Se comunicaban fácilmente con seres de las estrellas, todo a su alrededor eran cosas bellas
Su desnudez brillaba como sol poderoso, todo en ellos era amoroso
Creaban fácilmente con el pensamiento, parecía magia de hadas y un maravilloso encantamiento
Se alimentaban de la Fuente estelar, de su boca salían maravillosas palabras celestiales del amar.

Sus voces eran angelicales, aparentemente no parecían mortales
Todo era paz y calma, se amaban con espíritu y alma
Cierto día Eva salió a caminar, Adán se quedó descansando en su hogar
Pero ¡oh! que admiración, un ser en forma de lagarto se le acercó a Eva recitando una canción.

Decía, llegamos hace muchos años a la tierra, donde apenas se formó la primera era
Vivimos debajo del suelo, es nuestro hogar y sublime consuelo
Observamos cuando ustedes fueron plantados, y organizadamente dejados
Nosotros somos los dueños del planeta, tenemos muchos propósitos y una gran meta.

Le preguntó ella en su inocencia, ¿de dónde viene tu descendencia?
Él le dijo, de unir nuestros cuerpos, así seremos dioses por todos los tiempos
Si comes de la fruta de tu pareja, seréis dioses, reinando por siempre sus voces
Solo debes de probarla, la dulce manzana por siempre amarla.

Ella del Ser extraño se despidió, cuando llegó donde Adán, le contó lo que sucedió
Eva lo besó apasionadamente, por primera vez el deseo carnal pasó por cada mente
Se unieron con libertad, probaron del fruto, visualizando la fantástica realidad
Abrieron su mente universal, se dieron cuenta de dónde venían y de su misión en la tierra especial.