El mundo te necesita…. más de lo que te imaginas. Sin ti el mundo no es el mismo, porque tú también eres parte del todo. Te han hecho creer que no vales nada, te han hecho creer que no tienes cabida en la gran jornada de la vida, te han hecho creer que no eres capaz de ser mejor, te han hecho creer que no eres capaz de ayudar, te han hecho creer que el único poder que existe reside fuera de ti, te han hecho creer que no es tan importante ser feliz ni hacer feliz a los demás; sólo seguir órdenes y bajar la cabeza sin luchar.
El mundo te necesita… más de lo que te imaginas. Porque la más grande de todas las apatías es creer que no se puede hacer nada al respecto para cambiar nuestra realidad.
El mundo te necesita… más de lo que te imaginas. Necesita tu sonrisa, tu alegría, tu bondad, tu gratitud, tu hermandad, tu solidaridad, tu fuerza, tu inteligencia, tu genio y talento, tu servicio.
Tú eres muchísimo más grande de lo que ves en el espejo, tú vida tiene más color que un arcoíris y tu música interior sonaría más fuerte que una tormenta si tan sólo dejarás ir el ruido en tu cabeza.
Tú eres muchísimo más importante de lo que te han hecho creer. No sólo se trata de pagar las deudas, de toda la rutina diaria, de trabajar duro por dinero sacrificando el tiempo y la salud para “sobrevivir” en lugar de vivir. Tú eres más importante de lo que crees porque tienes tanto que dar, porque tienes tanto que hacer y porque tienes tanto que amar.
Tú eres más que lo que ves. Los dogmas religiosos y la basura mediática se han encargado de hacerte creer que no vales un clavo, que cualquiera te puede quitar la vida por un centavo y que hay un Dios que está por encima de ti para juzgarte a cada segundo de tu vida decidiendo por ti que será de tu vida y después de ella. Y se han encargado de crear estereotipos para hacerte pensar que si no encajas en uno de ellos entonces no vales nada. Pero no, no es verdad
Tú vales más de lo que te han hecho pensar. Tu vida tiene un valor infinito, porque respiras, porque lloras, porque hablas, porque te mueves, porque piensas, porque sientes, porque percibes, porque agradeces, porque luchas, porque te conmueves, porque te emocionas, porque amas, porque ¡ESTAS VIVO!
No existe Dios alguno que te juzgue, no existe Dios alguno que te castigue, no existe Dios alguno que te haya mandando a este mundo para tener una vida miserable llena de estrés, miedo, ansiedad y fracaso. Sólo se trata de ti, de lo que tú has querido, de lo que tú has elegido, de lo que tú has hecho, de lo que tú has decidido.
Yo no creo en ningún Dios, pero sé que si tuviera que darle alguna forma, alguna estructura, alguna representación, bastaría con mirar un amanecer, bastaría con mirar una luna llena, bastaría, con ver una playa y escuchar el mar, bastaría con escuchar a un ave cantar, bastaría con ver la lluvia, bastaría tan sólo con verte al espejo, bastaría tan sólo con ver la sonrisa de tus hijos, de tu compañera o compañero de vida, bastaría con escuchar una melodía o ver una obra de arte.
No creo en ningún Dios, no sé lo que es, pero sí se lo que no es. Y si quieres conocerlo tan sólo guarda silencio, cierra los ojos y centra tu atención en los latidos de tu corazón, pon tu mano en el pecho y quédate allí por unos minutos.
Tú eres importante y el mundo te necesita más de lo que tú crees. No permitas que nada ni nadie te robe tus sueños, no permitas que nada ni nadie te haga pensar lo contrario, no permitas seguir un minuto más vivo sin entender… ¡QUE TÚ LO ERES TODO! Y esa es la única razón por la que puedes cambiar y lograr un impacto en el mundo.
Te amo y te bendigo desde mi ser a tu ser.
-Carlos del Ángel
Shiny Demise Project