El cambio climático ha creado condiciones sin precedentes para el actual fenómeno de El Niño, que tendrá su período de mayor intensidad entre octubre y enero, según dijeron hoy expertos de la Organización Meteorológica Mundial (OMM).
El calentamiento de la superficie del mar en las zonas central y oriental del Pacífico tropical apuntan a que El Niño que está en desarrollo probablemente será uno de los cuatro más fuertes de la historia.
Los científicos toman en cuenta que, en agosto, las temperaturas de la superficie del mar ya estuvieron entre 1,3 y 2 grados centígrados por encima de la media, superando en un grado los umbrales habituales de El Niño. Los modelos utilizados apuntan a que las temperaturas se mantendrán al menos 2 grados por encima de lo normal y que incluso podrían subir algo más.
Los efectos de El Niño ya se hacen sentir en algunas regiones del mundo de manera muy variada y serán más patentes en los próximos cuatro a ocho meses, según la OMM, una agencia científica de Naciones Unidas y autoridad en la materia.
«No sabemos lo que pasará porque no tenemos precedentes para esta situación»
De manera general, este fenómeno climático puede provocar fuertes precipitaciones y por consiguiente, inundaciones en América Latina, Asia, Oceanía y Africa, con episodios de sequías en otras zonas de estas mismas regiones.
Sin embargo, los países afectados cuentan ahora con más experiencia, conocimientos e información que nunca antes, lo que puede ayudarles a tomar medidas de prevención efectivas, opinó Maxx Dilley, director de Predicciones Climáticas de la OMM, al presentar la información más reciente sobre la evolución de El Niño.
En el caso de Perú, se están tomando acciones preventivas, como simulacros, y se optó por cancelar su participación en el rally Dakar 2016 por el riesgo de inundaciones o deslizamiento de tierra en zonas que formaban parte del recorrido.
Lo que es completamente distinto desde el último fenómeno de El Niño (entre 1997 y 1998) es que el actual está ocurriendo bajo nuevas condiciones, influidas por el cambio climático. Desde entonces, «el mundo ha cambiado mucho» y la capa de hielo del mar Ártico se ha reducido a niveles mínimos, al tiempo que se ha perdido hasta un millón de kilómetros cuadrados de superficie nevada en el hemisferio norte, explicó el jefe del Programa de Investigación del Clima de la OMM, David Carlson.
Carlson dijo que en la situación actual, con la influencia del deshielo en el Artico y el calentamiento del Pacífico tropical, «no sabemos lo que pasará, si ambos patrones se reforzarán uno a otro, se anularán, actuarán en secuencia o influirán en distintas zonas del planeta».
«Realmente no lo sabemos porque no tenemos precedentes para esta situación», insistió el científico. Las características de El Niño conocidas hasta ahora apuntan a que provoca un aumento de la intensidad de las lluvias en la costa oeste de Sudamérica (principalmente Ecuador y Perú), así como en los países del llamado «Cuerno de Africa». En cambio, se sufren sequías en Australia, Indonesia, el sudeste de Asia y el sur de Africa.
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