco, abandonaran sus costumbres paganas y abrazaran la nueva corriente. De este modo, se amoldaban al paganismo local tomando sus fiestas, ritos y creencias y, modificándolas según su necesidad, las adaptaban al propio cristianismo para hacer más fácil su aceptación.
Irlanda, antes de la llegada de los descendientes de Danu, estaba poblada por varios grupos: los Fir Bolg, los Fir Domnann, los Galioin y unos seres sobrenaturales conocidos como Fomoré.
Los Tuatha Dé Danann, que se describen con aspecto humano, muy altos, de ojos y cabellos claros y realmente pálidos, arribaron a las costas irlandesas procedentes de 4 ciudades que se encontraban en aguas más al Norte: Falias, Gorias, Murias y Finias. Llegaron en 300 barcos voladores sobre densas nubes que oscurecieron el sol durante 3 días y 3 noches y, en un principio, no pudieron aterrizar ya que la raza de gigantes Fomoré había dispuesto una especie de campo de fuerza que no podían atravesar.
La narración delas batallas que tuvieron lugar se encuentra en el ‘’Lebor Gabála Érenn’’ o ‘’Libro de lasinvasiones’’ que es un compendio de relatos datado en el siglo XI que describen la historia del país desde su origen detallando las diferentes invasiones que tuvieron lugar.
Cabe destacar que la mitología celta tiene un marcado carácter dualista regido por dos principios: positivo y negativo, a los Tuatha Dé Danann se les engloba dentro del principio benigno mientras que el maligno sirve para definir a la raza de los Fomoré, dioses que representaban el mal y la muerte que frecuentemente son descritos como gigantes abominaciones con aspecto deforme de los que se dice, procedían de una oscura región allende todo mar conocido.
Su líder era Balor, que tenía un ojo en la frente y otro en la nuca que habitualmente estaba cerrado pero, al abrirlo, su mirada era fatal para aquél en quien la fijara pues caería fulminado por un rayo.
En el ciclo mitológico ‘’Cath Maige Tuired’’ se relatan las 3 batallas que libraron los Tuatha Dé Danann en suelo irlandés.
En la primera de ellas, vencieron a los Fir Bolg, un pueblo con el que tenían un ancestro en común llamado Nemed y que se dice, llegó a Irlanda desde Grecia huyendo de la opresión a la que les sometían los fomorianos.
En esta batalla, Nuada, uno de los reyes de los Tuatha Dé Danann perdió el brazo derecho al batirse en duelo con uno de los campeones del bando enemigo llamado Sreng. Para reemplazar el miembro perdido, se le fabricó un brazo de plata pero, según la ley de su pueblo, los reyes no podían tener ninguna deficiencia física lo que le obligó a abandonar el trono. Fue sustituido por Bres, que resultó ser un rey tirano. Así que se fabricó para Nuada un nuevo brazo de carne y hueso por lo que pudo ser restituido como rey.
La segunda batalla del ciclo tuvo lugar contra los formorianos. En esa batalla Nuada muere a causa del ‘’ojo venenoso’’ de Balor. El líder de los gigantes cae a manos de Lugh, campeón por parte de los Tuatha Dé Danann que posteriormente se convertiría en rey. Tras ganar esta batalla, los hijos de Danu se consolidaron como señores de Irlanda extendiéndose su reinado por varios años hasta que fueron vencidos en la tercera batalla del ciclo por unos nuevos invasores: los Milesianos, que procedían de Galicia y que serían los antecesores de los modernos irlandeses.
En cierto punto de la batalla ambos bandos establecieron una tregua de 3 días por la cual los milesianos debían anclar sus barcos y permanecer en ellos a 9 olas de distancia de la costa. Pero los Tuatha Dé Danann quisieron romper el acuerdo creando una fuerte tormenta que forzara a sus enemigos a retirarse. Un poeta milesiano, Amergin, calmó la tormenta con un conjuro consiguiendo que sus barcos llegaran salvos a la playa. Tras una dura batalla con numerosas bajas en ambos bandos, los milesianos se alzaron como vencedores y, con gran astucia, se dividió el reino irlandés entre ambos contendientes de modo que los vencedores establecieron quedarse con la superficie, dejando a los vencidos relegados a habitar en el subsuelo donde incluso llegaron a construir palacios aunque una gran parte prefirió marchar a ‘’Tir na nóg’’ o la ‘’tierra de la juventud’’ guiados por uno de sus líderes: Manannán Mac Lir.
Este pueblo fue el responsable de traer a Irlanda el conocimiento de lo oculto, la magia y las ciencias druídicas que dominaban y que aprendieron en las tierras de donde procedían.
Y, como ocurre en diferentes relatos mitológicos, también trajeron consigo una serie de objetos mágicos de interesantes características conocidos como ‘’las cuatro joyas de los Tuatha Dé Danann’’provenientes de cada una de las cuatro regiones de donde llegó esta raza. La lanza de Lugh, de la cual era imposible defenderse y que hacía a su portador invencible, la piedra de Fal, sobre la que los reyes de Irlanda eran coronados y que designaba quién tenía derecho a reinar al rugir cuando el apropiado se posaba sobre ella, el arma ‘’Claion Solais’’, una espada de luz de la que nadie podía escapar y que resplandecía como una antorcha encendida y el caldero de Dagda del cual se decía que no tenía fondo y que podía saciar a todo hombre suministrando alimento sin fin.
La historia de toda una raza de seres divinos que provenían del cielo y que poseían no solo conocimientos sobre lo oculto, sino que también hacían gala de unos maravillosos objetos de increíbles capacidades mágicas al entender del hombre. Da la sensación de que diferentes grupos de seres ‘’sobrenaturales’’ se disputaban en la antigüedad el control sobre ciertos puntos de la Tierra y los grupos humanos que los poblaban pues estas batallas entre dioses se encuentran en varios relatos por todo el mundo y no son éstos los únicos dioses que llegaron del cielo.
‘’Es Dios quién los sufrió, aunque Él los refrenara. Aterrizaron con horror, en un acto de altivez, en su nube de poderoso combate de los espectros, sobre la montaña de Conmaicne de Connacht. Sin distinción bajaban a Irlanda, sin naves, su curso implacable, la verdad no era conocida bajo el cielo de las estrellas, si ellos provenían del cielo o de la tierra’’.
Pasaje del Lebor Gabála Érenn
http://www.ufopolis.com/2015/08/tuatha-de-danann-los-increibles-dioses-que-poblaron-irlanda/
Es una delicia leer sobre la inmensa capacidad de fabulación de la mente humana desde siempre.
sra. magubep
muy buena respuesta… breve y clara.-
profesor J