Richard Stallman anda por Argentina disertando sobre la libertad. Este martes ha pasado por el Centro de Conocimiento de la Universidad Nacional de Misiones invitado por la comunidad de software libre de esa provincia.
Stallman comenzó su conferencia desarrollando los conceptos de libertad y gratuidad, enfatizando que la libertad es lo esencial para comprender el código abierto.
Cuando un programa no es libre es privativo, porque priva de su libertad a sus usuarios y los mantiene divididos e impotentes al imprimirles un sistema de poder injusto, un sistema de colonización digital, que, como todo sistema colonial, intenta dividir para dominar
El software privativo es aquel que impide difundir copias y así vuelve a los usuarios impotentes además de esconder funcionalidades malévolas
Stallman repasó las cuatro libertades esenciales difundidas por el movimiento de software libre para el usuario de un programa libre. La libertad cero, de ejecutar el programa como se quiera, la libertad uno, de estudiar el código fuente del programa para modificarlo, la libertad dos, de ayudar a los demás, y la libertad tres de distribuir software en la comunidad, es decir, de hacer copias y compartirlas. Libertades que “son la base de un sistema con respeto a la libertad de la comunidad”.
Si alguna falta el software es privativo e impone un sistema social no ético a los usuarios. Si tiene límites no es un programa libre. Estas cuatro libertades tienen que aplicarse a todas las actividades de la vida
Si un producto físico no permite que el usuario pueda instalar versiones cambiadas del programa no es libre aunque venga el código expuesto porque el control de todo programa tiene que ser práctico y real, según Stallman. La libertad incluye, en este caso, usar versiones modificadas por el usuario y la de “regalar y vender copias”.
Stallman dijo que conforme se gana en libertad con un software libre uno puede cambiar el código fuente. La distinción entre privativo y libre no es una cuestión técnica porque no sólo se trata de funcionalidades de programa libre, ni de cómo funciona un código o de cómo se ha escrito. “La distinción entre libre y privativo es una distinción ética, social y política”, señaló.
Stallman, a su vez, vinculó el uso de un programa en la sociedad al desarrollo, “porque es conocimiento disponible a sus usuarios para que lo mantengan, lo adapten y lo extiendan a otros usuarios”, y en ese sentido sostuvo que el uso en la sociedad de un programa privativo no es desarrollo porque “es dependencia de alguien, al dueño del programa, es decir que es un problema social”.
“Escribir un programa libre es una contribución a la sociedad, escribir un programa privativo no, sino un golpe para someter a la gente, el programa privativo es una trampa. Si tienes la elección escribir un programa privativo o no hacer nada es mejor no hacer nada entonces no haces daño La meta del movimiento software libre es que todos los programas sean libres para que todos sus usuarios sean libres”, dijo.
Stallman defiende que el desarrollo de las libertades es esencial para que cada uno haga como quiera uso de su razón y así alimente a los “motivos éticos de la vida”. Si usas un programa sin libertad y un día buen amigo te lo pide tendrás que elegir entre dos males: darle la copia y romper la licencia del programa o negar la copia y cumplir la licencia.
Tendrías que elegir en el dilema del mal menor, que es romper la licencia del programa, porque si no puedes evitar hacer mal a alguien es menos malo hacer a alguien que lo merece porque ha actuado mal, es decir, al desarrollador del programa privativo que atacó deliberadamente la libertad de tu comunidad.
Entonces “¿Qué hacer?”, se preguntó. “No caer en el dilema. Porque la solución uno es no tener amigos, que es la manera implícitamente propuesta por los desarrolladores del privativo. Pero Stallman además de rechazar los programas que intentan aislar a los usuarios de la comunidad, recomienda evitar slogans de propaganda divulgados por desarrolladores de privativo que tratan de influenciar la práctica libre, como “pirata”.
Stallman se explayó sobre la libertad cero de ejecutar los programas en relación al control de la informática, y acusó a los desarrolladores de programas privativos de no respetar este parámetro y hasta infringir a usuarios de copias autorizadas.
Estos programas frecuentemente tienen funcionalidades malévolas concebidas para vigilar, restringir y hasta abusar del usuario con “puertas traseras” bajo comando de otros a las que llamó “esposas digitales”, señaló. Tales los casos de Microsoft Windows, Apple, Iphone, Adobe Flash, Amazon, según señaló. Programas con funcionalidades ocultas para enviar datos, imponer cambios de aplicaciones y conservar al usuario en “cárceles de autorizaciones”.
En 2009 Amazon borró miles de copias de un libro remotamente con esta puerta trasera. Copias autorizadas por usuarios de Amazon, por lo tanto, la empresa sabía donde estuvieran los comandos. Así descubrió su naturaleza orwelliana, ese libro era “1984”
Es que si no se puede usar a copia que se desea usar no hay control de la informática, al contrario, se imponen las decisiones del desarrollador del código del programa. “La comunidad software libre considera a estos programas malévolos para el avance de la democracia
El defensor del software libre insistió en la necesidad de que los gobiernos adapten sus sistemas operativos a software de código abierto. Para ello recomendó empezar por las escuelas, en todos sus niveles.
Los alumnos que se forman en informática con código privativo se reciben dependientes y los desarrolladores de las empresas lo saben muy bien.
“El terreno está marcado: A un lado se encuentra la libertad individual, la solidaridad social y la democracia, al otro, la dictadura. Tú eliges, libérate”, concluyó a modo de mensaje fuerte y libre.
Vía | momarandu.com