El Dr. Don Huber es experto en un área de la ciencia que se relaciona a la toxicidad de los alimentos transgénicos (GE, por sus siglas en inglés).
(Algunos términos alternos a los alimentos transgénicos son genéticamente modificados (GM) u “OMG» por organismo genéticamente modificado).
Sus áreas específicas de capacitación son las enfermedades transmitidas por la tierra, la ecología microbiana y las relaciones entre el huésped y el parásito.
El Dr. Huber también enseñó patología de las plantas, microbiología de la tierra e interacciones microecológicas por su relación con las enfermedades de las plantas, durante 35 años como profesor regular en la Universidad Purdue.
En la primera parte de esta entrevista, el Dr. Huber habló sobre el sorprendente descubrimiento de un nuevo organismo en los cultivos transgénicos – un organismo que ha sido relacionado claramente a la infertilidad y aborto espontáneo en el ganado, caballos, cerdos, borregos y aves que son criadas con alimento transgénico.
En la primera parte comenzamos a hablar sobre los peligros del glifosato, el ingrediente activo en el herbicida Roundup de Monsanto y su contribución a un nuevo fenómeno conocido como «Síndrome de Muerte Súbita» (SMS).
Aquí, continuamos con el debate sobre el glifosato.
El Herbicida “Biodegradable” Que No lo Era
El reconocimiento público de la toxicidad del glifosato es bastante limitado. El hecho de que Monsanto haya promocionado al Roundup como “ecológico” y “biodegradable” podría tener un poco que ver con esta falta de conocimiento general. (En 2009, un tribunal francés sostuvo dos sentencias anteriores contra Monsanto por publicidad falsa).
El glifosato es en realidad, de muchas formas, similar al DDT, el cual es conocido por causar problemas reproductivos, entre muchos otros.
“Hay algunas similitudes”, dice el Dr. Huber, “…Yo estoy familiarizado con el DDT y con el hecho de que es un compuesto muy difícil de degradar. Principalmente, se degrada biológicamente a través de un proceso que llamamos co-metabolismo… [H]ay muy pocos organismos que puedan utilizarlo como fuente directa de nutrientes.
Hay pocos organismos que puedan utilizar el glifosato como fuente directa de nutrientes, aunque de nuevo, la mayoría de la degradación aparece suceder a través del co-metabolismo. En otras palabras, un organismo simplemente parece producir las enzimas extracelulares que lo degradarán, en vez de que el organismo realmente obtenga algún beneficio de él”.
El Glifosato Permanece en la Tierra y Promueve la Proliferación de los Patógenos que Causan Enfermedades
De acuerdo con el Dr. Huber, el glifosato puede acumularse y permanecer en la tierra durante años. Su permanencia es determinada por la actividad biológica, el pH de la tierra, el contenido de arcilla y qué tan firmemente se aísla o se absorbe en la tierra.
Estas son malas noticias, ya que el glifosato no sólo diezma los microorganismos benéficos en la tierra que son esenciales para la función adecuada de las plantas y la nutrición de alta calidad, sino que también promueve la proliferación de los patógenos que causan enfermedades.
“Los organismos que se estimulan son los patógenos», dice el Dr. Huber. “…todos los organismos de control natural y biológico son muy sensibles a esa concentración de glifosato. Lo que vemos con el fusarium, el cual causa el síndrome de muerte súbita en los frijoles de soya, es que puede ser estimulado por el glifosato…así que encontramos un aumento de [hasta el] 500 por ciento en la colonización de las raíces por este hongo.
Es un patógeno muy serio, son sólo para los frijoles de soya. El fusarium que se encuentra en la mayoría de nuestros cultivos es el mayor organismo generador de enfermedades con el que tenemos que lidiar».
Este aumento del 500 por ciento en la colonización de las raíces por el hongo fusarium sucede incluso en los cultivos de Roundup-ready, ya que la tecnología no ‘anula’ de ninguna forma los efectos del glifosato en la planta.
“Todo lo que hace es que sea posible que esa planta sobreviva y acumule más glifosato. De todas formas cambiamos la ecología de la tierra, la ecología microbiana y…nuestra microbiología intestinal”.
Para resumir rápidamente lo que hemos dicho en la primera parte de esta entrevista, mientras que el glifosato promueve el crecimiento de patógenos más virulentos, también elimina las bacterias benéficas que podrían refrenar a tales patógenos – en la tierra y en el intestino de los animales o humanos que ingieran el cultivo.
“[C]on el glifosato, también vemos una estimulación adicional de la virulencia, así que observamos una mayor capacidad para ocasionar enfermedades, así como la pérdida de los controles biológicos naturales”, dice el Dr. Huber.
Es importante entender que el glifosato se vuelve sistémico en toda la planta, así que no puede lavarse. Está dentro de la planta. Una vez que la consume, termina en su intestino, donde puede causar estragos en su salud, si consideramos el hecho de que el 80 por ciento de su sistema inmunológico reside ahí y depende de un índice saludable de bacterias buenas y malas.
El Glifosato – La Sustancia Química que se ha Utilizado en Mayor Exceso en la Historia del Hombre
Curiosamente, cuando le preguntan cuál toxina preferiría usar si tuviera que elegir entre los dos males, el Dr. Huber dice que optaría sin duda por el DDT por encima del glifosato.
“Muchas de estas sustancias pueden tener un uso muy benéfico. Ciertamente no estoy en contra de las sustancias químicas. Pero tenemos que usar el sentido común. Lo que sucede con el glifosato es que es la sustancia química más utilizada en exceso que hayamos visto en la historia del hombre», dice.
“…Cuando los historiadores futuros escriban acerca de nuestro tiempo, no hablarán sobre las toneladas de sustancias químicas que usamos o que no usamos. Cuando se trate del glifosato, escribirán sobre nuestra disposición a sacrificar a nuestros niños y a poner en peligro nuestra existencia, al amenazar y arriesgar la base misma de nuestra existencia; la sustentabilidad de nuestra agricultura”.
…Esto no significa que no sea reversible…Sino que significa que necesitamos reconocer los problemas, lo que está sucediendo y luego tenemos que hacer cambios».
De acuerdo con el Dr. Huber, actualmente vemos los resultados del experimento masivo basado en la ciencia errónea y en promesas fallidas. Nos hemos zambullido sin el entendimiento básico de lo que estos productos hacen y esto fue tan sólo para apoyar el balance de algunas compañías grandes, como Monsanto. ¡Es una locura!
Suposiciones, Presunciones y Ciencia Equívoca – Todos Potencialmente Mortales
Como se explicó en la primera parte de esta entrevista, el glifosato es un fuerte agente quelante, lo que significa que inmoviliza a los micronutrientes fundamentales, por lo que dejan de estar disponibles para la planta. Como resultado, la eficiencia nutricional de las plantas transgénicas (GE) se ve profundamente comprometida. Los micronutrientes como el hierro, manganeso y zinc pueden reducirse hasta entre un 80 y 90 por ciento en la plantas transgénicas.
¿Alguien sabía que esto podía pasar? Una parte del problema se remonta al hecho de que los científicos de Monsanto realmente sólo buscaban un mecanismo que matara las hierbas. Esto es lo que sucede cuando hacemos suposiciones y nos negamos a revisar dos veces nuestras presunciones.
“Al leer algunos de los primeros documentos puedo ver que se afirma que ‘inhibe la enzima EPSP. El mecanismo de acción real del herbicida es desconocido”, dice el Dr. Huber. “
En 1984, estaba muy bien documentado que la forma en la que mata a las hierbas y a las plantas era al comprometer los mecanismos de defensa, lo que los volvía muy susceptibles a estos organismos transmitidos por la tierra…Es una situación debilitante, más como el SIDA que como un eliminador directo…
Además, ya que ni los humanos ni los animales tienen la ruta shikímoto , se asumía que esta ruta sólo existía en las plantas y en los microorganismos. Por lo tanto, sería seguro para nosotros. También se asumió que las proteínas externas – ya fuera el BT; la proteína del glifosato o ese gen nuevo EPSP de la Agrobacterium – se degradarían fácilmente en el intestino…Eso es un error científico”.
Las Promesas No Cumplidas de los Cultivos Transgénicos
La situación es igual de inquietante en cuanto a la ingeniería genética del cultivo mismo. Muchos expertos han admitido que realmente no entendemos suficientemente la genética como para aventurarnos en este camino y sacarla de control. Porque lo que sí sabemos es que cuando se inserta un gen externo, no sólo se altera una característica – sino que se alteran múltiples cosas y podemos terminar con resultados altamente impredecibles.
La mayoría de las promesas de la industria de biotecnología han resultado ser falsas en cuanto a los alimentos transgénicos (GE). Por ejemplo:
- Se supone que los cultivos transgénicos son más resistentes a la sequía, pero resulta que en realidad sucede lo opuesto. Dice el Dr. Huber:“Se necesita el doble de cantidad de agua para producir una libra de planta de soya de un cultivo de Roundup-ready tratado con glifosato, en comparación con la planta de soya que no se trata con glifosato».
- Se supone que los cultivos transgénicos son “mejores” nutricionalmente o al menos «equivalentes” a los alimentos convencionales, pero no lo son. Por el contrario, son inferiores nutricionalmente debido al mecanismo quelante del glifosato, el cual bloquea la absorción de los micronutrientes. Los cultivos transgénicos contienen cerca de 50 por ciento menos manganeso y hasta 70 por ciento menos zinc.
También contienen menos cobre, hierro y magnesio, por nombrar algunos. Esto afecta la salud general de la planta y su capacidad reproductiva y cuando consume alimentos inferiores nutricionalmente, tampoco obtiene los micronutrientes que su cuerpo necesita para funcionar adecuadamente. Todos los productos animales se ven afectados de forma similar cuando son criados con soya o maíz transgénico.
¿Ya Ha Ido Demasiado Lejos o Aún Es Tiempo de Cambiar las Cosas?
En 1974, el glifosato fue lanzado primeramente como un herbicida, antes de la presentación de los cultivos transgénicos. De acuerdo con el Dr. Huber, se ha utilizado en tal exceso durante los últimos 30 años, que muchos de los organismos esenciales de la tierra han sido erradicados.
“Comúnmente…cuando aplicábamos un herbicida, le decíamos a los agricultores “Rote la sustancia química de la misma forma que rota el cultivo”. Por lo tanto, cuando se ha tenido un efecto sobre un grupo específico de organismos, la naturaleza tiene una oportunidad de reequilibrar y restablecer esa relación benéfica y funcional.
No hemos hecho eso con el glifosato. Simplemente, se ha machacado durante 30 años en una sola dirección sobre esos organismos benéficos… ¡ya no existen en el ambiente! Observamos que hay que comenzar a añadirlos ahora, para que aumente la productividad del cultivo y su valor nutricional.
El Dr. Huber ha pasado cerca de 20 años investigando cómo remediar el daño causado por el glifosato. Afortunadamente, el Dr. Huber cree que podemos arreglarlo, pero DEBEMOS hacer cambios. No podemos continuar por el mismo camino.
“Tenemos que comenzar a buscar suplementos minerales y tratamiento para las semillas”, dice el Dr. Huber, «porque la biología de nuestra tierra no nos los brindará. El sistema entero ha cambiado. Si queremos que todo mejore, tenemos que reconocer lo que tenemos que cambiar y estar dispuestos hacerlo para compensarlo o rectificarlo».
Si continuamos en la misma dirección, bañando nuestros cultivos con una cantidad continuamente creciente de glifosato, pronto comenzaremos a ver en la salud humana el mismo efecto que el Dr. Huber está viendo en las plantas y los animales. De hecho, probablemente ya estemos viendo los efectos de una alimentación transgénica.
“… [A]penas comenzamos a ver el impacto en la fertilidad reproductiva”, dice. “También en el potencial de las enfermedades… Casi no se puede ya leer el periódico sin ver que alguna enfermedad humana está involucrada… El año pasado o a principios de este, tuvimos que retirar aquí el 20 por ciento de nuestra producción total de huevo debido a la salmonela.
Tenemos que pensar, “¿Qué ha cambiado?”
El periódico decía que cuando revisaron las instalaciones de producción de huevo «había estiércol de pollo y excremento de roedores». … Yo nunca he visto un gallinero que no tuviera excremento de gallinas. Tienen estiércol. Siempre que haya alimento, habrá algunos roedores, incluso aunque haya tres o cuatro gatos por ahí, y todo lo demás. Esa NO es la razón”.
El Glifosato Podría Representar un Papel Principal en el Deterioro de la Seguridad de los Alimentos
El Dr. Huber continúa para hablar acerca de un artículo alemán que muestra que ciertos patógenos, como el E. coli y otros, tienen una tolerancia muy alta al glifosato, en comparación con sus controles biológicos naturales. Esto significa que podría no ser la presencia o la ausencia de patógenos per se, lo que determina la seguridad de nuestro suministro de alimentos, sino la presencia o ausencia de los organismos naturales de control, los cuales se destruyen efectivamente con el glifosato.
“La salmonela, clostridium y muchos de estos organismos causantes de enfermedades son ubicuos. Están en todos lados. Nuestra salud depende de mantenerlos controlados”, advierte el Dr. Huber.
Esto es realmente importante a la luz de la lucha continua contra los alimentos cultivados de forma orgánica, los cuales son el principal objetivo cuando hay un brote de alguna enfermedad propagada por los alimentos.
Si podemos informar a aquellas personas que están a cargo de esto, entonces posiblemente comenzarían a entender por qué los alimentos orgánicos son MUCHO MENOS propensos a ser los culpables, ya que las bacterias benéficas de la tierra que están presentes en los campos cultivados orgánicamente – ya que no utilizan glifosato ni otras sustancias químicas en su tierra – dificultan que los patógenos que se encuentran en los alimentos y dentro de ellos se multipliquen fuera de control.
“Si eliminamos ese control, ya sea a través de los residuos de nuestros alimentos o a través del impacto directo en nuestro ambiente, continuaremos viendo lo que sucede actualmente. Vea el Alzheimer, los problemas de tiroides, el autismo, el mal de Parkinson – cualquier enfermedad que esté unida al sistema endócrino o a la disponibilidad de los nutrientes – veremos cómo aumentan”.
¿Podrían los Alimentos Transgénicos Afectar Nuestro Estados de Ánimo y Comportamiento?
El Dr. Huber pasó recientemente un tiempo en Australia, donde tuvo la oportunidad de revisar un estudio en curso acerca de los alimentos transgénicos.
“Es la continuación de un estudio que fue realizado en Iowa con cerdos y ganado. Los [australianos] están realizándolo con ratones para poder detectar cuáles son las toxinas… Están usando esas ratas grandes y blancas de una o dos libras, a las que algunas personas llaman ratas mascota… Uno puede meter la mano en la jaula de las ratas que no son alimentadas con transgénicos y sacar una. Puede ponerla en su regazo y acariciarla como a un gato.
Pero intente meter la mano en la jaula donde están las ratas que son alimentadas con transgénicos. Aquí están limitadas a una [rata por jaula]. Las ratas están molestas. No se llevan bien si están juntas. Siempre se marchan hacia su pequeño mundo interno. Dan saltos hacia atrás. Trepan la jaula y corren alrededor. No pueden estar tranquilas; no pueden estabilizarse. Esto es muy común con el autismo. Luego, uno comienza a observar y dice, “Bueno, ¿hay otras similitudes?”
El Dr. Huber también se encontró recientemente con un doctor en Alemania, quien se especializa en el trabajo con niños con autismo. Curiosamente, parece haber muchas correlaciones entre las ratas que son alimentadas con transgénicos y los niños autistas.
“[Cuando] se observa el estómago de los [animales] alimentados con transgénicos, tienen todas las respuestas de la alergia grave, inflamación y enrojecimiento… Cuando observaron su intestino, dijeron que su recubrimiento intestinal se estaba deteriorando… El olor de los contenidos intestinales es muy fétido. La biología ha cambiado drásticamente.
Este doctor [alemán] dijo, “Esto es exactamente lo que estamos viendo en nuestros niños con autismo.
Necesitamos hacer más investigaciones, pero ciertamente, los indicadores están ahí. La investigación no se ha realizado hasta hace muy recientemente y aquellas personas que deseaban hacerlas tienen prohibido publicar o hacer esa investigación.
Hemos visto que aquellas personas que se han atrevido a aparecer y a alzar la voz se han visto impactadas profesionalmente de forma muy severa, así como en su vida personal, debido a esa persecución que han tenido que sobrellevar.
Tenemos que cambiar.
Hay que reconocer que lo que tenemos actualmente no es normal. Tenemos que volver a la producción segura, suficiente y sustentable y a la salud de nuestra comunidad agrícola, si también estaremos saludables durante ese proceso».
Dr. Mercola
Salud Natural #1 del Mundo