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Lo hemos sabido durante miles de años: los animales nos hacen sentir bien. Durante los últimos 20 años, han surgido investigaciones sobre las interacciones entre humanos y animales y han comprobado que las personas que tienen mascotas son más felices y saludables. Visitan al médico con menor frecuencia, se divierten más y se sienten más seguras que quienes no tienen una mascota. ¿A qué se debe esto? Sin importar cuántas novedades tecnológicas tengamos, los humanos son animales y la necesidad de estar cerca de otros animales es una parte fundamental de ser humano, de acuerdo con Alan Beck, director del Center for the Animal-Human Bond en la Universidad de Purdue. He aquí algunos de los muchos roles saludables que juegan los animales en nuestras vidas.
Mejoran el ánimo
Como cualquier actividad agradable, jugar con una mascota puede mejorar el estado de ánimo al aumentar los niveles de serotonina y dopamina, dice Beck. Es más, el contacto con los animales puede aumentar de inmediato los niveles de oxitocina, la hormona que nos hace sentir bien al activar los centros placer del cerebro y es famosa por ser liberada durante el orgasmo. Al realizar una tarea estresante, la gente sufre menos estrés cuando sus mascotas están con ellos que cuando están con un cónyuge, un familiar o un amigo cercano, según un estudio realizado en 2002 en la Universidad Estatal de Nueva York en Buffalo. La influencia calmante de una mascota incluso funciona mejor para controlar la presión arterial alta que los medicamentos más utilizados.
Son tus entrenadores personales
¿Quién lleva de paseo a quién? Los estudios sugieren que los beneficios humanos de llevar a tu mascota a satisfacer sus necesidades fisiológicas rivalizan con los de la vejiga llena de Fido. Los dueños de perros que pasean a sus mascotas con frecuencia se mantienen más activos y son menos propensos a tener sobrepeso que quienes no tienen o no pasean a un perro, según indica un estudio entre más de 2.000 adultos. ¿Y si no sales a caminar con tu gato, hámster o iguana? Incluso si tienes ese tipo de mascota, lo más probable es que aún así te ejercites más que quienes no tienen una mascota, de acuerdo con Beck. Todos los dueños de mascotas tienen que realizar alguna actividad física para cuidar de sus los animales y a menudo se mantienen activos para tocarlos, abrazarlos, jugar y estar cerca de ellos.
Actúan como mariposas sociales
Tus amigos animales pueden ayudarte a hacer amigos humanos. Múltiples estudios han demostrado que caminar con un perro en público lleva a tener a más conversaciones. ¿Por qué? La gente asume que los dueños de mascotas son amables y accesibles, dice Beck. Pero las habilidades sociales animales incluyen más que facilitar los encuentros con otras personas. «Parte de la asistencia social que obtenemos de los seres humanos también la obtenemos de los animales», dice Beck, quien señala que tener un perro y un gato es mucho más común en las parejas casadas y familias con niños que en los hogares unipersonales. Los animales son una extensión de nuestro sistema de apoyo social natural, no un reemplazo para éste, afirma el Sr. Beck.
Ayudan a mitigar el dolor
La terapia asistida por animales (mejor conocida como visitas a animales) se está convirtiendo en un medio aceptado de manejo del dolor en los hospitales. Las personas que utilizan la terapia con animales mientras se recuperan de una cirugía necesitan menos de la mitad de medicamentos para el dolor que quienes no participan en esta terapia, según un estudio de la Universidad de Loyola. Mientras tanto, los pacientes (e incluso sus signos vitales) han reportado mejoras significativas en el dolor, en su estado de ánimo y en otras aflicciones después de una terapia de visita animal.
Alivian el corazón
Las mascotas son más que reconfortantes. También reducen el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares y ataques al corazón al reducir la presión arterial sistólica, el colesterol en plasma y los niveles de triglicéridos. Y los dueños de mascotas que sufren de ataques al corazón tienen mayores tasas de supervivencia que quienes no las tienen. Un año después de sufrir un ataque al corazón, a pesar de su gravedad, los dueños de perros son más propensos a seguir con vida que los que no tienen uno. Mientras que muchos de los beneficios cardiovasculares se pueden atribuir a la mera presencia de un animal, el aumento de la actividad física entre los dueños de mascotas también está vinculado a las mejoras de la función cardíaca.
Son monitores de la salud
«Oler cambios químicos en el cuerpo realmente no es diferente de olfatear drogas o bombas», dice Beck. «Los animales pueden detectar cambios que ni siquiera podemos percibir en nosotros mismos«. Es por eso que más y más animales están siendo entrenados para monitorear la salud de sus dueños a través de programas como Dogs4Diabetics. Un tercio de los animales domésticos que viven con personas con diabetes, incluyendo perros, gatos, conejos e incluso aves, exhiben cambios dramáticos en su comportamiento cuando disminuyen los niveles de glucosa en la sangre de sus propietarios. Y después de sólo tres semanas de entrenamiento, los perros pueden detectar el cáncer de mama y de pulmón con una efectividad de hasta el 97%, según un estudio publicado en la revista Integrative Cancer Therapies. Los animales también pueden sentir la llegada de las crisis epilépticas y los animales serviciales son capaces de advertir a sus dueños e indicarles que se sienten o se acuesten antes del inicio de la convulsión.
Fortalecen el sistema inmune
Tener una mascota es la inmunoterapia de la naturaleza. Los niños que viven en hogares con mascotas asisten a la escuela tres semanas más por año que los que no tienen mascotas. Y mientras más animales domésticos tengan los niños, menos alergias desarrollarán en la edad adulta. También son menos propensos a padecer eccema y tienen niveles más altos de algunas sustancias químicas en su sistema inmune, lo que se traduce en un sistema inmunológico más fuerte en general. Al frenar el estrés y reducir los niveles de sustancias químicas nocivas como el cortisol y la norepinefrina, las mascotas fortalecen aún más la inmunidad de por vida.
Son terapeutas infantiles
Las interacciones con animales son enormemente beneficiosas para el desarrollo de los niños, especialmente aquellos con problemas de desarrollo, dice Beck. Los niños con autismo frecuentemente son capaces de interactuar con los animales domésticos cómodamente, lo que a su vez puede ayudarles en sus interacciones con otros niños, mientras que la experiencia sensorial de acariciar un animal puede ser un alivio para los niños, de acuerdo con los Institutos Nacionales de Salud. El cuidado de una mascota puede alentar a los niños (especialmente aquellos con desorden de déficit de atención e hiperactividad) a centrar su atención y enseñarles que su cuidado no es sólo «el trabajo de mamá», dice Beck. Además, el Manual Estadístico para el Diagnóstico de los Trastornos Mentales, el manual oficial de la Asociación Americana de Psiquiatría usado en la clasificación de trastornos mentales, señala que la tartamudez a menudo está ausente cuando los niños hablan con los animales domésticos.
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www.livestrong.com
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