Algunas personas durante la Edad Media creían que el hombre lobo era una proyección de un demonio, para otros, el hombre lobo era una manifestación directa del Diablo. A principios del siglo XVII, el escritor francés Henri Boguet creía, al igual que muchas personas que Satanás se transformaba en un licántropo, controlando la mente de sus victimas. Según Boguet, el diablo podría controlar la mente de las personas hasta tal punto “que hacia creer a las personas que ellos eran hombres lobo y habían matado a otras personas”.

Robert Burton, clérigo y erudito, consideró que el licántropo era una forma de locura como mencionó en su libro “Anatomía de la melancolía” en 1621.

“Historia de la magia”, escrito por el ocultista francés del siglo XIX, Eliphas Levi, creía que eran casos claros de posesión. Una entidad que actúa como mediador entre un organismo vivo y el alma, así en el caso de un hombre cuyo instinto es salvaje y sanguinario, tendría una transformación como un lobo. Levi creía que las heridas reportadas en los casos de licántropos podrían atribuirse a la experiencia fuera del cuerpo.

En la actualidad se cree que los hombres lobo es el cruce perfecto entre un lobo y un hombre, con las mejores cualidades tanto del hombre como la del lobo y en consecuencia, se ha calificado como una criatura de la noche. Una aterradora abominación de la naturaleza, tan horrible y grotesca, que supera cualquier engendro de la naturaleza.

La dieta de los campesinos medievales podría haber sido una de las fuentes del origen de los hombres lobo. La infección del cornezuelo en los cereales como el trigo y el centeno era muy común en Europa durante la Edad Media. Esto es un hongo que crece en los granos en estaciones del año muy húmedas después de inviernos muy fríos. Los síntomas de este hongo están químicamente relacionados con la droga LSD, un fuerte alucinógeno psicoactivo que produce cambios oníricos en el humor y el pensamiento, altera la percepción del tiempo y el espacio además de la falta de auto-control, el terror extremo y la sensación de desenfoque entre el individuo y el medio ambiente. Otro de los síntomas son las alucinaciones, histeria masiva y paranoia. Alrededor de 135 personas tuvieron que ser hospitalizadas y 6 fallecieron, según el informe oficial por intoxicación de cornezuelo en la localidad francesa de Pont-Saint-Esprit en 1951. Las víctimas tenían horribles visiones en los que estaban convencidos que estaban siendo atacados por tigres y serpientes, y que ellos se convertían en bestias.Aunque esta teoría no tiene una base solida, ya que la aparición del hombre lobo se ha registrado en otras partes del mundo, y en muchos de ellos no tenía relación directa con la infección de cornezuelo.

Algunos investigadores en la actualidad dan otras versiones como la rabia, hipertricosis (crecimiento excesivo de vello en todo el cuerpo) o porfiria (un trastorno de la enzima con síntomas que incluyen alucinaciones y paranoia) como explicación de las creencias del hombre lobo. Porfiria eritropoyética congénita tiene características clínicas que incluyen fotosensibilidad (por lo que sólo salen de noche), pelos en las manos y la cara, mala cicatrización de la piel, orina rosada, color rojizo y hasta dientes como colmillos.

También según los psiquiatras existe un raro desorden mental llamado licantropía clínica, en la que una persona afectada tiene una creencia ilusoria de que él o ella se está transformando en otro animal, aunque no siempre se trata de un lobo o un hombre lobo.

Otros creen que las leyendas del hombre lobo surgieron como parte de los animales en el chamanismo y el tótem de las culturas primitivas basadasen la naturaleza.

Una de las ultimas teorías científicas habla de un virus de épocas prehistóricas que fue contraído inicialmente por una especie de prehistórico lobo. El virus infectó y modifico el ADN de la secuencia genética de los lobos prehistóricos, que a su vez fue trasladado a los seres humanos al entrar en contacto por mordisco. Para algunos hombres, la estructura genética permaneció intacta, mientras que para otros este ADN se unió a la secuencia genética de los lobos, evolucionando hasta nuestros días.
La procedencia del virus sigue siendo desconocido, pero la ciencia ya está estudiando si debido a su estructura biológica tan compleja, finalmente su origen pueda ser extraterrestre.

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