Baal era el dios principal de los canaanitas, y la diosa Ashtoreth era su esposa, la personificación del principio reproductivo en la naturaleza. La adoración de estos dioses consistió en promiscuas orgías sexuales en sus templos, en los que existía la prostitución sagrada y la sodomía. La indulgencia inmoral era el principal medio de adoración, y mataban a sus hijos como sacrificio a esos dioses (a veces arrojándolos al fuego). Descubrimientos arqueológicos revelan el hallazgo de jarrones conteniendo restos de niños y recién nacidos que fueron sacrificados a Baal.
Baal también significa patrón o amo, por lo que a otros dioses menores patrones de las ciudades, también se les llamaba baales. (Eso mismo hace el catolicismo: Tener una “deidad” o “santidad” por patrón y/o patrona local, a la que se rinde veneración y homenaje un día concreto al año, que se toma por festivo, pudiéndose sacar su imagen o icono en solemne procesión).
Baal-zebub es el dios de la ciudad de Ekron, adorado por los filisteos. Se suele identificar con el dios Baal.
El dios Dagón era una de las divinidades principales y más veneradas de los filisteos, los cuales le habrían erigido en Gaza un magnifico templo, que fue destruido por Sansón.
La mitra (especie de gorro o sombrero con que los obispos, arzobispos, cardenales y el Papa cubren su cabeza durante los oficios litúrgicos) es similar al de los antiguos sacerdotes que adoraban al dios Dagón (el dios pez); Vista de perfil, recuerda la boca abierta de un pez.
Sobre Alá, decir que: Arqueológicamente, está comprobado que la adoración al Dios-Luna era la religión principal del antiguo Medio Oriente. Muchas generaciones antes de que Mahoma naciera, los árabes adoraban a unos 360 dioses paganos contenidos en un templo de piedra en la Meca, llamado el Kabah. Según los arqueólogos, la principal deidad de la Meca era el dios-luna llamado Al-ilah o Al-lah (que significa el dios o el ídolo), que fue acortado a Alá en épocas pre-Islámicas. Además, los árabes habitualmente incluían Alá o al-lah en sus propios nombres: Por ejemplo, el padre de Mahoma (Abdallah), tenía Alá como parte de su nombre. Los historiadores dicen que los árabes pre-Islámicos adoraban al dios-luna postrándose hacia la Meca varias veces al día. También hacían un peregrinaje a la Meca, rodeaban el Kabah siete veces y lanzaban piedras contra el diablo. Ayunaban por un mes, que comenzaba con la aparición de la luna creciente y terminaba cuando esta reaparecía. Estos mismos ritos forman la base del Islam hoy. El antiguo símbolo del dios-luna pagano, la luna creciente, es el símbolo oficial del Islam; aparece en las banderas de países musulmanes, así como encima de las mezquitas en todo el mundo. Muchos historiadores dicen que Mahoma, como comerciante, encontró al judaísmo y al cristianismo durante sus viajes a diversas partes del Medio Oriente, e intentó imitar esas creencias monoteístas, tomando a Alá, la deidad principal dentro del panteón árabe, para convertirla en el único dios. De hecho, la confesión básica del Islam no es que “Alá es grande” sino que “Alá es el más grande” o “Ala es el mayor”; Es decir, mayor que todos los otros ídolos. El Corán y la Biblia son muy diferentes en cuanto a conceptos sobre Dios. Las diferencias teológicas aumentan tanto, que el Dios de la Biblia no puede ser de ninguna manera el Alá adorado en el Islam.
Sobre el tetragrámaton ( 4 letras) sagrado: YHVH, decir que: Aunque en español, la letra H no tiene sonido, en hebreo la letra H tiene sonido propio, similar a una jota muy suave, casi como se lee y escucha en inglés (por ejemplo: Hall). Al tener sonido, el Tetragrama YHVH posee 4 consonantes que deben tener sus respectivos 4 sonidos vocales, que no cumplen las palabras Yahvé ni Jehová, que por cierto, solo aparecen en el Antiguo Testamento, NO en el Nuevo Testamento, también llamado Nuevo Pacto o Nueva Alianza.
El arca de los dioses