En el nosocomio mucho se ha venido hablando del famoso proyecto “MK ultra”. En un principio nos pareció que eso, solo ocurría con algunos desdichados, que tuvieron la mala fortuna de caer en las garras de ciertos psicópatas con licencia para alterar la mente de otros, al amparo de losservicios secretos. Luego supimos que esos “servicios” crearon asesinos, artistas, políticos… y eran capaces de colocar en cualquier sitio a una criatura con la conciencia modificada para llevar a cabo cualquier propósito.
Parece que el trabajo desarrollado por los “agentes”, fue mucho más allá, resultando de mucho provecho a la hora de manipular la mente de la sociedad en su conjunto. Sirva como ejemplo un experimento cruel pero revelador, cuyo resultado se denominó “indefensión aprendida”:
– “indefensión aprendida” descubierta por Martin Seligman en la década de 1960.
La “Indefensión aprendida” ocurre cuando un animal es sometido repetidamente a un estímulo aversivo del que no puede escapar. Finalmente, el animal dejará de tratar de evitar el estímulo y se comportará como si fuera totalmente incapaz de cambiar la situación. Incluso cuando se presentan oportunidades para escapar, esta indefensión aprendida evitará cualquier acción.
Fase Uno. En la primera fase del experimento de indefensión aprendida, Seligman colocó a un perro en una red eléctrica, conmocionó al perro y observó que el perro demostraba la capacidad de escapar del estímulo aversivo.
Fase Dos. En la segunda fase, el perro fue atrincherado en la parrilla y no pudo escapar de los choques dolorosos. Con el tiempo, el perro se tumbó y aceptó pasivamente el shock eléctrico.
Fase Tres. Seligman entonces retiró las barricadas y el perro pudo haber escapado fácilmente de los choques. Sin embargo, el perro, condicionado por el conjunto antes de los acontecimientos, simplemente se tumbó y aceptó los choques sin montar ningún tipo de resistencia.
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Lo que posibilita que el control mental se lleve a efecto es el trauma. Este vocablo procede del griego y significa herida. La raíz indo europea es: terae (frotar, moler). A puro de molernos las emociones y la conciencia, se nos hiere. Una vez herida, la conducta derivada de ella será impropia. Como la mente y las emociones van intrincadas, lo que afecta a la mente afecta la emoción y viceversa. Los que nos conocen bien, mejor que nosotros mismos, los que saben dirigir el rebaño, no cesan en el reforzar el trauma.
La forma egoísta de relacionarnos desde que abandonamos la tribu, para crear “civilizaciones”, se fundamenta en establecer jerarquías, donde los más elevados del escalafón, van clavando lo que Elias Canetti, en su obra “masa y poder” denominó: “el aguijón de mando”.
Canetti asevera que “cada orden es una amenaza de muerte en miniatura”. Esta obra es fundamental para conocer el método de control social.
La amenaza no cesa desde que se llega a este mundo. Al cabo de pocos años, apenas queda rastro de lo que la criatura debió ser: su esencia, sus verdaderos propósitos, aquello para lo que nació. El resultado: miles de millones de criaturas humanas traumatizadas, sobreviviendo como puedan, heridos hasta la médula, fantaseando para eludir el trauma. Como ya no eres lo que debías ser, y estás parasitazo por los traumas, pasas a ser lo que vulgarmente se conoce como: “carne de cañón”. Para sobrevivir el individuo se refugia en las adicciones.
Estas, por supuesto, han sido ya diseñadas a la medida de cada cual y con la misma finalidad: mantener al individuo en un limbo del que no pueda escapar, cualquier cosa menos conectar con su ser. La “hiper realidad” hará el resto. No escapa nadie. No cabe la menor duda de que los traumas son herencias que pasan de generación en generación, tanto en la familia, pueblo, barrio, ciudad, región, país, continente, mundo y época.
Sin códigos, sin referente, en relación con otros tan traumatizados como tu, no se puede sino aseverar, que perpetuaremos el desquiciamiento.
Y dijo un buen amigo: “el humano no está echo para vivir en un mundo como este”.
Periodismo Alternativo