«Un pensamiento no tiene ninguna consistencia material y sin embargo no es una abstracción, sino una entidad real, viva. Por eso debéis mostraros conscientes y vigilar vuestros pensamientos porque si no, éstos van a conduciros a unos caminos sin salida.
Algunos pensamientos son como hijos a los que hay que alimentar, lavar e instruir. A veces, sin que vosotros lo sepáis, se agarran a vosotros, se apoderan de vuestras fuerzas y os agotan… También sucede a veces que estos hijos se escapan para correr mundo y a lo largo de su camino roban y saquean. Ahora bien, en el mundo invisible, igual que en la tierra, existe una policía y ésta viene a vuestro encuentro para haceros comprender que vosotros sois los responsables de los daños que vuestros hijos han causado. Entonces os llevan ante los tribunales que os condenan a pagar daños e intereses; estos pagos son penas, tristezas, desánimos, amarguras… Así que, tened cuidado con vuestros pensamientos: no seáis negligentes, trabajad para formar hijos angélicos, divinos, que os rodeen y os aporten regalos de luz.»
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Miedo y mas miedo,no pequeis hijos mios.
Me suena.
De hecho, es lo que somos, un conjunto de energías-pensamiento a las que podemos denominar psique o alma.
Conforme vamos transformando los pensamientos bajos y negativos en pensamientos más elevados y positivos, nuestra psique va madurando y elevando su frecuencia. Dando paso a la formación de la Mente Superior o Espíritu.
En este nivel estamos conectados con la Fuente, es un nivel superior de conciencia…
Hay que sustituir cantidad por calidad.