© Reuters Seguidores del partido Amanecer Dorado gritan consignas durante un acto electoral ante su sede en Atenas, el 16 de septiembre de 2015. (Reuters)
El estrecho paso de las Termópilas ya no existe. La naturaleza y los siglos han abierto el desfiladero en el que luchó Leónidas. Bajo su estatua el zumbido de la corriente discurriendo por las enormes torres de electricidad aporta un toque cómico a la estatua del héroe espartano. Desde luego, lejos de lo inmortalizado para la cultura popular por Frank Miller en su cómic -y luego película- 300.
Nada de esto parece perturbar al líder de Amanecer Dorado, Ilías Kasidiaris. Exaltando el legado espartano -sea lo que sea- escenificó junto a una decena de sus seguidores una pantomima de mitin político cuyo objetivo principal era distribuir las fotos a la prensa. Una imagen de desfile de Núremberg de bajo coste.
El mensaje poco importa, pues fue el de siempre: fuera el euro, fuera la UE, fuera inmigrantes, Grecia para los griegos. La crisis de los refugiados ha dado nuevas alas a los racistas declarados de este partido, que no dudan en decir que Grecia corre el riesgo de convertirse en Pakistán. La extrema derecha griega, sin duda de corte neonazi, es un fenómeno particular con respecto al resto de Europa. En Francia y los países nórdicos se ha lavado la cara y puesto un traje limpio para ganar votos. En el otro extremo, en Hungría, cuenta con la aquiescencia de un Orbán que no les hace ascos. Amanecer Dorado es resistente como una cucaracha, nada le hace mella.
Para empezar su cúpula se enfrenta a un juicio penal -69 miembros del partido están implicados- en el que los cargos pasan por pertenencia a organización criminal y asesinato.El presidente y general de las huestes, Nikos Mijaloiakos, prosigue bajo arresto domiciliario dando mítines desde su casa. Los actos del partido tales como el reparto de alimentos ‘solo a griegos’ han disminuido, y en muchos barrios donde antes hacían ostentación de su presencia ya no son bienvenidos. La clase política les ignora hace como si no existieran incluso en el Parlamento. De hecho, no fueron invitados al debate de la semana pasada.
Y con todo en contra, inexplicablemente, son el tercer partido en intención de voto en Grecia. Según los últimos sondeos podrían obtener de nuevo el 6,5% de los votos, suficiente para dejar atrás al resto de partidos demócratas salvo Syriza y Nueva Democracia. Aunque podría ser más, ¿cuánto hay de voto oculto?
Expulsados de sus feudos, su voto se camufla
El barrio de Keratsini era uno de los puntos de Atenas donde más triunfaba la extrema derecha. Con un perfil de habitante obrero y desfavorecido, era un caldo de cultivo perfecto para las tendencias extremas. La tensión en esta zona entre los neonazis y los grupos izquierdistas era palpable. Y acabó con el vil asesinato, sin mediar provocación, del rapero filoanarquista Pavlos Fyssas hace ya dos años.
El 17 de septiembre de 2013 la sociedad griega se estremecía con la portada del cantante agonizando en el suelo mientras su novia trataba de parar la hemorragia letal que un militante de Amanecer Dorado le infligió. Fue el primer crimen de la extrema derecha contra un nacional que cobró relevancia. Antes de ese ya se habían cobrado la vida de otras personas, éstas inmigrantes, además de haber dejado decenas de lesiones con sus patrullas callejeras en los barrios de más afluencia extranjera. Con la connivencia de la policía. Y no habían causado tanto revuelo. Hoy, y con la herida sin cerrar, Keratsini ha eliminado, al menos visualmente, los vestigios de la extrema derecha. En el recuerdo, el discreto monumento que recuerda a Fyssas. Aunque, a buen seguro, los votantes siguen allí.
Este contraataque oficioso contra Amanecer Dorado se ha cobrado otra victoria en el parque de Agios Panteleimonas, en un popular barrio céntrico de la capital. Allí habían hecho su ley los neonazis cerrando el recinto para que los niños ‘griegos’ no se mezclaran con los ‘extranjeros’. Patrullas de grupos antifascistas -y no las fuerzas del orden, cabe destacar- los han expulsado por el momento y el jardín ha abierto sus puertas para que jueguen los niños de todo color y nacionalidad.
Amanecer Dorado ha perdido el impulso de sus primeros tiempos y sus actos ya no son tan numerosos como antes. En parte por la asfixia económica de estar procesados criminalmente, tampoco se ven repartos de alimentos a ‘los de casa’. El último anunciado por el partido data de febrero de 2014, en Creta. Desde 2008, mucha gente desesperadallegó a buscar la asistencia de la extrema derecha a falta de la del Estado. Muchos decían tímidamente que votarían por el partido.
Un juicio sine die que alimenta su popularidad
“Aceptamos la responsabilidad política, pero no hay responsabilidad criminal [por el asesinato de Fyssas] (…) ¿Puede un partido entero ser acusado porque uno de sus seguidores comete un acto condenable?”. Palabra de Mijaloiakos en una entrevista hace escasos días. Unas declaraciones recibidas como una provocación por el resto de los partidos en el aniversario de la muerte del rapero. Aunque esto se debe leer en clave de estrategia de la defensa, que se prepara para tratar de exonerar a los líderes de la extrema derecha… si algún día se procede a juzgarlos.
El proceso empezó el 20 de abril, pero malas decisiones de distintas instancias estatales y judiciales y las argucias de los abogados lo mantienen a base de aplazamientos hasta ahora. Prácticamente nada se ha avanzado. Y para no interferir en las elecciones se aplazó de nuevo hasta el 29 de septiembre.
Por Amanecer Dorado, que siga así. Pasar los días de la campaña electoral bajo arresto no les ha ido nada mal. Su imagen de víctimas del sistema casa con el perfil de su electorado. Y más bien son beneficiados del sistema, pues en los dos años que Mijaloiakos lleva en diversas fórmulas de privación de libertad (llegó a dar un discurso en la campaña de enero a través de un mensaje enviado desde la cárcel) ha tenido tiempo de dejar un sucesor de facto (Kasidiaris) y de construirse la imagen de mártir que quiere lo mejor para los griegos y al que los partidos del establishment no dejan participar. Una posición privilegiada para ir subiendo poco a poco en número de votos. De momento no ponen en aprietos al sistema, pero nadie garantiza que un giro en la tensa situación en Grecia pueda darles un empujón hacia el poder.
http://www.msn.com/es-es/noticias/internacional/criminales-electos-en-grecia/ar-AAeu9wm?li=AAav8jx